La canasta familiar normada, conocida popularmente por los cubanos como “los mandados”, depende en estos momentos “totalmente” de las importaciones.
Así lo reconoció este miércoles la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, durante el programa televisivo Mesa Redonda, dedicado a un tema que genera constantes críticas e insatisfacciones entre los pobladores de la isla.
“La población tiene la duda de por qué, si se dice que los productos están, no están cuando acuden a la bodega. Estamos dependiendo totalmente de productos de importación”, admitió la ministra, citada por el portal Cubadebate.
“Teníamos seis buques en operaciones en diferentes puertos del país. Hay que descargarlos y luego transportarlos a las provincias, a veces hay cabotajes a algunos territorios. Se transporta a los municipios y, entonces, a las bodegas”, explicó Díaz Velázquez sobre las demoras en la llegada de los productos que se comercializan por la llamada libreta de abastecimiento.
Estamos dependiendo totalmente de productos de importación. Teníamos seis buques en operaciones en diferentes puertos del país. Hay que descargarlos y luego transportarlos a las provincias, a veces hay cabotajes a algunos territorios. https://t.co/ZNFmHPEtLS
— Mesa Redonda (@mesaredondacuba) May 23, 2024
Según la titular del Mincin, aunque hay “una prioridad para el combustible encomendada por el Gobierno”, y en el transporte de los mandados están involucrados transportistas privados y estatales, las carencias y problemas de la crisis que atraviesa el país afectan este proceso.
“Hay que decir que participan transportistas de varios organismos y entidades, de la agricultura, de Azcuba, porteadores privados… Pero hay días en que no está el combustible. A veces, la falta de fluido eléctrico afecta procesos como los de pesaje, de facturación”, aseveró.
Además, reconoció igualmente que “falta fuerza de trabajo en lugares importantes” para la recepción y distribución de los productos normados, como los centros de carga y los puertos.
Atrasos y desajustes
En su intervención, Díaz Velázquez admitió que, con los problemas logísticos y la dependencia a las importaciones, su ministerio “ha perdido” la capacidad de cumplir en tiempo con las entregas de la canasta familiar normada.
“Tenemos que reconocer que por muchos años, hasta 2020 o 2021, el día primero el producto estaba en la bodega, y eso lo hemos perdido. Perdimos inventarios, cobertura, estamos dependiendo de las importaciones”, apuntó.
La ministra recordó que cinco años atrás, en 2018, el 30 % del arroz que se consumía en Cuba era de producción nacional, mientras que “hoy llevamos arroz de importación a municipios netamente arroceros”.
“Es muy difícil cumplir con los tiempos cuando se depende solo de las importaciones”, lamentó.
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Al respecto, la titular precisó que tras la llegada a la isla de un buque de 30 000 toneladas, “descargar 4 000 toneladas toma unos siete días, a lo que se suma que tiene que ir a dos puertos”, reseña Cubadebate.
Además, detalló que por estas y otras causas internas no todas las provincias pueden cumplir con el mismo ritmo de distribución, lo que provoca que unas marchen en mejores condiciones que otras.
Mientras, sobre la distribución interna de cada provincia, dijo que esta la tiene que hacer la propia provincia, con sus recursos y posibilidades, y “nosotros (el Mincin) informamos que está asegurado cuando las importaciones están contratadas, cuando los barcos están llegando al país o en el país”.
Acerca de los precios en el mercado internacional, Díaz-Velázquez afirmó que el arroz que compra Cuba actualmente “nos cuesta el doble de lo que costaba en 2019 o 2020”, al tiempo que el aceite “ha tenido un crecimiento importante”.
No obstante, aseguró que “hay un compromiso del Gobierno para garantizar las entregas de productos, recuperar los atrasos”.
Cuba importa alrededor del 80 % de los alimentos que consume, según datos oficiales.
Recientemente, el presidente Miguel Díaz-Canel confirmó que su gobierno apenas tiene margen de planificación financiera y calificó de “tarea titánica” procurar todos los meses unos 230 millones de dólares para que estos “garanticen los productos de la canasta básica”.
“Del dinero que entra semana a semana, hay que tomar las decisiones para estar pagando los alimentos. Muchas veces tenemos los barcos con alimentos (…) y no tenemos dinero para financiarlos”, admitió entonces el jefe de Estado.
Estamos dependiendo netamente de las importaciones porque lo que hay en el gobierno es una sarta de incompetentes, desde el 1ro hasta el último, con Fidel no pasaba nada de eso.