Zonas de Cuba vinculadas a industrias presentan los mayores problemas con la calidad del aire, según expertos

Las investigaciones desarrolladas por el Centro de Contaminación y Química de la Atmósfera (Cecont), del Instituto de Meteorología, reflejan que las ciudades más afectadas en ese sentido son Mariel, Nuevitas, Moa, La Habana, Santiago de Cuba, Cienfuegos y Matanzas.

Planta de níquel, en Moa, en el oriente cubano. Foto: Juan Pablo Carreras / ACN / Archivo.

Planta de níquel, en Moa, en el oriente cubano. Foto: Juan Pablo Carreras / ACN / Archivo.

Estudios realizados durante los tres últimos lustros han confirmado que varias ciudades cubanas vinculadas a diferentes industrias presentan los peores niveles de calidad de aire en la Isla, lo que resulta perjudicial para las personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares, pacientes de cáncer, mujeres embarazadas, niños y ancianos, refieren expertos.

Las investigaciones desarrolladas por el Centro de Contaminación y Química de la Atmósfera (Cecont), del Instituto de Meteorología, reflejan que las ciudades con mayores problemas en ese sentido son Mariel, Nuevitas, Moa, La Habana, Santiago de Cuba, Cienfuegos y Matanzas, de acuerdo con los criterios de especialistas publicados por el diario oficial Granma.

La doctora en Ciencias Rosemary López Lee, investigadora titular y jefa del Cecont, y el doctor en Ciencias Osvaldo Cuesta Santos, quien dirigió la entidad hasta 2017, explicaron que entre las causas fundamentales asociadas a los problemas de contaminación atmosférica en la mayor de las Antillas figuran los errores de planificación territorial y el uso de tecnologías obsoletas, sobre todo en la industria y el transporte, junto a la carencia de sistemas de tratamiento eficientes.

Ambos especialistas resaltaron que el inventario nacional de emisiones de las principales fuentes fijas contaminantes, realizado con “un alto rigor científico” a lo largo del país, y actualizado periódicamente, corroboró que el dióxido de azufre (SO2) es el contaminante que más se emite a la atmósfera en Cuba, seguido del dióxido de nitrógeno (NO2) y el monóxido de carbono (CO), asociados a la quema de combustibles fósiles, añade el medio.

A continuación se ubican, por su magnitud, las emisiones de material particulado PM 10 y PM 2,5, y los compuestos orgánicos volátiles diferentes del metano, puntualizaron los expertos.

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“Visto de manera específica, los municipios de Moa, Mariel y Nuevitas son los máximos emisores de SO2, NO2 y CO a nivel nacional. También los de Cienfuegos y Matanzas muestran indicadores desfavorables”, afirmaron los especialistas, citados por Granma.

En el caso particular de la capital de la Isla, los mayores problemas de contaminación atmosférica se localizan en La Habana Vieja, Regla, Diez de Octubre, Cotorro, Centro Habana y San Miguel del Padrón, de acuerdo con la directora de Cecont.

López acotó que las zonas más comprometidas están ubicadas alrededor de la bahía habanera, vinculadas con las emisiones de la refinería Ñico López, el grupo electrógeno de Regla y la central termoeléctrica de Tallapiedra.

“De forma general, las condiciones meteorológicas relacionadas con la ocurrencia de valores altos de polución del aire son la llamada inversión térmica (cuando la temperatura en las capas altas de la atmósfera es inferior a la de la superficie) y la calma relativa del viento”, consideró la experta.

La combinación de ambos factores evita la dispersión de los compuestos responsables de la contaminación y favorece que estos queden suspendidos y retenidos en los niveles bajos de la atmósfera. Así sucedió, por ejemplo, en la tarde del pasado jueves 6 de julio, en la ciudad de La Habana, cuando la urbe se vió cubierta por una densa bruma, subraya Granma.

Por su parte, el doctor Cuesta Santos recalcó que los inventarios de emisiones y la modelación de la dispersión de los contaminantes principales implementados en las ciudades cubanas, constituyen “una valiosa herramienta científica” en la gestión de la calidad del aire.

Este estudio, puesto en manos de los decisores a escala provincial y municipal, debe contribuir al “diseño y puesta en práctica de adecuadas acciones de mitigación”, consideró el especialista.

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