Como cada año después de concluido el Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara, en La Habana se realiza una muestra con una selección de los materiales que más se destacaron en la edición del evento.
Del 19 al 25 de junio se proyectará en la sala 3 del Multicine Infanta una Muestra con lo más significativo de la oncena edición: los premios, los cortometrajes del proyecto Gibaras, algunas de las presentaciones especiales como el cortometraje Obsessio, protagonizado por Luisa María Jiménez, figura homenajeada en la recién concluida edición del evento. También se proyectarán los documentales de Lester Hamlet Descerebrándose y Santiago Feliú, antológico, sobre el recién fallecido cantautor a quien también se le recordó en el evento de la Villa Blanca. Una treintena de materiales de diversos géneros, estilos y miradas podrán apreciarse en las habituales tandas de las 5:00pm y 8:00pm.
Algunos de los premios de la oncena edición y de las presentaciones especiales como Molinas Borealis, de Jorge Molina, A mao que afaga, de Gabriela Amaral, El futuro está detrás de ti, de Frank Dorren, Correntino y mallonero, de Juan Maria Richieri, Nani y Tati, de Adolfo Mena Cejas, ABECÉ, de Diana Montero, La Trucha, de Luis Ernesto Doñas y Miénteme bien Jackie Chang, de Grethel Castillo, entre otros, podrán apreciarse durante esta muestra.
Cortometrajes Gibaras, entre el mar y el deseo
Once cortometrajes, once realizadores, once estilos y miradas diversas con una común protagonista: la ciudad de Gibara. Bajo el título de Gibaras que hace ya dos años se filmaron en la costera villa estos cotos. Inicialmente estas historias formarían un largometraje que bajo el mismo título aunaría catorce cortos para ofrecer disímiles visiones de la ciudad. Todo comenzó bajo le égida de Lester Hamlet, director del Festival, quien tuvo la idea de filmar algunos proyectos mientras transcurría la anterior edición. Regresaron estas historias a saldar su deuda con el sitio que las inspiró, como también inspiró al movimiento de cine pobre del que constituyen un genuino exponente.
Una de los primeros cortos en filmarse fue Adonis, de Eliecer Pérez Angueira cuyo guión fue premiado en el Festival de Cine de Costa Rica. Este corto explora el universo homoerótico en el que se entretejen historias imposibles que rozan los terrenos de la simulación, de lo que fue y de lo que pudo haber sido, de lo que nunca sucedió por más que lo desearas. Un hombre maduro mira a Adonis, un atractivo joven pescar y el mar es testigo de sus aspiraciones y anhelos. Con un acertado uso de primeros y primerísimos planos y originales actuaciones llega este corto que simula la estructura de anteriores trabajos de su realizador, quien juega con la imaginación de sus personajes que coquetean con una realidad que solo transcurre en tiempo real en sus respectivos imaginarios.
La forastera es un short film del experimentado realizador Arturo Santana. Un mujer corre, entaconada y vestida de noche por las calles de Gibara, se sabe perseguida por un hombre de traje y sombrero. En blanco y negro, excepto los rojos labios de la protagonista, que recuerdan al coloreado vestido de la niña en La lista de Schindler y con una interesante musicalización el filme funciona como un homenaje a la historia del cine universal. Juega con valores referenciales del western y de determinado cine un tanto afrancesado. Es como esas ensoñaciones que se producen cuando uno da un pestañazo en un largo viaje, cuando se está en la frontera entre el sueño y la realidad.
Al final todo no es lo que parece y el mar nocturno de Gibara termina engullendo a la luna de George Meliés. Sobre el amor, los celos, la inseguridad, el odio, la violencia y la fidelidad discursa Gíbaros, de Ramiro García Bogliano y Jorge Molina. El protagonista, que no es otro que el mismo Molina, quien juega un significativo rol en esta edición del festival, recorre gran parte de la Gibara inolvidable, la que no se borra a quien haya estado en la costera ciudad antes de llegar a su casa donde le espera Saskia, su amada. Ella vive perturbada por su obsesión hacia él, lo espera e interroga sobre el amor que le profesa, sentimiento que pondrá a prueba de la manera más brutal e insospechada. Él también reacciona inesperadamente, pero siempre a la altura del conflicto. A los espectadores acostumbrados a la estética de los filmes de Molina en el que copulan lo grotesco con lo satírico no les sorprenderá la trama, pero los nuevos sentirán como la sangre les salpica en la cara. Una vez más todo acaba en sal, digo en el agua salada que baña al pueblo holguinero.
De Carlos Eduardo Maristany llega Como el que más, corto en el que un joven cineasta habanero llega a Gibara para intentar, a toda costa, sin recursos ni apoyo, a base de pura voluntad, hacer un cortometraje tan digno como los que realizan allí en ese momento muchos noveles directores como él, dentro del Festival, que se desarrolla en esa villa oriental de Cuba. A diferencia suya, ellos sí conocieron a tiempo de la convocatoria del evento para unir en un posible largometraje esas historias que se ruedan. En su azarosa búsqueda de ayuda entre los afortunados realizadores de los cortos en producción, él llega a registrar con su cámara de aficionado muchos momentos de los rodajes de dichas obras. El resultado de sus informales y espontáneas grabaciones será en definitiva, sin proponérselo, la recompensa a toda su dedicación.
De lo mucho que caló Humberto Solás en el pueblo de Gibara y en quienes lo conocieron trata esta historia. Con cierto carácter documental comienza Puro amor, de Claudia Rojas. Nos introduce al material el actor Mario Limonta cuya voz en off acompaña casi en su totalidad al resto del corto. El actor lee un comunicado en homenaje a Solás, cuya presencia acompaña e ilumina cada una de las acciones del festival. Mediante mensajes e imágenes del pueblo de Gibara transcurre el material en el que apreciamos a los gibareños inmersos en su cotidianidad. Vemos a niños en una excursión-clase de espeleología en la que simbólicamente aprenden conceptos naturalistas aplicables al cine de su profesor que también se llama Humberto.
Es memorable la representación de las tres Lucías que acompañan a Limonta en su lectura. La eterna sonrisa de Aurora Basnuevo también se evidencia en el material quien lidera una conga como manifiesto de la alegría de este pueblo de vivir otra vez el cine pobre que debe quedarse con ellos para siempre. ¿Quieres que llore?, se titula la propuesta fílmica de Juan Carlos Ceballos, en la que un joven realizador presionado por su jefa busca incansablemente una buena y diferente historia de Gibara para un documental. Una muchacha le sugiere al loco del casting, un pintoresco personaje que cada año de festival calienta los bancos del parque de la Iglesia esperando que le propongan un papel cinematográfico. Decide entrevistarlo y se sorprende al ver la genialidad del hombre con el que reflexiona sobre aspectos del cine como arte hoy día mientras cita a grandes pensadores como al cineasta Francois Truffaut. Al final del diálogo, le dice que también sabe llorar. Sin dudas, una emotiva historia sobre la perseverancia y los sueños, que concluye en el cine del pueblo con la exhibición del material con el protagonista en primera fila, quien nos demuestra, una vez más, que un drama no es cuando los actores lloran, sino cuando lo hace el público. Aire, de Joseph Alimentado por los paisajes, personajes y sensaciones, el fotógrafo Iván Soca evoca las emociones experimentadas en Gibara durante el Festival de Cine Pobre.
Este ejercicio de ficción es una propuesta acerca del contraste entre la realidad concreta y la visión subjetiva reflejada en la obra resultante desde el distanciamiento. Pepín, de Darío Pérez Dieguez sobre un pescador solitario cuya rutina se ve afectada luego de que un personaje inesperado llega a su vida. El corto Casting, exterior, día, de Daniel H. Arévalo aborda las vicisitudes de muchacha de provincia acude a un casting que se realiza en el festival. De Gibara con amor, de Alejandro Fernández que desnuda la ciudad desde la óptica de un visitante, Arroz con palitos, de Ángelo Castillo sobre el intercambio con un asiático son otros de los cortos Gibaras que se pueden apreciar en la selección.
Muy bueno que tambien en la capital se vea aunque sea una seleccion de este festival.
Que bien que hagan estas muestras! porque no todos podemos ir a Gibara aunque quisieramos!, gracias Oncuba, como siempre informando sobre lo mejor que pasa en Cuba