El pan de “la libreta” promete mejorar su estabilidad en Cuba, al menos por un tiempo, con la llegada de harina de trigo al puerto de La Habana destinada a su producción.
La harina para “apoyar” la canasta familiar normada comenzó su descarga en la rada habanera este fin de semana, lo que deberá traer “una notable mejoría” en el abastecimiento de pan, de acuerdo con autoridades.
Se trata, al parecer, de los dos barcos anunciados la pasada semana en el segundo programa Desde la presidencia, que aguardaban por financiamiento para pagar el flete.
En ese espacio, la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, había informado que “en los próximos días habrá una notable mejoría” en la situación del pan normado “con la llegada y pago de flete a dos buques que cargan harina de trigo”.
Además, la funcionaria adelantó el próximo arribo de tres barcos con trigo, lo que, dijo, “revitalizará la producción” de los molinos cubanos.
El proceso de descarga de la harina fue informado en X por el ministro de la Industria Alimentaria, Alberto López Díaz, quien confirmó, además, la llegada en las próximas horas de “una embarcación con más de 20 mil toneladas de trigo”, con la que se pondrán en funcionamiento los molinos de La Habana y Santiago de Cuba.
Citado por Cubadebate, el funcionario también destacó la continuidad en la molienda de trigo en Cienfuegos.
En las próximas horas arribará una embarcación con más de 20 mil toneladas de trigo que permitirá poner en funcionamiento los molinos de la capital y Santiago de Cuba. El compromiso que hizo el Presidente @DiazCanelB está garantizado. pic.twitter.com/jkUtuV5kGG
— Alberto López Díaz (@AlbertoLopezcu) April 7, 2024
Por su parte, el Gobierno de La Habana confirmó la “estabilización” de la producción de pan en la capital gracias a la llegada de la harina de trigo.
Citando a la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria, el Gobierno habanero explicó que el descargue de la harina “permitirá que continúe la elaboración de pan normado, la entrega a los créditos asignados y la venta liberada”.
En Desde la Presidencia, al hablar sobre la compleja situación de la canasta familiar normada, el presidente Miguel Díaz-Canel había asegurado que del dinero “entra semana a semana, hay que tomar las decisiones para estar pagando los alimentos”.
“Muchas veces tenemos los barcos con alimentos, como en este momento, y no tenemos dinero para financiarlos”, admitió el jefe de Estado.
Actualmente, solo la empresa molinera de la provincia de Cienfuegos está produciendo harina de trigo con entrega de unas 750 toneladas diarias, la tercera parte del consumo nacional en un día, contabilizó la ministra de Comercio Interior en el mismo programa.
“El 56 % del pan a la población ha estado afectado”, precisó Díaz Velázquez, a lo que el viceministro del Mincex, Oscar Pérez-Oliva Fraga, acotó que “en estos momentos tenemos once buques con alimentos en puertos cubanos que por razones financieras no habíamos podido comenzar a descargar”.
El pasado 25 de marzo se había confirmado la salida hacia Cuba de un buque con 235 toneladas métricas de harina desde San Vicente y las Granadinas, un donativo que alivia la compleja situación que atraviesa la isla.
El gesto lo agradeció el embajador cubano designado en ese país, Carlos Ernesto Rodríguez, quien lo calificó de “solidario y humanitario”, señaló entonces Prensa Latina.
También en marzo llegó otro buque con harina de trigo por el puerto de Cienfuegos.
Mientras, en la región centro-occidental de la isla se esperaban nuevos cargamentos para normalizar la producción, según la Agencia Cubana de Noticias, aunque se mantendría el empleo de “extensores” en la elaboración del pan hasta un 15 %.
Harina, precios y crisis: el pan se suma a los productos que escasean en Cuba
Los retrasos en la llegada y venta a la población de los productos de la canasta básica es una de las constantes de la severa crisis económica que atraviesa Cuba en estos momentos, azuzada por el impacto de la pandemia, las sanciones de Estados Unidos y las deficiencias internas.
En este escenario, se han multiplicado las dificultades con el pan de “la libreta”, un alimento muy socorrido —a pesar de las críticas a su calidad— para las familias cubanas, por el carácter subsidiado de su precio en un contexto de elevada inflación.