La nieve es, quizás por no tenerla y porque la encontramos exótica, algo en lo que el cubano piensa, sobre todo cuando sentimos, como en estos días, el frío de “nuestro invierno”, de características casi “folklóricas” por la forma de vestir que algunos exhiben; quizás como consuelo ante el recuerdo de las altas temperaturas que cada año nos mantienen con ropas ligeras la mayor parte del tiempo.
Obsesión histórica de escritores y artistas. Por ejemplo, el poemario “Nieve” de Julián del Casal (1892), “Nieve en La Habana”, título de tres libros diferentes publicados en Cuba y en el exterior; la palabra “nieve” en las obras de José María Heredia, José Lezama Lima, Carpentier y otros; el nombre artístico que tomó José Ignacio Villa, el gran pianista, compositor e interprete a quién casi todos conocen sólo por “Bola de Nieve”.
Una de las historias que se cuentan a menudo cuando se trata el tema de la nieve es la de que alguien compró una vez una barredora de nieve y triunfalmente la desembarcó en La Habana.
Pero el non plus ultra lo constituye la noticia publicada el 28 de diciembre de 1932 en La Habana por la revista Carteles. En un gran titular, con letras cubiertas de nieve en su parte superior, aparecía: “Hoy Ha Nevado en La Habana”, y se ilustraba con dos asombrosas fotografías del Parque Central, con los árboles y las palmas cubiertas por la nieve, y otra del Capitolio Nacional, con su cúpula también blanca.
Incuestionable, podría pensarse, si no fuera porque era 28 de diciembre, y para los que no lo recuerden, era el Día de los Inocentes, cuando antaño se gastaban las más variadas bromas, para después gritarle a la víctima: “Inocenteeee”; o también por el hecho de que la temperatura ese día en La Habana era superior a 28 grados Celsius, por supuesto que sobre cero; y que además, si se fijan bien, la nieve aparece trucada, dibujada a mano sobre un negativo fotográfico, cosa meritoria para el fotógrafo y su laboratorista en los tiempos en que nadie podía siquiera soñar con el Photoshop…
¿Qué es la Nieve?
Determinar el origen etimológico de la palabra nieve es sencillo. Procede del latín “nix, nivis”, que viene del griego “nifás”. La traducción aproximada al castellano sería “copos de nieve”.
Las nubes están formadas por diminutas gotas de agua. La manera más usual en que se produce la precipitación desde una nube es precisamente precipitación acuosa, agua, o para usar otra palabras más conocida, simplemente se produce lluvia. Pero qué pasa en invierno.
Cuando la temperatura dentro de la nube baja de los 0º grados Celsius, el agua se transforma en finos cristales de hielo y caen a la tierra en forma de copos que llamamos nieve. Los copos de nieve están formados por diminutos cristales de hielo que se juntan entre ellos para dar formas geométricas de lo más diversas.
Si la temperatura ambiente cercana a la tierra es más baja que cero grados, se producirá una nevada, y todo se cubrirá de un manto blanco. Pero si la temperatura ambiente cercana a la tierra está por encima de cero grados, los copos de nieve se derretirán por el camino y llegarán a tierra en forma de lluvia; o a veces, si la temperatra superficial no está muy alejada de cero grados, llegarán a tierra como una mezcla de agua y alguna nieve que haya sobrevivido en la caída.
Condiciones parecidas a la nieve, pero que no es nieve
En Cuba nunca ha nevado. No hay condiciones para que ello ocurra. Sin embargo, han ocurrido situaciones a primera vista parecidas y que pudieran llevar a confusión.
Hay que decir, ante todo, que tener temperaturas por debajo de cero grados en una nube no es nada raro, incluso en usual que ocurra en el trópico. Como la temperatura desciende con la altura, a determinada altitud pueden obtenerse valores inferiores a cero grados y también la formación de nieve. Pero para que la nieve, o sea que la precipitación en forma de copos de nieve se mantega y llegue a la tierra, tiene que haber temperaturas inferiores a cero grados en todo el trayecto de la nube a la tierra.
El piloto de un avión de la Pan American Airlines volando sobre La Habana en 1955 reportaba haber visto la caida de nieve sobre la ciudad. Por supuesto, que con temperaturas mucho más elevadas que cero grados la nieve se derritió en el aire mucho antes de llegar a tierra.
Pero lo más interesantes son los apuntes de Andrés Poey y Aguirre (1825-1919), que cita el caso de una posible nevada al expresar que en enero de 1852 vio caer nieve en la cima de una montaña en Pinar del Río. Lo más probable es que haya sido escarcha, y que la expresión “vio caer nieve” no haya sido exacta.
La escarcha se forma con temperaturas bajas cuando desciende mucho la temperatura en invierno. Pero observen que dije se forma, no que cae. Y es que la escarcha no cae, como la nieve, sino que se forma sobre superficies expuestas a la intemperie y que se han enfriado a valores de cero grados, lo suficiente como para provocar la condensación directa del vapor de agua contenido en el aire. Así pues, se trata de una forma de condensación similar al rocío, pero congelado por la temperatura de la superficie sobre la cual se forma, usualmente de metal, una corniza u objeto saliente, etc., y no de precipitación como el caso de la nieve. Auque el aire tenga temperatura superior a cero grados, una superficie metálica, o un saliente, puede alcanzar valores de cero grados o menos por enfriamiento local o la acción del viento. Y este fenómeno de la escarcha ha ocurrido en Cuba con alguna frecuencia, aunque hace años no se reporta.
También el meteorólogo Jover llamó “nieve” a cuando, en mayo de 1913, se cubrió el campo de hielo en la zona de Fomento, y en algunos lugares, como en las hondonadas del terreno, y duró hasta 2 dias en derretirse, debido a que en una hondonada del terreno el propio frío del granizo lo conservaba, y se demoraba mucho en derretirse. Viendo todo el campo blanco, parecía cubierto de nieve, pero no lo era.
El granizo puede caer en cualquier tormenta eléctrica con características severas, en cualquier mes del año, y más frecuente en verano. Las temperaturas superficiales pueden ser altas y usualmente lo son. Pero, aunque el granizo se genera en la nube y cae por su peso, tampoco es nieve.
¿Por qué es casi imposible que nieve en Cuba?
Aunque raro, la nieve ha llegado a Miami y también a las Bahamas más occidentales, pegadas al continente, pero con poca agua de por medio.
La probabilidad de que nieve en Cuba es practicamente cero. Para que los copos de nieve lleguen a la superficie de la tierra sin derretirse, la temperatura debe estar por debajo del punto de congelación (cero grado) en toda la columna de aire.
La realidad es que, en su avance hacia nuestro país, los frentes fríos activos, que son los que provocan las nevadas en Norteamérica, son fuertemente modificados por el calor contenido en las aguas del golfo de México y el estrecho de la Florida.
Sólo bajo condiciones meteorológicas muy excepcionales, como sería por ejemplo que entraran de manera seguida varias masas de aire frío de origen ártico, capaz de provocar temperaturas cercanas al cero grado por bajadas sostenidas de la temperatura, y que en esa situación llegara de inmediato un frente frío lluvioso a Cuba, empujado por otra masa de aire muy frío, es que pudieran darse las condiciones de temperaturas por debajo de cero grados y humedad suficiente en las nubes para que cayera no lluvia, sino nieve…
Ni digo imposible, sino casi imposible o con probabillidad casi nula, porque la Naturaleza a veces hace cosas increíbles. En Cuba realmente pudieran tenerse valores de hasta cero grados en alguna oportunidad. Observen que el record nacional de temperatura mínima es de 0.6 grados Celsius. Sin embargo, estas temperaturas extraordinariamente bajas ocurren con cielos despejados, durante la noche, con enfriamiento de la superficie de la tierra por irradiación del calor hacia el espacio, y no por la entrada de aire más frío. Al no haber nubes que reflejen el calor hacia la tierra, ésta se enfría, y por supuesto, sigue bajo la influencia de la masa de aire frío y seco de origen ártico.
Por tanto, si viene un frente frío con aire ártico detrás, por lo pronto prepare de nuevo los abrigos porque “chiflará el mono”. Que nadie se preocupe por la nieve, pues es muy, pero muy improbable que podamos deleitarnos con ella en Cuba algún día.
ay, de madre estos bloques de rubiera
Los humanos anhelamos lo que no tenemos. Aquí en Europa está nevando en estos días y todos anhelan el calor, el sol sol sale a veces y las temperaturas han llegado a -15. En Cuba entonces quieren nieve, abrigos y trineos. Jajajaja!
Exelente e instructivo…bella gramática
Exelente e instructivo artículo…bella gramática.
Yo particularmente tengo que agradecerle mucho a la nieve,que despues de 20 años todavia me facina,recuerdo cuando abandone Cuba y me entraba la melancolia me ponia a mirar a travez de la ventana la caida de la nieve y esta tenia un efecto tranquilizador en mi.
muy bueno