Cerca del conocido Puente de Hierro, en la capital, se erige un imponente inmueble donde radicaba la otrora fábrica de aceite El cocinero. El lugar ahora está sujeto a múltiples transformaciones y para finales de año quedará convertido en una empresa de sueños: una Fábrica de Arte.
Así lo asegura su creador, el artista X Alfonso. “Este será un centro cultural para mostrar el arte en todas sus manifestaciones. Nuestra intención es potenciar el intercambio y la interacción enriquecedora entre el público y los creadores.
“El proyecto está concebido, fundamentalmente, para el público universitario y en general para todo aquel que no puede acceder a esos otros lugares nuevos —en su mayoría bares y restaurantes— que se han abierto en La Habana y que exceden las posibilidades monetarias reales de muchas personas”.
La entrada será de 50 pesos MN y una vez dentro se podrá disfrutar de la fotografía, las artes plásticas, la música, el teatro, la danza, el cine…
“Estamos pensando además crear un sistema de WiFi con una base de datos de arte, donde la gente podrá comprar unas tarjetas en pesos cubanos y descargar lo que le interese”.
El centro cultural contará con varias salas. La planta de abajo tendrá una galería de artes plásticas con un bar, un pequeño escenario en el centro para presentaciones acústicas y múltiples espacios para exhibiciones de diseño interior, los cuales tendrán una frecuencia mensual.
El piso superior estará dividido en dos grandes zonas: una consagrada permanentemente a la fotografía contemporánea cubana; y la otra acogerá teatro, danza y cine. Mientras, en la nave que existe en el área de atrás, se efectuarán los conciertos en vivo.
Explica el autor de temas como Ángeles y Santa que «la Fábrica de Arte se convertirá en el sitio ideal para que los artistas jóvenes den a conocer su obra. “Recibiremos todos los trabajos, analizaremos las propuestas y valoraremos su exposición. Para todo esto contamos con un equipo de trabajo, con especialistas en cada uno de los apartados artísticos”.
Otro momento importante de ese quehacer lo dedicarán a los niños mediante trabajo comunitario, talleres y planes de la calle.
“Pensamos tener todo listo para el venidero Festival de Cine. Pretendemos comulgar con todos los eventos artísticos que se hagan en La Habana. Si se trata de cinematografía, la Fábrica será un aliado, un complemento que incluirá la proyección de filmes, conferencias, conversatorios, conciertos, etcétera.
“Me gustaría hacer una especie de intercambio más cercano entre los artistas y el público, buscar esa compenetración como una forma diferente de asumir e incorporar el arte”.
X Alfonso es un impenitente artífice, un buscador incansable. Constantemente está creando, es una suerte de ingeniero de ilusiones que no para hasta ver edificado sus aspiraciones y sueños.
“Me interesa ir de la mano con todas las artes, darles un empujón. Quiero contribuir a dar a conocer la producción contemporánea, ayudar a que los jóvenes creadores tengan un espacio más y echar siempre pa´lante. Y si algo negativo apareciera en el camino no quedará de otra que volver a echar pa´lante”.
Así piensa el reconocido músico, quien se presentará en un gran concierto —incluirá presentación de la Dj BJoyce y un despliegue tecnológico y audiovisual con el apoyo de los proyectos PMM e IMG— el sábado 31 de agosto, a las 9:00 p.m., en la escalinata de la Universidad de La Habana, para despedir el verano y saludar el venidero Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.
Por: Lourdes M. Benítez Cereijo
Foto: Roberto Ruiz
Wooow!!!siempre me pareció genial este proyecto de lá família Alfonso,son super!!!!Por alguna razon nunca fuí!!!:(((hoy menos ahora vivo en el exterior….espero que este proyecto continue,meresco ir y disfrutar de todo lo que por alli ocurra!!!!!!hahaha!!!Exitos familyyyy!!!!Soy Fan 100% de ustedes!!!X!!M!!Sintesis!!!Suzana!!!!woooow!!!!Un abrazooo!!
Muy buena iniciativa. Sé que la Habana está llena de espacios abandonados que pueden convertirse en centros culturales para todo tipo de manifestaciones. Me parece un poco cara la entrada. Pues 50 pesos está lejos de la media de los habaneros. También se o supongo lo costoso de re acondicionar un espacio de esas caracteristicas, pienso se deben explorar todas las formas posibles de obtener ingresos (leí que habrá un bar) tratando de que más gente pueda acceder. Yo sé que en Cuba cualquier iniciativa “diferente” aun tropieza con muchos obstáculos mentales pero modestamente abogo por la proliferación de espacios así y que sean sobre todo da acceso masivo. Mientras más gente pueda entrar habrá más consumo y por ende mas ingresos.
Gracias por esta iniciativa nueva y de gran peso cultural, es lo que le hace falta al pueblo de Cuba y no un nuevo bar que te venda cervezas desde la manana hasta la noche.