Las autoridades cubanas han emitido más de 2000 certificados para que igual cantidad de mascotas puedan acompañar o reunirse con sus dueños en lo que va de año, dijo a Reuters la especialista del Centro Nacional de Sanidad Animal María Gloria Vidal. El documento técnicamente se conoce como Certificado Zoosanitario de exportación de mascotas.
Más certificados que el año anterior
Según Vidal, la cifra dobla el número de certificados emitidos el año anterior y lógicamente está conectada con la actual oleada migratoria.
Solo teniendo en cuenta el programa de parole humanitario, Estados Unidos le ha dado el visto bueno a unos 57 mil cubanos para se establezcan en su territorio.
De hecho, buena parte de estas mascotas terminan en Miami, pero conseguir la documentación para llegar no es asunto fácil.
El tema se vuelve engorroso porque Cuba, explica Vidal, no tiene un laboratorio aprobado por Estados Unidos para realizar pruebas de enfermedades como la rabia cuyos resultados tengan efecto en el extranjero.
Otra lista negra, ahora por la rabia
De hecho, apunta Reuters, Cuba se encuentra en otra lista negra estadounidense: la conformada por países con alto riesgo de rabia canina, lo cual añade obstáculos a quienes deseen emigrar con sus mascotas o, habiendo emigrado, “reclamarlas”.
Los dueños deben, además, afrontar “gastos y problemas logísticos onerosos”, según el reportaje.
En parte de los casos, los viajeros suelen abandonar el país primero. Luego tratan de que sus mascotas se les unan, trámite para el cual dependen de terceros, quienes en muchos casos quedan encargados del cuidado del animal.
Los cubanos, empujados por la severa crisis económica que atraviesa la isla, han abandonado sus hogares en cantidades récord durante los últimos dos años y, muchos buscan reunirse con sus animales afectivos, sean perros o gatos.
Solo el año pasado, más de 313 mil cubanos llegaron a Estados Unidos de forma irregular, por vía terrestre y marítima. Además, muchos llegan a otros puntos del planeta, como España, México o Uruguay.