Las fotos de Gabriel Dávalos generan olas en la red social Facebook, tantas como ese cubano sencillo jamás imaginó. Las instantáneas de ese Gabo, habanero y martiano, lograron algo que a veces las artes por sí solas no alcanzan: conquistar la atención de conocedores y no tan conocedores de la danza.
Sin dudas, la plataforma digital le dio a este joven periodista la popularidad imprevista y la posibilidad de compartir un montón de inquietudes que honra en la fotografía. Un creciente número de amigos virtuales lo ayudan a soñar más aventuras, algunos intentan conocerlo en vivo. Las invitaciones para nuevas sesiones de fotos a veces también llegan por el Facebook.
Gracias a su vínculo profesional con el grupo cubano de música Buena Fe y la Sociedad Cultural José Martí, Dávalos ha podido trabajar en países de América, Europa y Asia. Resulta increíble que haya expuesto primero en España, Estados Unidos y Corea del Sur que en Cuba, donde ahora la Embajada de España en la isla lo invita a exhibir una muestra dentro de una exposición colectiva, el próximo jueves 12 de junio, a las 5:00 p.m., en la sede diplomática. La cita, abierta al público, contará con invitados de lujo como la bailarina, coreógrafa, profesora y directora artística cubana, Lizt Alfonso, creadora de la compañía que lleva su nombre, y la coreógrafa española afincada en Cuba, Susana Pous, de la Compañía Danza Abierta, quienes disertarán sobre mercado y arte en la danza.
Gabriel nunca asistió a una función de ballet hasta la universidad. Por aquella época era un estudiante del tipo de los que cuando están en el aula se hacen sentir por una inquietud furibunda. Sus amigos lo arrastraron al teatro y tras las bromas normales, su perspicacia enseguida lo impulsó a conectar la danza estereotipada con la filosofía y además con el relato periodístico. Dávalos no concibe imágenes vacías de discurso. En sus obras, aficionados de la danza y bailarines callejeros comparten créditos con profesionales del más alto nivel, como solistas y bailarines principales del Ballet Nacional de Cuba y de otras compañías de dentro y fuera del país, pues lo importante no es quién, sino qué, cómo, por qué.
Sin ser un minucioso conocedor de bailes, Gabriel cumplió el máximo designio del padre de la danza mundial, Jean George Noverre: usar la técnica no como dueña y señora del movimiento, sino como medio, no un fin. Ni siquiera en la fotografía Gabriel consigue esquivar su vocación de periodista y, precisamente, este componente torna su obra tan singular. No construye estéticas; pese a lograr hermosuras, no persigue poses perfectas; pese a cuidar la selección, no busca resaltar personalidades; aunque indudablemente extrae de los modelos rasgos de gran magnetismo. Gabriel entrega mensajes, por eso a veces de mil fotos escoge una o ninguna, elige con precisión aquella que visualmente ilustra el texto en mente. Así que tiene para todos los gustos, ofrece altísimos “arabesques” y “attitudes”, saltos transgresores de la gravedad y más, al mismo tiempo discursa sobre límites que no son solo los de la danza sino los del espíritu, la soledad, el amor en los más disímiles sentidos, la ruralidad y urbanidad, manzanas y discordias, lo culto y lo popular, la frustración, la ansiedad, la esperanza, las distancias geográficas y sus consecuencias emotivas, el desarraigo, el cambio, las nostalgias, lo masculino y lo femenino, la carga de los pesares, la antigüedad y los retos.
La exposición en La Habana exhibirá una minúscula parte de la obra de Gabriel, por esto todo el que pueda debería verla directamente en su página dentro de la popular red social Facebook: www.facebook.com/gabriel.davalos.fotografo .
El acto sentará un precedente de relevancia en la carrera de este creador, ansioso por compartir pensamientos. Dávalos todavía se reserva varias ideas geniales. Por suerte, los muros de una galería no son la opción única de muestra.
a disfrutar de excelentes fotos…
Maravillosas las fotos y la obra de Gabriel, voy a lamentar mucho no estar en Cuba para poder ir a ver esa exposicion