“Como a Farah le gustan los tipos malos, a nadie sorprenderá saber que sus dos maridos salieron de la prisión del Combinado del Este el mismo día”. Así comienza “Historia de un paria”, un perfil escrito por el periodista cubano Jorge Carrasco para la revista El Estornudo que acaba de recibir el Premio Gabriel García Márquez en la categoría de texto.
Carrasco relata la historia de “el más conocido travesti de La Habana, de la discriminación que se ejerce sobre los homosexuales y de cómo la batalla para combatirla se despliega mostrando un retrato amplio y versátil de la vida en la Cuba de hoy”, en palabras del jurado de este premio iberoamericano que premia por vez primera a un cubano.
“Mucho antes de tener sesenta pelucas, de convertirse en carne de presidio, de que le hundieran un cuchillo en la ingle al hombre que más feliz la hizo, mucho antes de ser llamada Lulú y de ser llamada Farah María, Raúl Pulido Peñalver nació en San Antonio de los Baños –un municipio de la actual provincia Artemisa– el 24 de agosto de 1965.”
La historia recrea la vida de un niño huérfano de madre, que muy temprano descubre su homosexualidad y su familia lo hará padecer de la forma más dolorosa, con violencia y aislamiento. “Ahora la homosexualidad es una moda, pero antiguamente tú no sabías si traía sífilis o cualquier otra enfermedad. Allí él dormía de lo más bien, porque eso estaba limpiecito”, cuenta su hermana en el balcón de una casa donde vive el padre de ambos y donde no puede mencionarse el nombre de Farah.
El relato cuenta cómo la represión que sufría, pronto trascendió su ámbito de familia y escuela: “Farah inició en 1982 un periplo dantesco por las cárceles cubanas. Las fechas precisas no las recuerda ni ella misma. Su cronología personal es tan atolondrada, tan llena de hitos, de escuelas de conducta, de maridos, de puñaladas, de juicios, que cualquier fecha puede estar sujeta a un cambio. En 1982, eso sí, está segura de haber pisado una cárcel por primera vez. Tenía dieciséis años”.
“Negra, homosexual y pobre, Farah reunía todas las condiciones para ser un paria social en la nueva Cuba que se construía.”
Jorge Carrasco, como la mayoría de los periodistas cubanos de su generación, trabajó en medios estatales y pronto comenzó a colaborar en otros medios, no estatales o independientes. Para OnCuba hizo entrevistas controversiales como la de Baby Lores, y la de Haila María Mompié. Además reveló retratos del mundo gay de La Habana con una serie sobre los giros económicos que se han operado en Cuba en la última década y cómo estos han cambiado el panorama nocturno de la ciudad para los gays, dónde prefieren divertirse los gays en la noche habanera y cómo funcionan estos lugares.
De cómo el periodismo narrativo y con vocación de servicio social puede salvar el ejercicio de la profesión en una Cuba envilecida y tóxica. Una historia que no saldrá publicada en ningún medio oficial. En fin, individuos como eso que retrata el periodista, “No los queremos. No los necesitamos”. Pero ahí están. Otras han pasado a mejor vida. Felicitaciones de corazón.
Ahora mismo esoty recibiendo todo un posgrado de derechos humanos y respeto a la libertad tremendo. De conducta cívica de la policía española, toda respetuosa ella tratando de impedir el referéndum en Cataluña. Miren no más a aquella viejecita llevada en andas por dos machotes de la policía, ella está de plácemes, toda una aventura a su edad. Q felicidad y q hermandad se ve entre el pueblo y sus efectivos policiales, será el catalán el pueblo uniformado???
A ver dónde están todos los adalides de la libertad y la democracia ahora, si fuera Pinar del Río quien se quisiera independizar y el gobierno central se lo impidiera, Ay Dios mío, q fuera de nosotros.