El Museo de Cera de Bayamo acaba de cumplir diez años. Único de su tipo en Cuba, la popular instalación recibe más de mil visitantes cada día y es una de las opciones preferidas en el verano. Próximamente sumará a su colección las esculturas de los recientemente fallecidos Gabriel García Márquez y Juan Formell.
Ambas réplicas en cera aun se encuentran en el taller de los escultores. La primera se develará el próximo trece de agosto mientras que la segunda podrá apreciarse a partir del mes de octubre.
Estos genuinos retratos, modelados en cera policromada son obra de los hermanos Rafael y Leander Barrios Milán, y de su padre y maestro Rafael Barrios Madrigal. Los artistas, dedicados fundamentalmente a crear aves y otros animales con esta técnica, en los últimos tiempos se han inspirado también para trabajar figuras humanas, y hasta realizan demostraciones ante el público que les visita en su galería.
Son muchos los famosos que en perfectos clones de tamaño natural habitan algunas ciudades del mundo en los famosos museos de cera. Entre los más célebres de este tipo en el orbe se encuentran el Madame Tussauds, abierto en 1835 en Londres, Reino Unido. También existen museos de cera en Ámsterdam, Hong Kong, Shanghái y dos en los Estados Unidos.
Los museos de cera no son un fenómeno nuevo, porque esta técnica tiene cientos de años, pero han sido siempre objeto de curiosidad y entretenimiento hasta nuestros días. El nuestro muestra sesenta y nueve figuras. Trece a tamaño real de diversas personalidades de la cultura y el resto simula ejemplares de la fauna típica de la Isla.
El primer exponente que se esculpió fue Polo Montañez. Luego de su muerte, por interés de los creadores en las raíces y costumbres campesinas que se identificaban con ese guajiro natural. En 2003 presentaron un busto de la pieza en la Feria de Artistas y Artesanos y recibieron un premio relevante.
Posteriormente se inició la ejecución de la pieza a cuerpo completo en su tamaño normal, con el objetivo de ser presentado en la exposición FIART 2003 en la capital, para ser comercializada. Por interés de las autoridades gubernamentales y políticas de la provincia de Granma se decide buscar un espacio para su exposición en un local perteneciente al Fondo Cubano de Bienes Culturales, la Galería Cerarte, y se hace coincidir su inauguración con la develación de las piezas Polo Montañez y Compay Segundo, el 14 de julio de 2004.
Situado a 842 kilómetros al este de La Habana, comenzó como un simple decorado para recrear escenas típicas campesinas y la flora y fauna de la región, hasta convertirse en una valiosa colección de arte. Las esculturas más elogiadas cuentan que son las de los próceres de las guerras independentistas de Cuba, Carlos Manuel de Céspedes y José Martí.
Pueden apreciarse, además, las réplicas en cera de Benny Moré, Carlos Puebla, Sindo Garay, Rita Montaner, y entre las internacionales al escritor estadounidense Ernest Hemingway. Todas poseen una increíble factura y gran precisión en los rasgos y expresiones.
Esta acogedora institución también expone relevantes personajes populares de la región de Bayamo, como es el caso de Francisco Jerez, un incansable defensor de la historia local que fuera conocido popularmente por el mote de Paco Pila. También está la figura de Rita La Caimana, un singular personaje de la zona que pasó a la posteridad gracias a la letra de una conocida canción interpretada por el popular dúo Los Compadres.
Las curiosas piezas de parafina con el sello de los escultores Barrios comenzaron a conocerse a principios de la década de los noventa entre los lugareños de Guisa, su pueblo natal, y de turistas que visitaban esa pintoresca localidad montañosa de la oriental Sierra Maestra. Ellos también son los creadores del busto de cera del cantante estadounidense Nat King Cole que se encuentra ubicado en el Salón de la Fama del Hotel Nacional de La Habana.
Muchos visitantes, tanto foráneos como nacionales, acuden a diario al lugar, sin dudas uno de los más concurridos y visitados del Oriente cubano. Se impone reconocer la importancia que ha tenido para el país contar con un Museo de Cera, un atractivo turístico y un significativo aporte a la cultura popular, además de introducir a la ciudad de Bayamo entre las diez ciudades del mundo que cuentan con un museo de este tipo.