El deterioro de los Institutos Preuniversitarios Vocacionales de Ciencias Exactas (IPVCE) de Cuba, considerados joyas de su sistema de educación pública y gratuita, ha generado preocupaciones sobre su permanencia, pero las autoridades de educación afirman que “no están en peligro”.
“Ratifico que los Institutos Preuniversitarios Vocacionales de Ciencias Exactas (IPVCE) se mantienen y se mantendrán”, afirmó la viceministra de Educación, Margarita McPherson, en una entrevista publicada este domingo en el periódico Juventud Rebelde ante la persistencia de “inquietudes sobre el debilitamiento de la infraestructura y el rigor docente y formativo”.
“La atención a los IPVCE es prioridad y puedo dar ejemplos”, dijo McPherson.
Estos centros vieron afectado su funcionamiento debido al impacto sobre su infraestructura del “Período Especial” de los años 90 del siglo pasado, reconoció la viceministra. No obstante, insistió en que los objetivos por los cuales fueron creadas esas instituciones en la década de los 70 “se conservan y estamos trabajando con intensidad para darles más fuerza”.
“El Mined tiene una atención especial con esos centros. (…) Hemos trabajado dotándolos de medios informáticos y todos tienen conectividad. Además se han dado pasos en las reparaciones, no están igual que durante el período especial”, comentó.
Como ejemplo mencionó a la vocacional “Lenin” de La Habana –una de las más destacadas de ese programa educativo– la cual ha reducido muy significativamente sus instalaciones y matrícula, y según refirió se trabaja para “mantener una infraestructura que garantice las condiciones necesarias para los estudiantes”.
“Se labora para rescatar el gimnasio, la piscina, áreas de esparcimiento. Hay un programa que siguen las autoridades de la capital. El futuro de las estructuras que ya no serán utilizadas por ese IPVCE, debido a la reducción de la matrícula, está aún en análisis”, dijo.
En noviembre pasado una nota publicada en la cuenta de Facebook de la revista de divulgación científica cubana Juventud Técnica, dio a conocer que se desmantelaban significativamente las instalaciones del Instituto. Varios egresados comenzaron a publicar fotografías en las redes sociales, donde era posible comprobar el deterioro.
McPherson asegura que el Ministerio de Educación tiene una atención “especial” con los 16 centros de ese tipo que existen en Cuba, en los que el número de alumnos ha disminuido desde los más de 26,000 estudiantes que había en el curso 1991-1992 hasta los 11,045 inscritos en la actualidad.
Recordó que para ser admitidos en una vocacional, los alumnos deben poseer un índice general de 88 puntos durante sus estudios secundarios y de 90 puntos como promedio en las asignaturas de Matemática, Física, Química, Biología y Ciencias Naturales.
A ello se suman tres pruebas de ingreso en asignaturas de ciencias e Historia y el plan de estudios tiene cursos complementarios relacionados con ellas.
“En esas escuelas hay una exigencia perenne con el estudio, porque el alumno tiene que mantener más de 85 puntos en las asignaturas de ciencias para continuar matriculado. Cuando pierde ese índice no puede seguir en la vocacional, eso hace que se esfuercen más, tanto los alumnos como los profesores”, señaló.
Recordó que cuando surgieron estos institutos, sus planes de estudios incluían el diseño de “estudio-trabajo” que aún se mantiene, pero indicó que la situación actual del país “ha variado, lo que ha hecho tomar medidas y cambiar la manera en que se asume”.
“Hoy tienen destinado un día de actividad socialmente útil, que puede ser agrícola o de otro tipo, y forma parte de la concepción de formación laboral de nuestros estudiantes”, agregó.
La funcionaria resaltó la participación de los estudiantes de los IPVCE en concursos desde el nivel de aula hasta nacionales y olimpiadas internacionales, donde la cosecha de premios se ha incrementado en los últimos tres años y el 70 % de los participantes regresa con medallas o galardones.
EFE / AP
Oh mi escuela del alma…. Qué triste verte así. Pero me quedan los recuerdos de los tres años vividos ahí.
El IPVCE de Sta Clara está por el estilo. Son muchos y bellos los recuerdos de una epoca dificil y bonita. El periodo especial. Especial es El mismo adjetivo q usa Margarita McPherson para referirse a la atencion q le da a esos centros. Con eso lo dice todo.
Es una lástima q no se de cuenta Margarita McPherson q no es tan especial la atención que necesitan los IPVCE, es un problema de direcciones de las escuelas. Hay muchas actividades que son posible hacerlas a través de los estudiantes para que las escuelas luzcan mejor, como lo hizo mi generación en el peor momento del período especial (1991-1994). Si hubo algo q aprendimos fué a cuidar de la escuela, como nuestra propia casa.
Fuí de visita al IPVCE d la Habana y casi lloro del nivel de deterioro y de despreocupación por parte de los professors y de los estudiantes. Las áreas verdes llenas de basura, los pasillos sucios, la mala apariencia de los professors (forma de vestir) etc etc. Y le sumo a todo eso la ridícula idea de que los estudiantes tengan un pase semanal y que los padres tengan la posibilidad de visitar la escuela los Miércoles cuando ésto sólo contribuye a la suciedad y el deterioro.
Es increíble como justificamos el mo tener soluciones para algunos problemas, cuando la verdadera solución está en nuestras manos….
Hola Natacha, por favor contáctame, estoy buscando un reportaje que hiciste en Cuba en el año 2014 para la UNEAC. Te agradezco!! catalina.florez@gmail.com