Los Obispos Católicos de Cuba expresaron este lunes sus discrepancias con el nuevo Código de las Familias, y apelaron a “la conciencia y a la responsabilidad de todos los cubanos” en el referendo sobre la normativa, que se celebrará el próximo 25 de septiembre.
En un mensaje publicado hoy a propósito de la ya cercana votación sobre el Código, dirigido a los fieles de la Iglesia Católica y a todos los interesados en conocer sus criterios sobre el tema, los Obispos cubanos resaltan aspectos a su entender positivos de la norma, como el rechazo a la violencia en la familia, y la protección de las personas de la tercera edad, los niños, los discapacitados y los vulnerables, pero a la par manifiestan su rechazo a un grupo de cuestiones contenidas en la legislación, aprobada en julio por la Asamblea Nacional.
En particular, se muestran opuestos a la introducción en el Código de “los contenidos de la llamada ‘ideología de género’”, que, en su criterio, “sustenta muchas de las propuestas”, así como al principio de “autonomía progresiva” al que no consideran “lo más beneficioso para los niños y adolescentes”.
De igual manera, confirman su oposición a que los menores “puedan ser adoptados legalmente por parejas del mismo sexo”, así como a “la pluriparentalidad, la aplicación de técnicas de reproducción humana asistida a parejas del mismo sexo o, incluso, la fecundación in vitro postmortem”, ya que, aseguran, “es un derecho del niño tener un papá y una mamá”.
Aseveran que “no es ético que se reconozca como adecuada la llamada ‘gestación solidaria’, en la que una mujer que lleve en su vientre durante nueve meses una criatura la deba entregar inmediatamente después del parto a otras personas” y señalan que “el matrimonio entre hombre y mujer, que es la base natural de la familia, no puede ser desplazado o deformado para dar paso a otras maneras construidas legalmente”.
Los Obispos dicen ver “con desilusión” que “éstas y otras propuestas que resultaron notoriamente cuestionadas por parte de la sociedad, siguen intactas en el Código que se presenta ahora a referendo” y cuestionan la campaña oficial a favor del texto, para lo cual, apuntan, “se han utilizado todos los medios de comunicación a que tenemos acceso los cubanos”.
“Para que el voto sea tal, se requiere contar con pluralidad de información que permita al ciudadano asumir su propia decisión”, opinan los altos representantes de la Iglesia Católica cubana, para quienes “la información, al fluir en un solo sentido, sin otros contrapesos, opera como un factor condicionante, y el voto que de la misma se derive expresará, necesaria e inevitablemente, una voluntad condicionada”.
En su mensaje, apelan a “la conciencia y a la responsabilidad de todos los cubanos, creyentes o no”, y llaman a sus coterráneos a “que tengan en cuenta a la hora de votar lo que les dicte su conciencia, su fe, sus convicciones y principios, pensando no sólo en las generaciones actuales, sino también en las futuras, y en el bienestar espiritual y material de todos los cubanos”.
Además, recuerdan que en caso de que gane la opción del “No”, promovida por los opositores a la norma, “eso no significaría la imposibilidad de seguir trabajando en un nuevo Código”, que, en su criterio pudiera mantener “todos los aspectos positivos que contiene esta ley”, pero a la vez “adecuara” las instituciones que califica como “polémicas al sentir mayoritario del pueblo y a los principios morales“.
El Código de las Familias es la única norma que será sometida a referendo entre las 70 actualizadas tras la entrada en vigor en 2019 de la nueva Constitución. Para la votación, que tendrá lugar el domingo 25 de septiembre, se habilitarán más de 21.000 colegios electorales en la Isla.
El resultado de la votación se difundirá cinco días después, será vinculante y requerirá de una mayoría simple: más del 50 %, ya sea a favor o en contra.
La norma ha sido motivo de controversia entre sus partidarios —entre ellos sectores progresistas, académicos y la comunidad LGTBIQ+— y detractores —entre los que se cuentan iglesias y grupos religiosos y conservadores—, en tanto el gobierno y el propio presidente Miguel Díaz-Canel respaldan la norma y promueven el voto positivo en el referendo.
El Código, cuya versión 25 es la que se llevará a referendo, pasó por una amplia consulta entre febrero y abril de este año en la que participaron 6,4 millones de personas, según cifras oficiales, y, de aprobarse, sustituirá a la legislación vigente desde 1975.
La Iglesia Catolica, como siempre, abanderada de lo mejor y mas adelantado de la sociedad…
Seria muy bueno que se aplicara lo positivo desde el punto de vista humano de este código y se derogaran los artículos que proponen alterar el concepto tradicional de matrimonio
La iglesia que durante décadas le ha guiñado al abuso sexual de menores por parte de curas y obispos ahora pretende emitir juicios sobre la familia tradicional y las normas sexuales. No tienen vergüenza.
Los obispos católicos son los menos indicados para emitir juicios sobre la familia tradicional y la conducta sexual. Deben hacer un voto de silencio por mil años antes de volver a pronunciar sobre estos temas.
Muy de acuerdo con usted James.que recuerden la operación piter pan que separó miles de familias y fue promovido por la Iglesia católica.
Nunca llueve al gusto de todos.