Graduado de Química Farmacéutica y científico del Instituto Finlay de Vacunas, a Freddy Rojas Thomas le nació una nueva pasión: el vino.
Con apenas cuatro meses en esta labor, el joven de 38 años ya fabrica vinos de alta calidad y logró incluir productos suyos en el V Festival Nacional de Vinicultores de Cuba, que se celebrará en Cienfuegos el próximo febrero.
Rojas Thomas contó a Prensa Latina (PL) que presentó sus bebidas en una cata especial realizada en La Habana para seleccionar las que participarán en el certamen cienfueguero y tres de ellas fueron seleccionadas.
Para él, lo que comenzó siendo un hobby se ha convertido en un nuevo camino en la vida, aunque —al menos por el momento— sin abandonar la ciencia.
El científico devenido emprendedor explicó que, a su gusto por el vino, se unió el deseo de “concebir algo diferente a los medicamentos que crea y desarrolla a diario en el prestigioso centro científico donde labora”, reseña PL.
https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=1241311010158031&id=61554700751346&substory_index=1241311010158031
Visionaje de videos y lectura de artículos sobre la producción vinícola, y experimentación en su propia casa, fueron los pasos previos de Freddy antes de lanzarse a esta aventura con su propia marca: Vinos Alejo.
Primero probó con algunas uvas que compró y luego con varias frutas, precisó.
Comenzó procesando esa materia prima y produciendo solo un litro de vino. Luego elevó la producción para obtener, dos, tres y más litros, hasta fabricar las primeros botellas que presentó en la cata habanera a fines de noviembre.
El vino que más atrajo al jurado del certamen fue un tinto elaborado con uvas, refiere PL, que destaca igualmente otro de coco.
En la actualidad, el científico vinicultor trabaja también con otras frutas como naranja, limón, mandarina y ciruela china, así como con plátano y caña.
No obstante, esta producción está limitada por el momento por sus posibilidades materiales, pues solo cuenta con condiciones para crear de 20 a 23 botellas de vino.
Rojas Thomas detalló que “su negocio aún se encuentra en etapa de desarrollo, por lo cual no cuenta todavía con una producción lo suficientemente extensa y fuerte como para responder a una alta demanda productiva y comercializadora”.
Sin embargo, quién duda de que en un futuro no muy lejano el joven científico pueda dar un salto productivo y consolidar a Vinos Alejo como marca en el escenario vinícola cubano.