Una obra del artista plástico Michel Mirabal acompañará al equipo Cuba al quinto Clásico Mundial de Béisbol, que fue abanderado este viernes en el estadio Latinoamericano, en La Habana.
La obra, inspirada en la bandera cubana —uno de los ejes temáticos de la creación de Mirabal— y con la forma redondeada de una pelota de béisbol, está impresa en pulóveres que los peloteros de la isla usarán como parte de su vestimenta en el evento.
La entrega de los pulóveres por parte del artista tuvo lugar este propio viernes tras el acto de abanderamiento, el cual estuvo encabezado por autoridades de la isla, según reseñó el sitio oficial Jit.
Al respecto, la publicación deportiva apuntó que la obra “acompañará al equipo como símbolo de cubanía”.
Se trata de una pieza original, creada especialmente para la ocasión, según reveló el propio artista a OnCuba. No solo aparece en los púloveres —de los que existen dos modelos, uno azul y otro blanco, y llevan en una manga la firma de Mirabal—, sino que también se empleará en las transmisiones cubanas del Clásico Mundial y ya estuvo presente en el programa televisivo en el que se anunció la nómina oficial del conjunto.
“Para mí es un gran orgullo que una obra mía pueda representar a mi país en un evento tan importante como el Clásico, con tanta relevancia y cobertura internacional. Así que cuando me lo propusieron dije que sí enseguida, que con mucho gusto”, comentó el creador.
Aunque no forman parte del uniforme oficial de Cuba en el certamen, los pulóveres podrán ser usados por los jugadores y el cuerpo ténico en otras actividades durante el evento y también en el periplo previo que la novena de la isla realizará por Japón y Taiwán, donde efectuarán varios topes de preparación.
Mirabal dijo a nuestro medio sentirse “muy feliz” con la aceptación de los pulóveres y la obra en particular por parte de los peloteros, y aseguró que la misma fue una donación suya al equipo cubano al Clásico.
“Con el mismo impulso con que hice la obra, aproveché que venían unos amigos míos de Europa, con los que estoy trabajando en un proyecto para la Bienal de Venecia, y les encargué que hicieran los pulóveres por allá, y yo mismo los pagué, los mandé a imprimir a España, y entonces ellos me los trajeron”, explicó.
“El Inder estaba dispuesto a hacerlo, pero el tiempo no era mucho y estas cosas de los pagos, de los fondos, llevan aprobaciones que pueden tardarse. Por eso quise hacerlo yo mismo, para que todo saliera lo más rápido posible, y pa’lante”, detalló el artista.
“No recibí nada a cambio ni quiero recibirlo —confirmó—. Para mí es un gran orgullo, además de que también es una gran promoción para mi obra, así que quise asegurar que estuviera en tiempo”.
Mirabal no esconde ser un fanático del béisbol y cuenta su satisfacción por poder conocer personalmente a varios de sus ídolos, gracias a la creación de esta obra.
“Tuve la oportunidad de estar en el programa en el que se anunció el equipo y allí me presentaron a los peloteros, al cuerpo técnico, y fue muy gracioso porque yo estaba tratando de tirarme fotos con ellos, con figuras tan grandes como Despaigne, como Kindelán, y resulta que ellos también querían hacerse fotos conmigo. Eso me me dio mucha satisfacción, porque yo soy fanático de ellos, por todo lo que han hecho y lo que representan para el béisbol y para Cuba. Fue muy chévere”, contó a OnCuba.
Acerca de la posible actuación del conjunto de la isla en el Clásico Mundial, el creador afirmó estar expectante y esperanzado.
“Creo que por primera vez en muchos años tenemos un equipo que puede dar batalla, con peloteros que tienen mucha calidad y experiencia en eventos internacionales, más los que se han incorporado. Ojalá sea así, porque los contrarios están muy fuertes. Creo que pudimos haber tenido un mejor equipo, pero me parece que con los que están podemos pelear y hacer un buen papel. Tengo esa esperanza”, enfatizó.
Nacido en 1974 en el barrio habanero de Cayo Hueso, Michel Mirabal es uno de los artistas cubanos más reconocidos en la actualidad. A lo largo de su carrera ha expuesto en numerosas ocasiones dentro y fuera de la isla, y obras suyas se exhiben en espacios públicos y forman parte de colecciones privadas en diferentes países, entre ellos Estados Unidos.