“Tenemos que hacer algo”, concluyen después de un silencio. Y vuelven al juego.
El escritor y cineasta Eduardo del Llano estrenó en su canal oficial en YouTube Dominó, la 14ta entrega de la serie de cortos Los cuentos de Nicanor.
Esta vez Nicanor O’Donnell (interpretado siempre por Luis Alberto García) juega dominó como pareja de Rodríguez La Ciencia, con la acostumbrada actuación de Néstor Jiménez. Sus contendientes son Sangremono (Omar Franco) y Pepe el Víctima (Miguel Moreno). Aparecerá brevemente Lola Amores en el papel de Santa, un homenaje a su personaje de la película Santa y Andrés.
La trama la desencadena un rumor inquietante. Un árabe quiere comprar Cuba por 5 mil millones de dólares. Rodríguez lo ha leído “en internet” y lo lanza como la ficha más dura del juego. Ahí comienza toda una fabulación de hipótesis y de consideraciones lo mismo prácticas que filosóficas, alrededor de la caja donde se lee un código firmado por Sangremono: “el hombre es hombre siempre que sea hombre”.
Las elucubraciones van desde que será obligatorio abrazar la religión del posible dueño de Cuba, hasta que habrá que abandonar en pleno la Isla, pasando por que el dinero será repartido entre los cubanos, 500 dólares per cápita o a cada cual según sus necesidades, “como dijeran Charly y Federico”.
Se exploran las implicaciones de “vender Cuba”. ¿Qué es Cuba? ¿Qué son los cubanos? “Los que están viviendo aquí”, dice Pepe, “porque es muy rico marcar en la cola e irte a tomar helado”.
¿Qué van a vender esta gente? ¿la tumba de los viejos míos, la primaria, el Latino?, se pregunta Nicanor.
Todo el tiempo pesa la incertidumbre por la desinformación. “¡Y que no hay un periodista…!”, se queja O’Donell.
“Es un corto –nos contaba Del Llano– sobre la sensación que tenemos muchos ciudadanos de que entre lo que sucede entre las altas esferas y la gente común hay como un vacío, como un hiato, y de pronto uno se entera de las cosas cuando ya están hechas. (…) Es bastante provocadora y corrosiva. Pero de eso se trata.”
“El dominó no es más que un simple pretexto de los cubanos para sentarse a hablar de sí mismos, de su vida, y Eduardo lo aborda muy bien con la gracia que tiene para hacer humor”, dijo Omar Franco después del rodaje.
Aparece –cómo no– la posibilidad de que sea plan de la CIA. “Los americanos están detrás del árabe”, apuesta uno. “Es una manera sencilla de acabar con el comunismo. (…) 500 dólares es una mierda, pero es mucho más de lo que han visto los cubanos en su puñetera vida. Y sin disparar un tiro”, remata.
Las fichas están sobre la mesa.
Genial como siempre, deberian declarar estos cortos como patrimonio nacional
Esta muy bueno! Cualquier semejanza con la realidad no es pura coincidencia! El gobierno le esta vendiendo el país a pedacitos a los extranjeros, no lo hace mas porque ni eso hacen bien. Y los cubanos con el dominó trancado nos estamos quedando fuera de nuestra propia economia, los de adentro y los de afuera. Nos estamos quedando sin país! (Salvo raras excepciones como el señor Cancio). Por eso Cuba necesita AGUA!! como se dice en le dominó, para decir CAMBIO!!
Olvide: Si, la frase final: “Tenemos que hacer algo” es genial y es vital, los cubanos tienen que despertar! Tenemos que ser valientes!!