Este fotógrafo es periodista. Se graduó en 2014 y fue un año antes cuando pudo tener su primera cámara propia, después de haber hecho video con algunas prestadas. Colaborando con una productora sueca, en lugar de salario pidió una Nikon D5100. Y así comenzó todo.
“Había trabajado un tiempo con Buena Fe en sus conciertos y giras nacionales, produciendo videos para la web de Canal Habana, pero al tener mi propia cámara tuve la oportunidad de empezar a experimentar más.”, cuenta.
Tres años después inaugura su primera exposición personal, “Primer intento”, con una muestra de 16 piezas a las que les tiene “un cariño inmenso” y que hablan de su “andar como ciudadano con cámara por parte de mi país, Cuba”.
Como testimonio de ese andar, la exposición abarca un recorrido que va desde su primera fotografía nocturna hasta “la crónica de momentos históricos” en que tuvo “la oportunidad de tener una cámara en las manos”.
La Cuba que ve Claudio es “un país que es mucho más complejo, diverso y rico de lo que nosotros mismos como individuos podemos imaginar. Quiero mostrar el país que camino todos los días y que vivo, pero sobre todo hablar del ser humano en sus conflictos, sus luchas, sus sueños…”.
Hasta ahora su obra se había dedicado solamente a Internet, pero ha llegado la hora en que Claudio desea mostrar sus fotos “a otra escala y otro contexto. Muchas estaban en mi computadora, esperando este Primer intento”, donde su bandera es la luz, y su patria un cuerpo de mujer.
Se inició en el fotoperiodismo al colaborar con la revista web Progreso Semanal. “Entonces editaba Milena Recio, y con ella tuve la oportunidad de convertir algunas ideas en fotorreportajes, y otras en videos para la web”, recuerda Claudio.
“[Las de Primer intento] son algunas de las más poderosas imágenes que Claudio Pelaez Sordo construyó mientras crecían él, su mundo y su mirada. (…) Si su talento está en algún lugar está en su alma cazadora, en su silencio observador, en su capacidad de intromisión en las almas de otras cosas y otras gentes”, escribió la periodista para el catálogo de la muestra, que permanecerá expuesta hasta el 18 de enero de 2018 en la Casa de la Bombilla Verde, en 11 y 6 en El Vedado.
¿Fotografía fija o en movimiento?
“Siempre yendo de la mano una de la otra. Veo la foto fija como un ejercicio a la hora de enfrentarme a alguna filmación. Quiero que todo lo filmado esté lo mejor fotografiado posible. Un reto constante que tengo como videoperiodista es poder cuidar la imagen al máximo, sin forzar esos momentos únicos e irrepetibles de la propia realidad”, explica.
“Ojalá –dice– pudiera tener cuatro manos, en dos una cámara para foto fija y otra para video. Pero esa imposibilidad de hacer las dos cosas a la vez siempre me obliga a pensar bien qué es lo más oportuno para cada momento”.
Además de satisfacer su necesidad periodística y artística, Claudio tiene un móvil generoso para exponer su trabajo. Con la venta de 200 números para sortear una fotografía, ha recaudado 183 CUC. Su destino es la cuenta bancaria habilitada por el gobierno cubano para los damnificados por el huracán Irma.
“¿Por qué? Porque este es un momento para unir a muchas personas que quieren hacer algo por ellos. Esto no es todo lo que se pudiera hacer, pero al menos es un aporte, apenas una muestra de lo que se puede hacer”, dice el promotor de esta iniciativa que envía el mensaje “de que nosotros mismos somos la solución a nuestros problemas. A las personas lo que más les ha motivado no es que vayan a tener una foto mía, sino que saben que ese dinero va a ser destinado a personas que lo necesitan, que lo necesitan mucho”.