Como en cámara lenta, la compañía D’ Morón Teatro, de Ciego de Ávila, cuenta historias de amor y odio. Sus actores llevan barro sobre la piel, tal vez la confirmación de que apenas somos polvo en el universo y, quizás por eso, sus movimientos son pausados, casi imperceptibles. Primero fue Medea, luego Troya y ahora es Cecilia Valdés quien desafía la tímida lluvia de un sábado tórrido de agosto.
Sobre el “escenario” (D’ Morón se ha especializado en transformar la calle en su retablo), revive la pasión prohibida de Cecilia y Leonardo, y él vuelve a morir con el puñal a un costado por la ira de la mulata despechada.
Esta es la presentación número 17 de Cecilia, ángel de barro, la más reciente puesta de la compañía teatral moronense. Según su director, en el futuro podríamos esperar una recreación de Yarini o de Electra Garrigó. Por el momento, si ve a Cecilia por ahí, no se la pierda.
Esto merece ser desarrollado. ¿Quién es el director, quiénes integran la compañía? ¿Es teatro de calle? Las fotografías son muy atractivas y no hay por qué dejar al lector de la internet con tan pocas claves.