Migración del campo a la ciudad en la mira del Gobierno cubano

Con la implementación de un grupo de medidas, sin precisar cuáles, se espera la creación de "un ambiente más favorable para la permanencia de los habitantes en las zonas rurales", según viceprimer ministro.

Foto: Kaloian Santos Cabrera.

El gobierno cubano está enfocado en “atenuar” las condiciones de vida de las zonas rurales, un área duramente golpeada por las condiciones económicas que determinan la migración hacia la ciudad.

Con la implementación de un grupo de medidas, sin precisar cuáles, se espera la creación de “un ambiente más favorable para la permanencia de los habitantes en las zonas rurales”, según el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca, quien habló en el último Consejo de Ministros de un incremento en la producción de alimentos para el autoabastecimiento local.

Además, se prevé un aumento de los ingresos y la mejora de las condiciones de vida de las personas, de acuerdo con Tapia Fonseca.

De momento, analizan cómo facilitar la adquisición de viviendas, materiales de la construcción, equipos y otros incentivos a los profesionales que radiquen y trabajen en esas zonas.

La dinámica de la ruralidad

La migración del campo a la ciudad es otro gran problema de la economía, decisivo en la dinámica demográfica de Cuba, pues la mayoría de las actividades productivas de la agricultura se determinan en las zonas rurales.

Las condiciones de vida y de trabajo de las personas que intentan desplazarse a lugares donde encuentran mejores oportunidades laborales constituyen hoy una de las causas de este fenómeno, explicó en televisión nacional María Ofelia Rodríguez, del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, citada por Cubahora.

La especialista indicó que aún tratan de identificar y de estudiar la dinámica demográfica partiendo de las causas que provocan la migración interna, en función de reducir estos flujos y de mitigar el despoblamiento de municipios y zonas rurales.

“Ni siquiera dentro de la propia gama de las agropecuarias tienen los mismos incentivos, no solo salariales o de pago por resultados”, explicó Ofelia Rodríguez.

A ello se suma, dice, el tema de la comercialización de sus productos, las dificultades que afrontan, los problemas con los viales, con la transportación, que afectan el ámbito doméstico, así como el recurrente problema del combustible para la cocción de los alimentos.

Alrededor del 60 % de los trabajadores del sistema agropecuario está vinculado de manera directa a la producción, entre cooperativistas, usufructuarios y tenentes de tierra, explicó al programa Cuadrando la caja Adriana Ballester Hernández, directora de Personal del Ministerio de la Agricultura.

¿Motivaciones?

La funcionaria considera que existen motivaciones para permanecer en el campo, sobre todo en aquellos jóvenes descendientes de familias predominantemente rurales, con interés en laborar la tierra, pues en este sector es en el que más cubanos trabajan, una cifra que rebasa las 994 mil personas, sin contar el apoyo familiar en muchos casos.

Los alimentos que necesitamos

Juan Carlos Alfonso Fraga, vicejefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), señala como peculiaridades de la migración rural-urbana ser mayoritariamente femenina (alrededor del 17 % de toda la que se manifiesta en el país), y a su vez predominan las poblaciones en edades activas y reproductivas.

En las zonas rurales, señala Alfonso Fraga, vive apenas el 23 % de la población; unos 2.3 millones de personas, mientras 8.7 millones residen en las urbanas, lo que demuestra una distribución desigual. 

Salir de la versión móvil