Poco importa la edad para formar parte de la multitud de cubanos a orillas de un río. Las altas temperaturas del verano hacen el aire casi irrespirable en la ciudad de Camagüey y los 100 kilómetros hasta la playa Santa Lucía llegan a ser demasiados.
Los afluentes son escasos, tanto como raros son sus nombres, pero a las orillas del Saramaguacán, Los Cangilones del Máximo, Las Clavellinas o el San Pedro finalmente llega el alivio.El pretexto del calor convoca a la familia y los amigos y hasta el “mamífero nacional” se sacrifica en favor del esparcimiento.
La excursión funciona mejor para aquellos con espíritu aventurero, aunque sea solo por unas horas. No importa si se llega pedaleando, en carretón de caballos, o un poco más cómodos, en camión o en auto. De cualquier forma se aplicará la fórmula mágica del verano en Cuba: sol, agua y muy poca ropa.
Muy lindos recuerdos, estuve doce veces con mi difunto esposo e hijo disfrutando en esa linda provincia, años tras años y tuve la dicha de ir a todos los campismos que tienen, incluyendo la Playa de santa Lucia