Los huracanes y sismos de las últimas semanas dejaron un total de 876 centros educativos con afectaciones de diversas escalas, según informó Cira Piñeiro, viceministra primera de Educación, durante la presentación de la Ruta Socioemocional, un proyecto de la Oficina Regional de la UNESCO, en colaboración con ese ministerio.
Este 2 de diciembre, especialistas en educación de ambas instituciones, artistas y gestores culturales, comenzarán un recorrido de dos semanas por Guantánamo, Granma, Artemisa y La Habana; la ruta lleva por nombre “Reconstruir esperanza”.
El proyecto ofrece algunas novedades hasta ahora no exploradas en el apoyo que, en situaciones de desastre, ha desarrollado la UNESCO en Cuba, además del apoyo material: en este caso, cada escuela beneficiada recibirá donativos que superan el valor de los mil dólares en un kit de enseñanza, kit para las aulas y kit deportivo y cultural.
Lo socioemocional al centro
Henry Renna, especialista de educación de la Oficina Regional de la UNESCO en La Habana explicó a OnCuba que esta es la primera vez que el tema socioemocional se coloca en el centro de un proyecto de este tipo.
“Hace algunos años, con el huracán en Pinar del Río y en Viñales, se hizo un esfuerzo precisamente en alianzas entre UNESCO y UNICEF que buscó, junto con la recuperación de aprendizaje, incorporar elementos de bienestar socioemocional, psicosocial y de salud mental. Fue precisamente la experiencia de la pandemia la que puso en el corazón de nuestro debate la importancia de la salud mental.
”La evidencia reciente es cada vez más poderosa en relación a lo fundamental que resulta el aprendizaje socioemocional, no como un complemento, o un anexo, sino como pilar fundamental del proceso educativo que integra precisamente lo cognitivo, lo conductual y lo socioemocional. El Ministerio en Cuba es parte del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación. Es decir, ya es una agenda, llamémosle de transformación, que se ha venido incorporando dentro de las acciones del Ministerio de Educación y precisamente nosotros quisimos tomar la oportunidad de reforzar esta dimensión”, explica Renna.
Pero esto no es un aspecto al que deba prestársele atención sólo en situaciones de desastres.
El especialista en políticas públicas y educación expone que “una de las recomendaciones a nivel global reciente es lo que se denomina el enfoque de nexo, que es cómo podemos lograr un nexo entre emergencia y desarrollo. ¿Qué significa eso? Que cada acción rápida que desarrollemos en la respuesta inmediata a la emergencia debe tener una conexión y una perspectiva y una mirada de largo plazo hacia el desarrollo del país.
“Mientras nosotros vamos a brindar soporte socioemocional en estas escuelas y en estas comunidades más afectadas, al mismo tiempo, con el Ministerio, abriremos a nivel nacional una formación a más de 500 metodólogos cubanos para transversalizar el aprendizaje socioemocional en todo el sistema educativo.
”El aprendizaje socioemocional no es simplemente hablar sobre las emociones en el aula; no es simplemente una actividad nominativa que incorporamos en el plan de estudio o en el currículo. Es repensar una escuela que no solamente se enfoque en los logros académicos, sino en el desarrollo de la ética del cuidado, que no es solamente con uno mismo, que es el componente de regulación y autoconocimiento de las emociones, sino también con el otro y con la comunidad”.
Fondo Semilla
Una novedad en la Ruta es la aplicación del concepto Fondo Semilla en cada una de las instituciones escolares.
Anne Lemaistre, directora de la Oficina Regional de la UNESCO en La Habana, explicó que buscarán “construir proyectos escolares liderados por jóvenes para que ellos se comprometan a hacer algo para la escuela en esta fase de reconstrucción”.
Cada escuela recibirá la misma suma financiada por la Oficina, una decisión de inversión que no se basa precisamente en la generación de nuevos ingresos, sino en apoyar una idea de proyecto, las capacidades y habilidades de sus creadores.
“¿Qué tiene que ver un fondo semilla con el aprendizaje socioemocional en estados de emergencia?”, se auto pregunta Henry Senna, y ahonda, “pues precisamente la promoción de propósitos de vida colectivos. El involucramiento de estudiantes en acciones transformadoras con su comunidad nos permite aumentar la confianza no solo individual, sino colectiva, aumentar la solidaridad, el compromiso con el proceso educativo y sobre todo que el aprendizaje no se detenga”.
Además, permitirá reafirmar a la escuela “como el principal espacio de reconstrucción, de fortalecimiento de las capacidades comunitarias y, al mismo tiempo, el principal espacio de reconstrucción de esperanzas para Cuba, para la región”, argumenta.
Actores privados cubanos en la ecuación
Dentro de los donativos que la UNESCO realizará a las escuelas afectadas están los kits deportivo y cultural. Para conformarlos apostaron por apoyar a la industria creativa de emprendedores cubanos.
“Muchos son jóvenes y mujeres, que es importante decirlo. Emprendedoras y emprendedores que hoy día son los que están dinamizando la economía cubana; son los que están contribuyendo con riqueza no solamente económica, sino intelectual, con valor agregado, generando conocimiento; y lo que hicimos fue identificar a aquel sector de la industria creativa que está vinculado al sector educativo”, nos cuenta Renna.
“Nos encontramos con cooperativas, con asociaciones, con pequeñas empresas que están desarrollando útiles educativos con materiales reciclados. Entonces, lo que hemos querido es dar cuenta de que están las condiciones en Cuba para hacer algo. Este país tiene una creatividad y una inventiva que a nosotros no deja de sorprendernos y quisimos, como Unesco, acompañar este proceso que se está viviendo en el país; hacerlo desde la cultura, la educación y la ciencia”.