El reconocido actor y psiquiatra argentino Diego Peretti se alzó con el Coral de Actuación Masculina por su protagónico en La reconstrucción, de Esteban Taratuto uno de los dos filmes con los que llegó al Festival de La Habana.
Es uno de los rostros más conocidos del audiovisual argentino de los últimos años y vuelve a trabajar con estos realizadores quienes anteriormente le han dirigido en complejos papeles con los que también ha sido premiado. Psiquiatra de profesión decidió dedicarse a la actuación, lo que alternó con la medicina desde sus años de estudiante. Afirma que “tanto en la psiquiatría como en la actuación trato de aliviar los padecimientos del alma y la mente y podría decirse que traté de llegar al mismo lugar pero por diferentes caminos”.
Regresa a su país muy feliz, según declarara a OnCuba pues obtuvo el Coral como mejor actor y el otro filme con el que acudió a la cita habanera Wakolda, de Lucía Puenzo, obtuvo el premio especial del jurado en su categoría y para su realizadora el galardón a la mejor dirección.
Para quienes lo recuerdan por sus magníficas interpretaciones en comedias, sorprende la actuación de Peretti, tanto en Wakolda como en La reconstrucción, dos complejos dramas en que manifiesta su histrionismo y capacidad de desdoblarse en disímiles roles. Nos confiesa que tiene mayor cercanía con el personaje escrito por Puenzo, porque según declaró: “Enzo, es un hombre común y bastante normal, fue simple construirlo pues sus reacciones son muy similares a las que hubiese tenido yo, de estar en una situación así. En cambio, el personaje de La reconstrucción es más sufrido y lacerado, con una huella emocional mucho más grande por lo que el reto de interpretarlo fue mayor, tuve que dar más de mí.”
Para ambos proyectos tuvo que salir de Buenos Aires, con Puenzo viajo a la Patagonia para interpretar al suspicaz padre de una familia que resulta perturbada a la llegada de un extraño visitante, nada más y nada menos que uno de los mayores asesinos de la historia, un despiadado refugiado nazi.
“Wakolda aborda un tema muy interesante sin precedentes en el cine de argentina por lo que creo que es una película necesaria”. Añadió.
En el cuarto largometraje de Taratuto, interpreta a Eduardo, un trabajador de los yacimientos petrolíferos de Río Grande, que ve alterada su solitaria y ermitaña rutina cuando se traslada Ushuaia, donde lamentables circunstancias lo llevan a ser el eje de una familia devastada. Filmaron en la ciudad más austral del mundo por lo que el clima fue otro de los factores desafiantes de este proyecto.
“Siento mucha alegría y satisfacción por este premio y también porque casi siempre tengo trabajo. Es gratificante el reconocimiento, aunque mi mayor alegría es la de que afrontar con muchas ganas y pasión el filme que me toca”