ES / EN
- junio 1, 2025 -
No Result
Ver todos los resultados
OnCubaNews
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
OnCubaNews
ES / EN
Inicio Cuba Sociedad Historia

El bandolerismo en Morón

La seguridad ciudadana era uno de los problemas más acuciantes en el poblado que había adquirido categoría de villa en 1869. 

por
  • José Antonio Quintana García
    José Antonio Quintana García
febrero 2, 2025
en Historia
0
Iglesia católica de Morón. Archivo de Héctor Izquierdo Acuña.

Iglesia católica de Morón. Archivo de Héctor Izquierdo Acuña.

En los primeros meses de 1895, Narciso García Menocal, recién nombrado juez de primera instancia de Morón, conoció las numerosas fechorías realizadas desde el año anterior en la extensa jurisdicción de aquel municipio, perteneciente a la provincia de Puerto Príncipe. 

Llegó a la conclusión de que la seguridad ciudadana era uno de los problemas más acuciantes en el poblado que había adquirido categoría de villa en 1869. 

Ciertamente, se vivía en zozobra debido a las correrías de la banda de Nicasio Mirabal, Lino y Jesús Mirabal, José Ramón García, Antonio Torres y Aurelio Padilla. Otra cuadrilla que campeaba era la de José Florentino Rodríguez, “El Tuerto”. 

Desde la década de 1880 Nicasio Mirabal Morales dirigió una cuadrilla de bandoleros en la región central de Cuba.

Armados de rifles relámpagos, machetes y revólveres, recorrían las llanuras camagüeyanas para secuestrar hacendados y a sus familiares y pedir rescate por ellos. También saqueaban fincas, ingenios azucareros y bodegas.

Todavía se recordaba el secuestro del joven Enrique, hijo del hacendado Silvestre Hernández del Prado, ocurrido en febrero de 1894 en la finca Santa Gertrudis. Para salvarlo, su progenitor, tuvo que pagar más de seis mil pesos. 

Morón en esa época, con 9 630 habitantes, estaba conformado por los barrios de Chambas, Cupeyes, Guadalupe, Marroquí, Morón este, Morón oeste, Punta Alegre, Sandoval y Santa Gertrudis. 

En la finca Orosco, situada apenas a 4 kilómetros del poblado, el bandido Santiago Díaz, hermano del Tuerto Rodríguez, y su cuadrilla secuestraron a Rafael Santos, según reportes de la prensa divulgados en el mes de junio de 1894.

Tropas españolas acampadas en Morón. Archivo del autor.

Aunque la Guardia Civil salió de inmediato en busca de los forajidos, procedentes de Santa Clara, estos se “esfumaron”. En España, el periódico El Aralar, en su edición del 21 de agosto, ampliaba el reporte:

“En un solo día y en la jurisdicción de Morón realizó los siguientes hechos. Llegó a la morada de Bernardo Santos y, como este señor y su familia pudieron huir, incendiaron la casa, que quedó reducida a cenizas, y sus propietarios, sin tener ni ropa que ponerse.

Secuestraron a Rafael Santos exigiendo mil centenes por su rescate. Secuestraron a Calixto Espinosa pidiendo dos mil centenes por la libertad; todos los bienes del secuestrado no llegaban a la cantidad pedida por el rescate. 

La línea telegráfica de Morón a Chambas la cortaron quedando incomunicadas las poblaciones. Al día siguiente de cometer estos cínicos atentados, la misma partida se presentó en el domicilio de Alonso Expósito a quien secuestraron reteniéndole en su poder desde las seis de la tarde hasta la una de la madrugada del día siguiente, dejándole en la libertad mediante la entrega de trescientos centenes que le exigieron como rescate”.

En el caso de Espinosa, como no pudo pagar el rescate, lo mantuvieron en cautiverio largo tiempo. Ante esta alarmante situación, las máximas autoridades militares de la provincia y los grupos de poder se reunieron para frenar aquella avalancha que parecía indetenible. Decía La Unión Constitucional:

“El del bandolerismo es el pavoroso problema que aquí no acierta a resolver. El sábado por la noche se reunió la junta de hacendados con asistencia de más de sesenta personas, presidida por el gobernador militar señor Gasco. Se acordó gratificar con 8000 pesos a quien mate o entregue a cualquier de los hermanos Mirabal. Pagarán una parte de esa cantidad los hacendados y la otra parte el gobierno. El general Gasco ofreció 500 pesos por cada confidencia que produzca algún encuentro con los bandoleros”.

En diciembre de ese año, la banda de seis hombres, capitaneada entonces por Lino Mirabal, cerca de Ciego de Ávila, en las fincas Maniadero y Ramblazo y secuestró a Serafín Morgado y a Luis Gómez. “Las autoridades descubrieron que varios vecinos estaban de acuerdo con los secuestradores”, informaba el Diario de la Marina. 

Se reportaba, además, que los forajidos pernoctaban en los montes de la comarca moronense, en una zona intrincada que hoy pertenece al municipio de Florencia, con cuevas y agua dulce para facilitar la sobrevivencia. 

La Guardia Civil supo que los secuestradores usaban ropa azul con bocamangas encarnadas y Lino Mirabal llevaba grados de sargento primero. Era “hombre de gran corpulencia, de aspecto vulgar, de barba semirrubia y en extremo astuto, armado hasta los dientes (..)”, así lo describía la prensa. 

Al principio fue un rumor, pero luego se constató que era cierta la noticia de que Antonio Torres, integrante de la banda de Lino Mirabal había muerto durante un enfrentamiento con las autoridades en Cayo del Medio, próximo al poblado de Minas. 

El bandido, joven de unos veinte años de edad, era natural de Morón, descrito por La Tribuna, de Puerto Príncipe así: “de color trigueño, pelo negro, bigote incipiente, de estatura pequeña y poco desarrollo de cuerpo.” En la refriega también pereció otro forajido llamado Basilio Batista. 

Algunos bandoleros se convirtieron en guerrilleros para perseguir a los independentistas en 1895. Dibujo: Archivo del autor.

Comienza la guerra

El 21 de abril de 1895 ocurrió, en la zona de Jagüeycito, el levantamiento armado de los moronenses para reanudar las luchas independentistas bajo las órdenes del coronel Joaquín Castillo López, un bayamés que se enamoró de una guajira en aquellos predios, al parecer durante la Guerra Grande.

En mayo, otros veteranos, Simón Reyes Hernández, Nicolás Hernández Moreno y Justo Sánchez Peralta, secundaron el alzamiento, en la denominada región de la Trocha. 

Las autoridades tuvieron que enfrentar durante un tiempo a bandoleros y separatistas, aunque a todos los “metió en el mismo saco”. 

El 10 de junio cundió la alarma en la villa, porque guerrillas dirigidas por Campanioni y Agramonte, unos 50 hombres, burlaron las defensas e hicieron dos descargas de fusilería. El Diario de Córdoba divulgaba la nota enviada por un corresponsal anónimo acerca de este suceso: 

“Morón es un pueblo importante que está en el límite de la Trocha. Su estación es la última del ferrocarril militar servido por el Cuerpo de Ingenieros. Tiene Juzgado de Instrucción y Ayuntamiento, y su población pasa de los 8 000 habitantes.

Tiene, a tres cuartos de hora de distancia por ferrocarril, el pueblo de Ciego de Ávila, donde hasta en tiempo de paz hay guarnición, aunque ni numerosa, y donde hay oficinas de Administración militar y donde están los talleres y hospital de Ingenieros.

Teniendo en cuenta estos antecedentes, el intento de ataque a Morón revela una audacia grande. Ya no es solo Castillo el que por allí merodea; ahora ha salido un Agramonte que quiere ser pariente del célebre Ignacio Agramonte, muerto en la pasada insurrección y tenido por los separatistas como su principal mártir”.

A la estación del ferrocarril en Morón arribaron las tropas españolas que perseguían a los bandoleros y a los insurrectos.

Siguen merodeando los bandoleros

El asesinato en las sabanas de Salau de Cristóbal Rodríguez y Amado López, hermano y cuñado, respectivamente, del secuestrado Calixto Rodríguez por bandoleros sonó durante muchos meses en 1895. 

Se atribuyeron estos crímenes, refería el periódico El Bien Público, a venganza personal, “puesto que en causa que se sigue en Morón y Ciego de Ávila, por cuestión de bandolerismo, han resultado complicadas varias personas de aquella localidad”. 

Estas bandas, por sus conocimientos del terreno, colaboración del campesinado, capacidad de movilización y escaso número de integrantes, eran difíciles de capturar. A veces los forajidos actuaban bajo identidad falsa. 

Nicasio Mirabal, por ejemplo, se hacía llamar Rafael Broche, Juan Camejo y José Jesús Borges. En una de las cédulas aparecía como maestro de azúcar.

General de Brigada Federico Alonso Gasco dirigió la persecución de los bandoleros en la provincia de Puerto Príncipe. Archivo del Autor.

Algo tragicómico fue que otros usaban su nombre o el de Lino para amedrentar a las víctimas y despistar a las autoridades. Cuando una zona estaba muy vigilada, marchaban a otras para luego volver y “dar un nuevo golpe”.

Así lo cuenta el presbítero Juan Bautista Casas:

“El tuerto Rodríguez (…) con la complicidad del ahorcado coronel Méndez fue rey en los montes y vegas de Mayajigua, Yaguajay, Remedios, Guaracabulla, Taguayabón, Camajuaní y Sancti Spíritus, corriéndose por las sierras del Escambray a Manicaragua y a los altos de Cumanayagua, o refugiándose por Arroyo Blanco, Las Chambas y los esteros de Morón en la costa Norte cuando se veía acosado o quería descansar y ponerse al habla con la partida Mirabal.”

Unos meses después de iniciada la guerra independentista, la mayoría de los bandoleros se integraron al Ejército Libertador. 

Sin embargo, algunos no se redimieron y fueron fusilados por los mambises, entre ellos el temible José Florentino Rodríguez, “El Tuerto”. Otros se presentaron a las autoridades y sirvieron en las guerrillas que perseguían a los revolucionarios. Por cierto, quienes continuaron como forajidos eran llamados plateados.

Los Mirabal se incorporaron a la causa independentista y fueron ascendidos por su valor y pericia. Nicasio alcanzó el grado de teniente coronel, estuvo un tiempo en la región de la Trocha de Júcaro a Morón, comandó el Regimiento Victoria, participó en la Campaña de la Reforma, subordinado a las órdenes del general Máximo Gómez, quien en una ocasión comentó a Fermín Valdés Domínguez: “Muchos que se tienen por honrados en la Revolución quisieran ser tan correctos como Mirabal, que era antes de la guerra un bandolero, pero ahora regenerado por el deber, es digno del aprecio de todos”. 

Logró sobrevivir a la contienda y se dedicó a los negocios agrícolas en Remedios. Jesús fue comandante y también pudo ver el fin de la guerra. Lino era teniente coronel cuando murió en una emboscada, el 25 de octubre de 1896, en Tapaste, La Habana.


Fuentes:

Fermín Valdés Domínguez: Diario de soldado, Tomo 4, Centro de información Científico Técnica Universidad de La Habana, 1975.

José Rogelio Castillo: Para la historia de Cuba. Autobiografía del general José Rogelia Castillo y Zúñiga, La Habana, Impr. de Rambla y Bouza, 1910.

Juan Bautista Casas: La guerra separatista de Cuba, sus causas, medios terminarla y evitar otras. Establecimiento tipográfico de San Francisco de Sales, Madrid, 1896. 

José Joaquín Gallego Jiménez: “El bandolerismo en la provincia de Santa Clara de Cuba y su represión durante el gobierno del Capitán General Camilo García de Polavieja (1890-1892)”, tesis doctoral, Sevilla, 2019.

Diario de la Marina

La Almudaina

La Unión Constitucional

Etiquetas: Portada
Noticia anterior

Por qué las decisiones de Trump sobre combustibles fósiles apuntan hacia un “infierno climático”

Siguiente noticia

Marcha del Orgullo Antifascista y Antirracista en Argentina: denuncia contra el odio

José Antonio Quintana García

José Antonio Quintana García

Se ha desempeñado como historiador, periodista, investigador, profesor, conferencista y editor. Autor de dieciséis libros y coautor de otros quince. Sus textos se han publicado en Cuba, Ecuador, República Dominicana, Venezuela, Argentina, España, México, Estados Unidos e Irlanda.

Artículos Relacionados

Ilustración de Le Petit Journal del método usado por la pareja Michel Eyraud y Gabrielle Bompard para esconder el cadáver del notario Gouffé, luego de asesinarlo en el verano de 1889 en París.
Historia

La increíble captura del “asesino del baúl” en La Habana

por Igor Guilarte
mayo 31, 2025
0

...

Gibara a principios del siglo XX. Foto: El Fígaro.
Historia

La casona de Santa María: historia, resistencia y abandono en los campos de Gibara

por José Antonio Quintana García
mayo 25, 2025
1

...

El conocido retrato litográfico realizado por Francisco Cisneros capta la belleza natural y juvenil de Luisa Pérez de Zambrana. Aunque no fue fechado se ha ubicado en la etapa de 1865-1866. Foto: Fototeca de la Biblioteca Nacional “José Martí”.
Historia

Luisa Pérez de Zambrana: la musa del dolor

por Igor Guilarte
mayo 24, 2025
0

...

José Vilalta Saavedra se comprometió a ejecutar la escultura  al ingeniero Francisco de Albear en La Habana “por el honor y no por el interés”
Historia

Itinerario de José Vilalta Saavedra, escultor de la primera estatua de José Martí

por José Antonio Quintana García
mayo 18, 2025
0

...

Litografía del incendio de la ferretería de Isasi, la noche del 17 de mayo de 1890. Foto: Archivo del autor.
Historia

Héroes del fuego: la tragedia de Isasi

por Igor Guilarte
mayo 17, 2025
0

...

Ver Más
Siguiente noticia
Foto: Kaloian.

Marcha del Orgullo Antifascista y Antirracista en Argentina: denuncia contra el odio

David Benavídez (izquierda) metió mucha presión a David Morrell Jr. y se llevó la victoria. Foto: Esther Lin/Premier Boxing Championship.

Cuatro lecturas del duelo Benavídez vs. Morrell Jr.

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

La conversación en este espacio está moderada según las pautas de discusión de OnCuba News. Por favor, lea la Política de Comentarios antes de unirse a la discusión.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete

Lo mejor de OnCuba, cada semana. ¡Únete a nuestra comunidad!

Más Leído

  • Camila Guevara

    La nieta del Che Guevara y Pablo Milanés lanza en México su primer disco “Dame flores”

    851 compartido
    Comparte 340 Tweet 213
  • Tarifazo de Etecsa: ¿Qué dicen los usuarios?

    830 compartido
    Comparte 332 Tweet 208
  • Facultades universitarias de La Habana reclaman a Etecsa por nuevas tarifas de datos moviles

    100 compartido
    Comparte 40 Tweet 25
  • Nuevas tarifas de Etecsa: limitaciones a los paquetes baratos y venta de “extras” en dólares

    819 compartido
    Comparte 328 Tweet 205
  • Tomasita Quiala: la fenómena

    220 compartido
    Comparte 88 Tweet 55

Más comentado

  • Foto: Kaloian.

    Tarifazo de Etecsa: ¿Qué dicen los usuarios?

    830 compartido
    Comparte 332 Tweet 208
  • Cuba: La mayor distorsión de todas las distorsiones

    631 compartido
    Comparte 252 Tweet 158
  • En el Muelle del Carbón, en Casablanca

    341 compartido
    Comparte 136 Tweet 85
  • Paneles solares y sector privado: esperanza sobre las cubiertas

    371 compartido
    Comparte 148 Tweet 93
  • Ingreso a la Educación Superior en Cuba: ¿al alcance de todos o ilusión de equidad?

    61 compartido
    Comparte 24 Tweet 15

Cannabidiol

  • Sobre nosotros
  • Trabajar con OnCuba
  • Política de privacidad
  • Términos de uso
  • Política de Comentarios
  • Contáctenos
  • Anunciarse en OnCuba

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

No Result
Ver todos los resultados
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
Síguenos en nuestras redes sociales:

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

Consentimiento Cookies

Para brindar las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como cookies para almacenar y/o acceder a información del dispositivo. Dar su consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o identificaciones únicas en este sitio. No dar o retirar el consentimiento puede afectar negativamente a determinadas características y funciones.

Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario con el fin legítimo de posibilitar el uso de un servicio específico solicitado explícitamente por el suscriptor o usuario, o con el exclusivo fin de realizar la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferences
The technical storage or access is necessary for the legitimate purpose of storing preferences that are not requested by the subscriber or user.
Estadística
El almacenamiento o acceso técnico que se utilice exclusivamente con fines estadísticos. The technical storage or access that is used exclusively for anonymous statistical purposes. Without a subpoena, voluntary compliance on the part of your Internet Service Provider, or additional records from a third party, information stored or retrieved for this purpose alone cannot usually be used to identify you.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}