Cuba consideró que las regulaciones sobre los viajes y las remesas desde Estados Unidos a la Isla oficializadas ya por el Gobierno de Washington confirman su carácter “extremadamente limitado”.
“La publicación de algunas regulaciones sobre las medidas anunciadas el 16 de mayo por el gobierno de EEUU respecto a Cuba confirma el carácter extremadamente limitado de este paso”, señaló el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, en su perfil de Twitter.
Las medidas de Biden hacia Cuba: por el primer paso se empieza
Además, recalcó que se mantiene “la vigencia absoluta” del embargo económico, financiero y comercial que aplica EEUU contra el país desde 1962, así como “los aspectos más agresivos” de las más de 240 sanciones impuestas por la administración del expresidente republicano Donald Trump (2017-2021) para reforzar esa política.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro indicó que los nuevos lineamientos entran en vigor a partir de este jueves nueve de junio al ser publicados en el Registro Federal.
El Gobierno del actual presidente demócrata, Joe Biden, modificó las regulaciones sobre los viajes grupales de estadounidenses con fines educativos y el envío de remesas a Cuba, dos de las medidas restrictivas adoptadas durante el mandato de Trump. Tras las regulaciones oficializadas por el Departamento del Tesoro se permitirá a los estadounidenses los viajes en grupos educativos a la Isla, aunque bajo determinadas condiciones. Continuarán prohibidos los viajes individuales, de persona a persona y las visitas para actividades turísticas.
La semana pasada el Departamento de Transporte de Estados Unidos autorizó los vuelos comerciales desde ese país hacia nueve aeropuertos cubanos fuera de La Habana, algo interrumpido por el Gobierno de Trump, quien prohibió en 2019 los viajes comerciales en avión desde su territorio a todas las ciudades de Cuba con la excepción de La Habana y, en agosto de 2020, sumó la suspensión de los chárter privados a todos los aeropuertos de la isla, incluido el de la capital.
El pasado 16 de mayo, el presidente Biden anunció que su Gobierno daría marcha atrás en algunas de las medidas impuestas por su antecesor, como la reanudación de los vuelos comerciales a distintas provincias cubanas y la suspensión del límite de 1000 dólares por trimestre a las remesas.
También dijo que se restablecería un programa de reunificación familiar suspendido desde hace años, que se aumentarían los servicios consulares y el procesamiento de visas, para que las familias visiten a sus parientes en Cuba. En aquel momento el Gobierno de Cuba calificó las medidas como un “paso limitado en la dirección correcta”. Entonces el canciller cubano criticó a EEUU por no haber “cambiado ni los objetivos, ni los principales instrumentos de la política fracasada (…) contra Cuba”.
La publicación de algunas regulaciones sobre las medidas anunciadas el 16 de mayo por el gobierno de EEUU respecto a #Cuba confirma el carácter extremadamente limitado de este paso, la vigencia absoluta del bloqueo económico y de los aspectos más agresivos de las medidas de Trump
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) June 8, 2022
El giro en la política hacia Cuba se produce después de una revisión interna dentro de la Administración de Biden que ha llevado meses.
Durante su campaña para las elecciones de 2020, Biden prometió volver al deshielo con Cuba empezado por Barack Obama (2009-2017) y así dar marcha atrás a muchas de las sanciones impuestas por Trump, pero el asunto ha quedado en una especie de atolladero político, visibilizado en la no participación de Cuba en la actual Cumbre de las Américas.
Efe/OnCuba.