Solo un 1 por ciento de contaminación por aguas oleosas permanece en la bahía de Cienfuegos, a un mes del derrame ocurrido en la refinería de petróleo cienfueguera como consecuencia de las intensas lluvias de la tormenta subtropical Alberto, informa el diario Granma.
Tars el vertimiento de las piscinas de recolección de hidrocarburo en la refinería y aún bajo los efectos del evento meteorológico, la contaminación a cerca del 70 por ciento de la bahía, por lo que fue necesario movilizar fuerzas de toda la Isla, tanto especializadas como voluntarias.
Las labores de limpieza se realizaron de manera ininterrumpida “con el empleo de equipamiento tecnológico muy costoso”, explicó Irenaldo Pérez, Gerente de Servicios de Ingeniería de la Refinería Camilo Cienfuegos.
“Viene quedando prácticamente la parte de un trabajo fino”, aseguró Pérez, quien dijo que “como promedio estuvieron trabajando 240 ó 250 personas a tiempo completo en la recuperación de la bahía, que abarcó la movilización diaria hacia los diferentes lugares contaminados”.
Por su parte, el director de la Unidad de Supervisión Ambiental del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), Iván Figueroa, comentó que se evalúa la disminución del impacto visual a las aguas superficiales del nódulo norte y el centro de la bahía, así como el efecto social en la comunidad de pescadores El Perché y las afectaciones a la flora y la fauna.
No obstante, afirmó que “el impacto se redujo a cero en las áreas de baño, listas para el verano, y en las embarcaciones”.
Figueroa anunciaó que en los primeros días de julio el Centro de Estudios Ambientales realizará un monitoreo en la bahía. “A partir de ahí podremos estar diciendo a mediano y largo plazo los resultados sobre el sedimento”, explicó.
Las autoridades cienfuegueras aseguraron que actualmente solo se reportan “pequeños recalos de hidrocarburo” en la ensenada de Calicito, en Jucaral y en Punta Ladrillo.
Figueroa dijo que el CITMA, a través del Instituto de Investigaciones del Mar, evalúa aplicar un producto cubano, que contribuye a la degradación del petróleo.
“Preparamos un concentrado de estos microorganismos, precisa, y se aplican por aspersión. Ayudan a degradar ese petróleo y a reducir el impacto directamente sobre las raíces del mangle y algunas áreas donde está”, explicó.
En reportes anteriores se había confirmado que las principales afectaciones por el vertimiento de cerca de 13,000 metros cúbicos de aguas oleosas, estuvieron en la parte central y norte de esta bahía cienfueguera y no en la parte sur donde está situada el área protegida de la Laguna de Guanaroca.
Para combatir el vertimiento se desplegaron cerca de 3,000 metros de barreras flotantes que permitieron estrechar el cerco al hidrocarburo “atrayéndolo hacia zonas donde se extrae por sofisticados equipos para su reutilización en la industria”, aseguró hace dos semanas José Fidel Santana, viceministro del CITMA.
Santana dijo que se trabajaba en la limpieza y disolución de los contaminantes que hubiesen quedado o escapado al fondo de la bahía en algún desecho u objeto no flotante y en el casco de las embarcaciones. Entonces los especialistas comentaron que la bahía podría recuperarse “en pocos meses”.