Hubo una escuela fabulosa, cuyo nombre larguísimo nunca pronunciamos quienes pasamos seis años en ella (tiempo definitorio, debo añadir). La Lenin, más que un plantel, más que una beca, mucho más que el sitio donde cursamos los estudios de Secundaria y de Preuniversitario, es un mito. Su encantamiento es de tal envergadura, que casi han transcurrido cuarenta y cinco años desde el día en que atravesamos la puerta (la garita, decíamos), y seguimos deslumbrados. No es el propósito de esta estampa intentar siquiera un acercamiento a todo lo que debe contarse de La Lenin de los primeros tiempos. Ella merece novelas, películas, antologías, poemas, libros de cuentos, testimonios de varias generaciones, y obras de teatro.
Me limitaré a uno de los métodos de enseñanza que nos aplicaban: Los reportes. Aunque más adelante fuera eliminada, la disciplina militar se pavoneó durante nuestros primeros años. Nos despertaban al compás de un llamado al combate, marchábamos por pasillos y plazas, soportamos inspecciones súper rígidas de los albergues, nos revisaban el orden de las taquillas, de las gavetas, de las zapateras, aprendimos a tender las camas y a colocar correctamente las toallas. Los horarios eran inalterables: 6 am de pie, 6 y 20, formación en la plaza, de 6 y 30 a 6 y 45, desayuno, luego nos dirigíamos al edificio Docente si nos tocaban clases por la mañana, o partíamos al campo, a recoger pepinos, tomates o lo que fuera. Todo era regido por un orden militar. Luego de los tres primeros años, las actividades agrícolas eran sustituidas por otras, como confección de pelotas y guantes en la industria deportiva, ensamblaje de radios, colocación de baterías en la fábrica de pilas, etcétera. En honor a la verdad, nos divertíamos muchísimo. Ciñéndome al propósito de esta estampa, hablaré de los reportes. Entre otros adminículos (como el llamado Bolsiplan, donde debíamos reflejar las actividades que haríamos cada día), andábamos con una pequeña libreta que constaba de diez renglones. En ellos, los profesores apuntaban las deficiencias que cometíamos los alumnos, de manera que en teoría se contemplaba la posibilidad de violar la disciplina diez veces, lo cual era gravísimo. La amenaza más cruenta era suspendernos el pase del fin de semana. Eso nos aterraba. Y nunca, que yo recuerde, se llevó a cabo.
Hubo de todo: Alumnos ejemplares que jamás recibieron un reporte (los denominábamos “los conscientones”); otros (y otras) tan irreverentes, que necesitaron hojas añadidas a la libretica, para mostrar los doce o quince reportes que acumulaban. Por último, estábamos los intermedios.
Muchos(as) de nosotros nos comportábamos de forma “normal”, o sea, ni tanto ni tan poco, justo en la salutífera corriente de no destacarnos de ninguna forma.
Poco a poco el relajo fue ganando terreno, y lo que comenzó con un rigor hoy día inconcebible –incluido el nombre del reporte, entre los cuales los más frecuentes eran “Tarde a formación”, “Falta de respeto a un profesor”, ”Daño a la propiedad social”, “Uso incorrecto del uniforme”– alcanzó matiz de choteo. Llegó el momento en que ni los propios educadores sabían cómo nombrar la indisciplina cometida por el alumnado, sobre todo si se descubrían colillas de cigarros, parejas besándose en los aleros, violaciones del horario escolar, fugas hacia el Parque Lenin, entre otras lindezas. Así, se incorporaron reportes como “Cabos en la zapatera”, “Manifestaciones amorosas”, “Violación del horario de silencio”, “Piscineo en el turno de Física”, “Practicar clavado en la litera”, “Pizza en la gaveta”, “Ventana con blúmer”, entre otros.
Mi preferido, el que más me intrigaba, aquel reporte que conservó el tono militar de los primeros años (y con el que fui multada en más de una ocasión), supera, hasta hoy, cualquier posibilidad de comprensión: “Tibieza”. En esa simple palabra se encerraba casi todo. Podía tratarse de tardanza al despertar, al incorporarse a la formación, al dirigirse al comedor, desidia para responder, lentitud a la hora de ir al Docente, procastinación, irrespeto, en fin.
Ahora, cuando ya todos somos “tibios” por dictamen del almanaque y por mandato de Dios, cuando se convocan fiestas deliciosas en varias ciudades del mundo en aras de evocar aquellos divinos años de nuestras vidas, vienen a mi mente los dichosos reportes. Y claro, me causa mucha gracia recordarlos, aunque seguramente me correspondería uno que se llame, por ejemplo, “Hipermnesia”. Si los ángeles de la memoria lo permiten, seguiré rememorando La Lenin sin pretender ninguna originalidad. Después de todo, somos cuatro mil quinientos cerebros dispuestos a no olvidar, a seguir creyendo que tuvimos la más feliz de las infancias.
La más feliz de las infancias? En una escuel de corte militar? Definitivamente mejor llamarlo “Sindrome de Estocolmo”
Hubo una escuela con mas rigor y si fue de regimen militar
Escuela Militar Camilo Cienfuegos
Por su siglas E.M.C.C.
Perteneci a una de ellas y todo igual a lo que Ud menciona imposible de olvidar
Lo que hoy es la universidad de Matanzas ahí estuve en los afamados camilitos.
Era un orgullo en esa época solo tenia 11 años de edad en 7mo grado en cualquier lugar que nos parábamos escuchábamos decir mira un camilito.
Después al pasar de los años ese encanto murió ,y hoy no es orgullo de nadie.
Pero si forjó mi carácter para toda una vida.
Lamento haber perdido mi niñez en ese lugar.
Divino… me pone nostálgica … pero no recuerdo mi libreta de reportes.. todos teníamos una ???
Tendemos a borrar los malos recuerdos como mecanismo de auto-defensa pero la realidad en la Lenin era mucho más compleja que la visión romántica ofrecida por la autora. Y no podía ser de otra forma en un plantel que albergaba tantos estudiantes a la vez. Por mencionar sólo un par de ejemplos, recuerdo el suicidio por ahorcamiento de un alumno que iba a ser sometido a un consejo disciplinario por jugar con unas frutabombas durante el trabajo en el campo. Recuerdo también con gran dolor el ‘bullying’ colectivo, despiadado y constante, a dos muchachas que eran unos ángeles en el trato, pero una de ellas tenía caderas desproporcionadamente grandes y los chicos le ladraban al pasar; la otra muchacha poseía una discapacidad física que no le permitía caminar con normalidad, a lo que se unía una nariz afilada y pelo muy lacio, por lo que la insultaban llamándole “bruja”. También se dio al menos un caso de un profesor que sedujo a una alumna y un chofer de los ómnibus escolares que sedujo a más de un adolescente masculino, alumnos del plantel. Hubo altercados entre profesores y alumnos donde medió la violencia física, aunque sin mayores consecuencias, por suerte. ¿Para qué seguir? La idea es que la vida no es en blanco y negro sino de todos los colores en todos sus matices.
Todavía recuerdo mi primer reporte- Hablar en el comedor jajaja
la lenin incluso hace apenas diez años valía la pena. el compañero ruben y otros que intentan hacerla ver como un campo de concentracion, naturalmente, olvidan que de ahi salieron excelentes profesionales y seres humanos. espero más artículos como este
La Lenin continua siendo una escuela fabulosa, ninguno de sus alumnos podemos negar que recibimos una educación esmerada , de calidad y gratis, que nos prepararon para la vida, casi todos somos profesionales de prestigio , muchos ocupan importantes cargos en cualquier país del mundo donde se encuentren ,por lo que dices en tu articulo debes ser de las fundadoras, es cierto que la disciplina era militar pero eso también nos formó en una disciplina , en el orden y estar en la escuela era voluntario así que los que hoy se quejan se quedaron por que quisieron , como dice mi hija que años más tarde fue alumna también de la Escuela allí conocí el amor , guardo muchos gratos recuerdos y muchas amistades porque donde quiera que voy me encuentro algún ex compañero o compañera de estudios y es como un gran sindicato o cofradía de fraternidad. Gracias Laidi por traer a mi memoria tan gratos recuerdos!!
La mejor escuela del mundo!! La mas feliz de las infancias, sin duda!
Conocí al que se suicido y a quién lo encontró muy triste,éramos del mismo curso tampoco recuerdo la libreta de reportes
la Lenin más allá de todo lo bueno y todo lo malo y todo lo mediocre que allí sucedía se ha convertido en mito. Ni todos los que allí estudiamos somos profesionales de prestigio hoy, ni la enseñanza era tan maravillosa como queremos que se crea…Fue una buena escuela donde había disciplina y se hizo lo mejor que se pudo en cuanto a la educación que tampoco fue nada del otro mundo porque había muchos profesores del destacamente que por muy bien que lo quisieron hacer eran demasiado jóvenes para ser buenos profesores. Entonces que ni muy-muy ni tan-tan. Más allá del mito, era una buena escuela sobre todo durante los primeros años y luego todo se fue a la mismísima porquería como todo le país.
Todo tiene puntos de vistas muy acertado. Faltaron algunos aspectos favorables y otros desagradables todos por supuesto en la época en que cada uno estuvimos involucrados en la misma.En mi experiencia la primera época entre los 70 y 75 fue muy interesante y memorable. Luego cuando comenzó la cacería de brujas fue muy triste ver como en las Asambleas de depuración votaban colegas tan buenos y por descriminacion de cualquier índole tenían que abandonar la escuela. Dejo lo otro para pensar lo que hizo el regimen.
Maravilloso reportaje, muy sincero, evocador de momentos felices y portador de una gran verdad, que esa escuela y nuestra infancia /adolescencia están unidas de forma indisoluble, para poder decir hoy 40 años después(soy de la promoción 4, del 1977)que fue espectacular y pienso que irrepetible, y estamos tarados todos con esa cosa de ser de LA LENIN, lejos de posiciones de autosuficiencia o falso altruismo, nada que te felicito por lo que escribirte, y aqui tienes un nuevo amigo leninista, de los fundadores y quien le pique que se arrasque
Mis respetos a Leidis Fernandez, a quien admiro como escritora (libros de diferentes generos para todas las edades) por el articulo de marras. No estudie en la Lenin, pero conozco a muchos que si y se convirtieron en excelentes profesionales que se desenvuelven muy bien tanto dentro como fuera de Cuba, entre ellos una hija que fue alumna y otra profesora. Actualmente tengo alli una nieta. Me adhiero al comenterio de: Rilma Roman Noguera en todos sus aspectos. Respecto a otras opiniones desfavorables a la escuela, las respeto. Como nada es perfecto ni absoluto, esa escuela tampoco llego nunca a la perfeccion, pero “lo que brilla con luz propia nadie lo puede apagar”, y valga la trillada frase… En una institucion como esa, pudieran haber ocurrido muchas cosas, no lo niego, porque en ella todos los que la representaban eran y son seres humanos. Estoy seguro que dicha escuela fue y es generadora de mas luces que sombras. El sol quema con la misma luz que nos alumbra…, hay quienes solo miran sus manchas. No recuerdo exactamente la frase, pero fue expresada mas o menos asi por nuestro Jose Marti.
Tantos no podemos estar equivocados. La Lenin deja una huella imborrable a todos los que pasamos por ella. La mayoría de los que estudiaron allí la recuerdan con cariño y admiración. Solo ahora me doy cuenta del enorme gasto que representaba hacerla funcionar como en los primeros años, miles de alumnos, cientos de excelentes profesores y empleados, Suministro de agua, bombas hidraulicas, electricidad calderas, agua caliente, piscinas, insumos para la docencia (incluyendo laboratorios de todo tipo), implementos deportivos, instrumentos musicales. La enseñanza si fue maravillosa. (Tampoco todos los egresados de Harvard llegan a ser luminarias). Los profesores del Destacamento eran generalmente (y tristemente para muchos de ellos) los mejores alumnos de su curso. Hubo cosas malas y buenas, el acoso escolar entre ellas, pero el saldo fue inmensamente positivo para los que tuvimos la suerte de estar allí en aquellos años, y aún, cuando las condiciones actuales no son ni remotamente parecidas a las de su fundación, los estudiantes que pasan por ella quedan marcados y recuerdan con amor esos años y desean que esa escuela progrese y perdure para siempre.
Laidi, el reporte “Manifestaciones amorosas” en nuestro tiempo tenía otra denominación : “Practicando pareja”. ¡Realmente el idioma cubano-español es maravilloso!
Laidi, hubo uno muy gracioso que fue: HABLAR EN SILENCIO. Parece que el renglón no alcanzó para escribir que el individuo hablaba después de las 10.00 de la noche, hora en que supuestamente debían apagarse las luces de los albergues e irnos todos chuculun a la cama.
Laidi el reporte del amor era la violación del artículo 1.2 del reglamento. me he reido mucho y he sentido mucha nostalgia. te agrego otros reportes: “ventana sucia, cama ajada” de eso me pusieron algunos. un beso y gracias!!!
Coincido con ex-alumno que tendemos a borrar los malos recuerdos. Yo estuve 6 año, viví buenos y malos momentos. Entre los malos puedo citar tres que no puedo olvidar. Cuando se descubría que un alumno era homosexual, primero le daban una golpiza en el albergue y luego se informaba al director. Tampoco se me olvida que en 8vo grado en la unidad 2, el jefe de albergue nos hacía desde las 5 y algo hasta las 6.00 am porque según él se había perdido un objeto de alguien. Pagábamos juntos por pecadores. El director nos veía correr y no decía nada. En 9no grado, también en la unidad 2, el jefe de albergue (un tal Ciro) y algunos de sus allegados tenía “criados” que se encargaban de lavarles sus camisas, tenderles la cama, entre otras tareas. Los “criados” eran alumnos con carácter muy débil, casi delgados o de baja estatura. Si bien yo no abuse de nadie, hasta hoy siento vergüenza de no haber hecho nada para defenderlos.
Laidi. Muy lindo lo que describes y muy parecido a mis recuerdos, te lo agradezco.Fue un tiempo maravilloso con sus bemoles, sin olvidar que era una etapa de la vida que es dificil independiente del lugar. Fuimos privilegiados de lo que vivimos y creo que en su mayoria somos buenas personas formadas en esa escuela.
Te aporto con otro reporte ..fraude politico… eso fue por copiar o fijarse en una prueba de prensa. Te acuerdas???.
Soy de la generacion del periodo especial. Por lo que era muy dificil mantener la disciplina como decia el reglamento en medio de tanta escasez. Nunca tuvimos libretas de reportes, ni piscina llena para poder escapar del turno de Fisica. La educacion y sus profesores si eran lo mejor a lo que se podia acceder en aquella Cuba agonizante. Atesoro momentos memorables de aquella epoca adolescente. Era un lugar con paisajes hermosos y un sentido de indpendencia y falsa libertad que marcaron la vida de todos los que por alli pasamos. Sindrome de Estocolmo?? No creo estudie con los nietos de los que bajaron de la sierra , con los hijos de la peluquera de la esquina. Unos llegaron a ser grandes profesionales otros no tanto independiente del apellido que llevaran. Un beso y abrazo a todos los que por alli pasaron.
Laidi, como siempre, EXCELENTE!!!!!
Síndrome de Estocolmo
Yo la pasé pésimamente en los estudios. Siempre aprobaba Física con 82, más los 3 puntos de criterio del profesor y libraba el año con 85. No sé si era casualidad o que el profe me tiraba el cabo, porque inteligente en Física no era. Jajaja. Cogí reportes de todos colores, y odiaba los horarios y la gimnasia matutina y el Marxismo Leninismo. Las lágrimas se me salían bostezando en las asignaturas de ciencia. Me caían remal Fornaris y Miguelito. No soportaba ir al organopónico a chapear. Chapeaba peor, era como si le estuviera dando a la hierba con un bate, para que se acostara, y pareciera q estaba cortada. Pero no cambio esos 3 años ni a los amigos que conocí por nada.
Yo pasé por ahí, pero eso no me hace idealizarla más de la cuenta. Tengo muy hermosos recuerdos, pero me imagino que sea igual para los que pasaron el preuniversitario en otros lugares, cada cual con sus memorias. Las cosas malas (abuso en los albergues, intolerancia, trapos sucios, etc) ocurrieron en los demás lugares, todo fue producto de la época que se vivía, no de una escuela en particular. En mi tiempo también se suicidó uno, pero lanzándose de la azotea de su edificio en un pase.
Que gran verdad: “la mas feliz de las infancias” y los reportes en mi opinion dan una medida de la formacion que tuvimos…….si hubieran seguido con ese rigor en las escuelas, ahora seriamos otra sociedad!!!
Muy bueno. Espero seguir reviviendo mi paso por la Lenin a partir de textos como este
mi amiga laidy muy bueno tu escrito aun te recuerdo con mucho cariño tu drmias en la litera debajo de la mia ,, , y ahora ya con unos cuantos añitos en mi esqueleto ,, ya me es hasta bien simpatico y me rio de eso ,, pero mucho que llore cuando me ponian reportes ,, de aquellos ,,,taquilla con polvo ,, o ventana sucia ,, o hablando en formacion jaa,,, recuerdo a bell pasando inspeccion ,, en fin como tu bien dices ,, son recuerdos que si nos ayudaron a la formacion de quienes somos hoy en dia ,, un besito mariola
Quiero agradecer, con total franqueza, los comentarios de amistades, algunas de las cuales redescubro por esta via, gracias a esta publicación. Un beso muy especial a ellas, y a las complicidades de una época que no es posible borrar de un plumazo. Un abrazo especial a Celeste, a Karen, a Olguita, a Susana, a Mariola, a Alicia, y una risotada a MVMC. ¿Quién serás, por cierto? A quienes no conozco, agradezco también, y a aquellos que se empeñan en “Estocolmonizar”, o sea, demonizar recuerdos, mis gracias también. Al menos, han leido el texto, y ya eso es suficiente. Nos vemos en la próxima añoranza!
Me gusta mucho tu escrito y de cierta manera resume aspectos vitales de una epoca que para muchso, amen de los defctos o excesos, fue un tiempo pmaravilloso. En unapequena ciudad de mas de 5 mil personas debe haber de todo como en botica. Y por eso no escapamos de lo malo o lo pero Pero de alguna manera algo estuvo sin dudas bien Pues, al menos en nuestra generacion que paso 6 anos alli, se forjaron amistades que han sobrevido al tiempo, la distancia y al aleman.
Besos y te seguire leyendo. Cuando de ” La Lenin” se trata creo que como dices le debemos mas de un arte
Yo tambien soy graduado de la Lenin, de la primerisima graduacion, aquella que estreno los uniformes azules y que no llegamos a disfrutar la escuela pues muchos de sus locales aun estaban en construccion. Guardo muy bellos recuerdos de mis compañeros y de algunos maestros, per no siento nostalgia por la escuela. Mas recuerdos me trae Vento Pre, quiza porque eramos un grupo de estudiantes mas reducido y una escuela rodeada de bellos jardines junto a lo que quedaba del rio Almendares.
Laidi…leerte siempre es un deleite. La Lenin nos marcó y nos unió. Y, por supuesto, cada vez nos resistimos más al olvido de lo que significó para nosotros. Gracias por trasladarnos en el tiempo, a aquel tiempo.
Bueno yo me gradué hace algún tiempo la verdad es que tengo muy buenos recuerdos de este lugar, me duele como se ha maltratado su instalación y en las condiciones en que está actualmente, todos vivimos momentos buenos y malos, pero lo cierto es que nos marcó para siempre. A mi personalmente me enseño mucho pasar por esta escuela, me divertí mucho, los recuerdos que tengo siempre son los buenos……la verdad que en mi tiempo la cosa no era tan estricta, a lo mejor por eso la pasamos tan bien, en fin, saludos para toda la gente linda que recuerda a la lenin para bien y que la tiene en su corazón.
La Lenin, ahi hice mis mejores amigos, mis hermanos de toda la vida, tuve profesores geniales, hice locuras como nunca antes ni después, no se porque cuando pienso en ella todavía me siento adolescente, caminado por el pasillo central o bajando al H1 a bañarme. Ahí pasé el 93 cubano, el 94 y el 95, mucho milordoooo. Alguien tiene que hacer una pelicula de la Lenin o un libro y tiene que tener mucha jodedera. Muchas gracias por los recuerdos.
Me parece estar oyendo a mi papá hablando sobre La Lenin, el es de ese tiempo exactamente justo cuando quitaron el grado 13. Somos una familia de leninistas, yo soy de la 34 (la epoca de la operacion milagro) o la de los ‘aires’ como me gusta recordarla; mi hermana (37), mi mujer (35), mis prima (31) …. todos coincidimos que son los mejores años, lastima que para nosotros solo fueron tres. Hoy en dia mis amigos cercanos siguen siendo los que conocí allí. Gracias por los recuerdos Laidi
Laidi yo soy OCMC. Te suena el MVMC? V es su segundo nombre!!! Ella es misteriosa. Jauja!
Indiscutiblemente son los mejores años que he pasado aunque ya han cambiado varias cosas ya que soy de la 42
También conozco a muchas personas que no la pasaron bien, que lloraban casi todos los días, no es mi caso.
Yo tengo muy buenos recuerdos, y las amistades que hice allí son para toda la vida, las de verdad, las que conocen tu esencia.
Cada generación tuvo sus becas, unas más rigurosas que otras. La del incio eran muy duras, pero la felicidad por poder estudiar lo hacia llevable.
Este articulo de Laidi trae gratos recuerdos de aquellos anos unicos que la mayoria de los ex-alumnos de La Lenin tanto disfrutamos como parte de nuestra Graduacion V Aniversario (1979-1984), esos que nos graduamos en el Pico Turquino, o de cualquiera otra graduacion en estos anos desde que fuera oficialmente inaugurada en 1973.
La Lenin ha sido y es bastante mas que una institucion academicamente rigurosa de jovenes talentosos. La Lenin es y seguira siendo un punto de encuentro, de referencia, de nostalgia. Los alumnos de la La Lenin y sus vivencias estan por encima de sus diferencias ideologicas e inclinaciones polticias, pues la fraternidad y el orgulloso sentido de pertenencia a esa escuela, nos hace una familia donde quiera que estemos y sin importar el tiempo que haya pasado.
estudie en esta maravillosa escuela, mi graduacion fue la del 10 aniversario, fueron 6 increibles años, en los cuales hubo de todo, alegrias, penas, pero siempre amando el lugar donde nos educabamos, añore mucho estar alli, cuando me gradue en el 84, despues estuvo mi sobrina, y mas tarde, mi hijo, que se graduo en la 41, tantoa años pasaron, pero la lenin, siempre sera para todos los que nos educamos alli, la gran escuela, el gran lugar donde vivmos nuestra adolescencia
Realmente me alegra que guardes tan lindos recuerdos .me encanta tu estilo.