“Una cena calurosa para un diciembre que a todxs nos golpea (…), una cena para las outsiders, las que estamos fuera de la familia, las apestadas, las que hacen las calles, las trabajadoras sexuales, las obreras del colchón, los vendedores de maní, los que deambulan”, posteaba Mel Herrera, una de las organizadoras del evento, días antes.
Luego de lanzada la convocatoria a través de redes sociales empezaron a llegar donativos de ropa, dinero, medicamentos, productos de aseo y alimentos…
La buena voluntad se impuso para que personas trans/cuir, en situación de calle y de la disidencia sexo/género en general, se reunieran armoniosamente en Reina, número 416, esquina Gervasio, en Centro Habana.
“Esto es un acto de amor. La ley somos nosotras en nuestras ganas de vivir: existimos, estamos, somos y seremos. Esto ha sucedido en La Habana y ojalá en 2023 se pueda replicar en muchos lugares de Cuba”, expresó la actriz, modelo y presentadora Kiriam Gutiérrrez Pérez durante la bienvenida.
Cooperación comunitaria
Dicha experiencia, “primera de su tipo organizada por la sociedad civil LGBTIQ+ de manera independiente”, al decir del periodista y activista Maykel González Vivero, “es también una oportunidad para estrechar vínculos de cooperación comunitaria y crear redes de apoyo para mejorar la calidad de vida de los grupos socialmente vulnerables”.
“La noche estuvo marcada por una energía de hermandad donde cabían desde la chica pelirroja trans con su novio hasta aquella madre con sus dos pequeños que preguntaban curiosos por el significado de las banderitas que coloreaban el local. La noche antes de la Nochebuena personas diversas compartieron la misma comida en el mismo espacio. Bebieron del mismo ponche y se sostuvieron de las manos por varios segundos para confesar que por muy duros que sean los tiempos, están junt@s para enfrentarlos”, narró a OnCuba el realizador audiovisual Claudio Pelaez Sordo, quien estuvo presente con su cámara.
Derechos de las personas trans
Meses antes de aprobarse el Código de las Familias en Cuba, varias activistas cubanas se pronunciaron a favor de una ley integral de identidad de género que penalice la homofobia, la transfobia y garantice el derecho de las personas trans a tener una educación gratuita protegida y trabajos dignos. Además, el pasado 28 de noviembre sesionó en La Habana el I Coloquio Transidentidades, violencia de género y derechos humanos con la participación de una amplia representación de la comunidad de personas trans.
Hasta hoy se repiten los elogios y agradecimientos de quienes asistieron a “la Nochebuena trans de La Habana” o de quienes dentro y fuera de Cuba aprueban la realización de este tipo de alianzas.
“En un momento de la noche una de las muchachas, una muy tímida, me vio cerca de su mesa, me haló suavemente por el vestido y me dijo: ‘Qué contenta estoy de estar aquí. No me quiero ir’. Fue casi una de las últimas en marcharse cuando ya sólo quedábamos organizadores y colaboradores. El futuro será comunitario. O no será”, escribió Mel Herrera.
Más de doce estuvieron alrededor de la mesa, en comunión con el amor y el respeto. Una sola diferencia: esta cena, la del viernes 23 de diciembre de 2022, no será la final.