Un sitio en la ciudad de Santa Clara ha ganado mucha fama por su labor comunitaria. Sin estar situado en la parte más céntrica de la ciudad casi todos los habitantes de la urbe saben dónde queda Naturarte.
Uno de los fundadores del proyecto, Ermes Ramírez, le cuenta a OnCuba cómo este proyecto (que hoy junta galería de arte, talleres de artesanía, restaurante y zoológico) ha ido creciendo donde antes solo había un basurero. La convivencia de animales exóticos (como la jutía blanca, tocororos o gallinas “plumas de seda”) con hornos de alfarería y “salones” de eventos hace de este sitio un lugar sui géneris.
“Mi familia tenía aquí un pequeño solar abandonado. En noviembre de 1998 decido trasladar mi taller de creación para este lugar con algunas plantas y animales que tenía, y para limpiarlo una de las primeras cosas que hice fue dar un curso para convertir la chatarra en arte, y el pago de la inscripción en el curso era sencillamente limpiar el patio”, revela.
Una de las mayores virtudes de este proyecto es su labor social. En Naturarte se realiza terapia ocupacional a niños y jóvenes con retraso mental. Además, jóvenes síndrome de Down trabajan como obreros del lugar y también hay espacio para personas con problemas de conducta e intentos suicidas. Todos pueden participar en los cursos intensivos de yesería, restauración, cerámica y alfarería, que dictan los “profesores” del lugar durante cuatro meses.
El Proyecto tiene fuertes vínculos con la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas (UCLV), pues permite allí las prácticas de los estudiantes de Medicina Veterinaria y Licenciatura en Biología. Otras carreras como Sociología y Estudios Socioculturales, aprovechan el sitio para sesiones de trabajo de Maestrías y Diplomados; la iniciativa es subsede del Centro de Estudios para la Conservación del Medio Ambiente, y los estudiantes de la Facultad de Cultura Física conducen en el para ejercicios de Taichí y Chikong para los ancianos de la comunidad circundante.
Pero el componente natural es, sobre todos, el mayor atractivo: «Aquí está la única área de libertad controlada que existe en Cuba. Libertad controlada porque se reproducen de forma natural algunas especies en peligro de extinción como el tocororo (han nacido 12 tocororos en nuestro patio), la perdiz cubana, el tomeguín del pinar. Tenemos 87 razas de palomas y entre ellas la campeona de Cuba en palomas de fantasía. En su gran mayoría hacen mutaciones endémicas porque a través de un convenio con la Asociación Ornitológica de Cuba traemos animales de varias provincias y se producen los entrecruzamientos. En ocasiones recibimos donaciones del pueblo»
En el proyecto no solo hay animales endémicos de Cuba sino otras rarezas como las ardillas rojas, los capivaras (el mayor roedor del mundo) o el único loro de ala roja que existe en Cuba.
El día de la visita de Oncuba, Naturarte parecía un hervidero de obreros laborando para aumentar las prestaciones del lugar. Allí se realizan bodas, quinces y actividades culturales. Cuentan además con un restaurante genérico y pronto inaugurarán una cava de tres metros de profundidad recreada como una cueva. Para el futuro existe un proyecto de otro restaurante enclavado en una gran escultura que semeje a un caracol.
Los dueños del lugar han construido un gran estanque y excavan ahora un pozo artesanal para garantizar toda el agua que necesita el lugar. De paso buscan establecer allí una cría intensiva de peces para el consumo, con una pasarela de modas sobre el nivel del agua. En una de las esquinas del gran patio reconstruyen la galería de arte para promover jóvenes talentos de las artes plásticas que tengan pocas posibilidades de exponer sus obras.
Para sostener financieramente el proyecto se vende una amplia variedad de plantas, como cactus y orquídeas. Pero además, casi todo lo que se cría y produce allí puede ser comercializado.
El Proyecto Naturarte ha recibido varios reconocimientos del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, de la propia Universidad Central como uno de los 12 mayores gestores socioculturales del territorio, del gobierno local de Villa Clara, así como el Premio Provincial de Cultura Comunitaria. Definitivamente del antiguo basurero ha brotado una combinación perfecta.
Poderoso caballero Don Dinero.
Excelente el proyecto Naturarte, tengo ganas de visitar Santa Clara solo para conocer el lugar, pero se les fue la mano con eso de “libertad controlada” para describir a cuatro Tocororos en cautiverio. Crecí escuchando que esos ejemplares, para más señas Ave Nacional de Cuba, morían si se les ponían tras la rejas, veo que no es tan así, pero en la foto los veo medio tristones. Por favor, no me tomen a mal, y el autor de este trabajo es mi socio y excelente filólogo y periodista, pero si Naturarte tuvo el valor de encerrar a los Tocororos, y echar a un lado todo el “misticismo” que encierra a esa ave, dejen el eufemismo y digan que están en cautiverio, si de verdad existe una libertad controlada demuéstrenmelo, que eso daría pie a otro excelente reportaje,
Los tocororos de la foto son los mas pequenos, que necesitan control de alimentacion y cuidado constante. ese no es el lugar de la liberrtad controlada. NO es la mejor foto para reflejar una realidad lograda con mucho sacrificio.. La libertad controlada se ha logrado en un area de aproximadamente 1500 metros cuadrados, cubiertos por una maya, que encierra una abundante vegetacion adulta, segun las posibilidades del lugar. TOdo se ha logrado con mucho esfuerzo y entrega. Y si, el dinero es poderoso, sobre todo cuando es resultado del esfuerzo, del trabjo, de la creacion, y de la sensibilidad humana, pero siempre va a ser mas poderoso, el talento, el trabajo en equipo, el resultado compartido y la educacion ambiental que se practica alli. Respeto sus criterios, pero los invito a visitarnos, Para nada es un lugar perfecto, porque es resultasdo de un mayusculo esfuerzo, en medio de tantas carencias, limitaciones y falta de sensibilidad, Visitennos.