En 1989, Carlos Varela publicó el disco Jalisco Park, uno de los álbumes antológicos de su repertorio y de la música cubana. El álbum es casi un testimonio autobiográfico que resume la personalidad del joven que fue Varela durante la época y recoge los afectos de una generación que tiene al trovador entre sus más grandes símbolos.
En el fonograma aparece, junto a otros clásicos, el tema “Memorias”, una canción que tres décadas después sigue estremeciendo a varias generaciones de cubanos donde quiera que hayan decido vivir. En una de las estrofas de ese himno, el cantautor menciona al iconico personaje de Elpidio Valdés y lo reafirma como un emblema en la memoria colectiva de los cubanos.
Al conocer la noticia del fallecimiento este martes de Juan Padrón, muchos han recordado este tema que unió para siempre a Varela con el creador de Elpidio Valdés.
Cuba de luto. Fallece Juan Padrón, el creador de Elpidio Valdés
El autor de “Como los peces” recuerda a Juan Padrón como uno de los creadores los que lo acompañó desde su más temprana infancia.
“Todo lo que hizo nos marcó desde niños para toda la vida”, afirma Varela.
“Su espíritu –dice– está en estos versos que escribí en 1989: No tengo Supermán/tengo a Elpidio Valdés/y mi televisor fue ruso./No tengo mucho más/de lo que puedo hacer/y a pesar de todo lucho.”
El trovador rememora cómo conoció a Juan Padrón en una breve conservación con OnCuba tras conocerse el fallecimiento de Juan.
“Conocí a Juan Padrón hace muchos años cuando su hijo Ian estaba filmando el documental Faja’o con los leones. Hablar con él era como interactuar con sus personajes. No solo fue un gran artista, un gran creador que influyó de una manera muy especial en el pensamiento de su pueblo, fue también un gran hombre”, evoca.
Varela pondera la profundidad que Padrón mostró siempre a lo largo de su carrera, así como su singular sentido del humor.
“Su visión, su sabiduría y su original sentido del humor narraron de una manera muy peculiar la gracia y la historia de nuestra isla. Los personajes, las frases, los diálogos y hasta las voces de sus historietas estarán inmersos por siempre en la memoria colectiva de varias generaciones, que estén donde estén, lo llevarán tatuado en sus almas como un verdadero y auténtico patrimonio nacional de todos los cubanos”, comenta.
Afirma que el genio del cineasta e historiestista siempre acompañará a los nacidos en la Isla y deja como homenaje, más que como despedida, una frase en la que descansan los afectos que le profesan millones de cubanos al “padre” de Elpidio Valdés:
“Dios bendiga siempre la risa de Juan Padrón. Hasta la vista compay!!”