El Ministerio de Economía (MEP) notificó este viernes la aprobación de otras 55 micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) en Cuba, cifra con la cual se sobrepasa las 9000, teniendo en cuenta el último registro.
Desde su canal de Telegram, y citado por Cubadebate, el MEP indicó que solo dos de entre este nuevo grupo son de gestión estatal.
Buena parte de las actividades están relacionadas con los servicios gastronómicos, el transporte de pasajeros y la producción de materiales de la construcción, como viene siendo habitual en las últimas autorizaciones.
También en el nuevo listado aparecen algunas dedicadas a la recogida de desechos no peligrosos, programación informática y fabricación de equipos de generación, distribución y control de la energía eléctrica.
Esta nueva forma de gestión económica, prohibida en la isla desde 1968 después de la llamada “ofensiva revolucionaria”, reapareció en la economía cubana en septiembre de 2021 como parte de las reformas destinadas a dinamizar la economía.
Pueden constituirse como estatales, privadas o mixtas y están reconocidas como unidad económica con personalidad jurídica con características propias. Comparten el escenario económico con la empresa estatal socialista, las cooperativas no agropecuarias y el trabajo por cuenta propia.
El sector emplea a más del 15 % de los trabajadores del país y aporta poco menos del 14 % del PIB, según cifras oficiales, citadas por Efe.
Las mipymes han introducido productos que escaseaban o que no existían en la isla, golpeada por un grave desabastecimiento de bienes básicos (alimentos, medicinas, combustible), agudizado desde hace tres años.
Junto a esto, también han generado alguna polémica, ya que se les tilda de contribuir a la inflación o de que, en su mayoría, pertenecen a personas vinculadas al Gobierno.
Las mipymes tienen acceso vetado a esferas como la salud, las telecomunicaciones, la energía, la defensa y los medios de comunicación, áreas consideradas “estratégicas” por el Estado.