El Ballet Nacional de Cuba (BNC) realizará una temporada de seis funciones entre el 5 y el 14 de julio para festejar el décimo aniversario de colaboración del grupo Amigos Británicos.
El BNC informó este domingo en un comunicado que en el Teatro Nacional de La Habana presentará los ballets Celeste y Lucile, producidos con el concurso de los Amigos Británicos, y resalta la “provechosa relación” que ha propiciado la incorporación de obras de coreógrafos de fama mundial a su repertorio.
Refiere que Lucile será un estreno que fue concebido especialmente para el BNC por el bailarín y coreógrafo danés Johan Kobborg, en respuesta a una solicitud de la directora general de la compañía cubana, la bailarina Viengsay Valdés.
Kobborg es un bailarín que ha sido primera figura del Real Ballet de Dinamarca y del Royal Ballet del Reino Unido, que entre otros escenarios internacionales se ha presentado en los festivales de ballet que se celebran en la isla.
Resultante de la cooperación de los Amigos Británicos con el Ballet Nacional de Cuba también figuran las coreografías Oscurio, Próspera y La hora novena, estrenadas por el BNC entre 2016 y 2022.
El BNC distinguió al colectivo Amigos Británicos con la Medalla Centenario de Alicia Alonso, en 2022, por el valor de sus aportes al desarrollo de la compañía.
Valdés, quien asumió la dirección del BNC en 2020, destacó entonces el apoyo de ese grupo británico a lo largo de más de una década, tanto con recursos para mejorar las condiciones de los artistas, como con el crecimiento del catálogo de coreográfico.
Valdés declaró en una entrevista con EFE su interés por la colaboración de reconocidos coreógrafos internacionales que “pudieran darnos esa capacidad de diversidad en nuestro repertorio, que siempre ha existido, pero que siempre quise actualizar en estos últimos años”.
El Ballet Nacional de Cuba tiene sus orígenes en 1948, con la compañía Alicia Alonso (1920-2019), su directora, principal fundadora y primera figura, y que se ha destacado internacionalmente por el rigor artístico-técnico de sus bailarines y una línea con predominio de la tradición romántica y clásica.
En 2018 fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación por ser “máxima expresión de la escuela cubana de ballet”, condición extendida al repertorio de la compañía, su archivo de imágenes, los objetos y documentos relacionados con la institución.
Efe/OnCuba.