El veterano cineasta cubano Manuel Herrera está enfrascado en la escritura de un guion sobre la vida de Carlos Manuel de Céspedes, iniciador en 1868 del ciclo de guerras por la independencia de Cuba.
De 84 años y director de películas como Capablanca, No hay sábado sin sol y Zafiros, locura azul —esta última una de las más taquilleras del séptimo arte en la isla—, Herrera (Santa Cara,1948) comentó que se trata de un proyecto nuevo y viejo a la vez.
“Siempre admiré mucho la figura de Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, y el primer trabajo de ficción que presenté al Instituto Cubano de Arte e Industrias Cinematográficos (Icaic) cuando tenía 20 años fue un guion sobre la muerte de este héroe”, reveló en exclusiva a la agencia Prensa Latina (PL).
Las últimas semanas de Céspedes
La película que pretende Herrera se centra en los tres meses que Céspedes pasa en la Sierra Maestra como maestro de escuela rural, sin escolta, en espera de un pasaporte que nunca le llegará, después de ser depuesto por la Cámara como Presidente de la República en Armas.
Ese período abarca desde diciembre de 1873 a febrero de 1874, fecha en que muere después de arrojarse, ya herido, a un barranco para no ser cautivo de las fuerzas españolas.
“Ahí hay retrospectivas a muchas cosas, entre estas Guáimaro (la asamblea insurrecta que nombra a Céspedes presidente de la República en Armas) y a sus amores, porque Céspedes tuvo cuatro grandes amores y podía decir, como dijera el también patriota cubano José Martí, que ‘en todas partes un alma de mujer vino a poner calma en mi vida atormentada’”, adelantó el realizador de documentales como Hombres de mar y La sexta parte del mundo.
Igualmente la película penetrará en la vasta descendencia cespediana y las traiciones y los conflictos políticos que arrostró el independentista, entre ellos sus desencuentros con otro de los paladines de la guerra, el mayor general Ignacio Agramonte.
Las visiones estratégicas sobre la contienda militar, su liderazgo y la construcción de la futura república enfrentaron a ambas figuras en un conflicto que se reprodujo luego en todos los proyectos emancipatorios de la isla en el siglo XIX y XX.
Muchos miembros de la Cámara de Representantes atribuían a Céspedes una actitud antidemocrática y, al igual que los partidarios de Miguel Aldama, agente general de la República en Armas en Estados Unidos, se convirtieron en sus enemigos y tejieron intrigas en torno a su persona.
Eusebio Leal y El Diario Perdido
“Me he guiado mucho por el trabajo de Eusebio”, relató Herrera a PL, “y conversé mucho con él sobre este proyecto y realmente eso es lo que quisiera, tener una verdadera dimensión de lo que fue Céspedes más allá del retrato, más allá del Padre de la Patria”.
En 2018, en vida del célebre historiador de La Habana se publicó una nueva edición corregida y aumentada del Diario Perdido.
“En cuanto a mí, soy una sombra que vaga pesarosa en las tinieblas. Para mí, ni un día de sol!”. Así termina la anotación del lunes 12 de enero de 1874 en el diario, en cuya edición de 2018 se insertan una cronología de la vida de Céspedes, los textos resultantes de estudios acerca de los principales sitios y personalidades nombrados en el diario y un glosario de los modismos, locuciones latinas y extranjeras que utilizó.
Tradición historicista en la gran pantalla
En el cine cubano posterior a 1959 se instaló una corriente historicista con filmes, algunos de ellos auténticos clásicos, que miraban hacia el siglo XIX. Entre ellos deben mencionarse La primera carga al machete, de Manuel Octavio Gómez (1967); La odisea del general José (1968), de Jorge Fraga; El otro Francisco (1974) de Sergio Giral; y Baraguá (1985), de José Massip.
Más recientemente se han filmado cintas como José Martí: el ojo del canario (2010), bajo la batuta de Fernando Pérez; y El Mayor (2018), dirigida por Rigoberto López.