Cada diciembre desde 1979, la capital cubana acoge el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, un evento que por su alcance y convocatoria trasciende las fronteras de América Latina.
Más de 400 películas serán exhibidas este año en los cines habaneros en la edición 39 del festival, entre el 8 y el 17 de diciembre. De estos filmes, alrededor de un centenar competirán por el Coral en las diferentes categorías del concurso latinoamericano, entre ellas los largometrajes de ficción, animados, cortometrajes y óperas primas.
Además, repiten los concursos de postproducción, guiones inéditos y carteles de filmes. Los dos últimos apartados son esta vez los más concurridos, con 26 y 25 aspirantes a los premios, respectivamente. El documental es otra de las categorías más competitivas, con 23 obras en la disputa del Coral, y en ella México, Chile y Colombia son los más países más representados.
En la sección principal del evento, la de largos de ficción, Argentina y Brasil llevan la delantera con cinco películas entre los 19 títulos en competencia, mientras por Cuba solo concursan dos: Los buenos demonios, del veterano director Gerardo Chijona, y Sergio & Serguéi, de Ernesto Daranas, en la que interviene el conocido actor estadounidense Ron Perlman.
Argentina y Brasil también dominan entre los aspirantes al premio en Ópera Prima, en la que no compite ningún filme cubano; mientras entre los cortos el país anfitrión pone sus aspiraciones en la coproducción cubano-estadounidense 25 horas, del realizador Carlos Barba, en la que la reconocida actriz Isabel Santos interpreta a una emigrada que regresa a la Isla a cuidar a su padre enfermo.
El Coral de Honor, que se concede cada año a importantes figuras de la cinematografía latinoamericana e internacional, será entregado al brasileño Carlos Diegues, uno de los fundadores del Cinema Novo, y participante en varias ediciones del festival habanero con filmes como Orfeo y Bye Bye Brasil.
Un hecho relevante de esta edición es la presencia de más de 30 directoras en las principales secciones competitivas, lo que en opinión de Iván Giroud –presidente del festival– es todavía una cifra insuficiente, pero “representa un aumento significativo con respecto a años anteriores”.
En conferencia de prensa previa al evento, Giroud catalogó esta edición de “afianzamiento”, y destacó también el homenaje al cineasta estadounidense James Ivory, invitado al festival.
El tributo incluye un conversatorio con ese importante director (de 89 años de edad), y una muestra de sus películas, entre ellas las multipremiadas Lo que queda del día y Regreso a Howards End; las muy conocidas Esperando a Mr. Bridge, Una habitación con vista, El divorcio, y otras.
Además, informó Giroud, el festival reconocerá la labor de la Universidad de Cine de Buenos Aires, “un baluarte para el nuevo cine argentino, el cual no puede explicarse sin el aporte de esa escuela”.
Durante el evento se exhibirán varios clásicos cinematográficos restaurados, entre ellos Lucía, del desaparecido director cubano Humberto Solás; Sur, del argentino Fernando “Pino” Solanas, y Octubre, del ruso Serguei Eisenstein (filme silente estrenado en 1928) que narra la Revolución Bolchevique de Rusia, cuyo centenario se celebra este año. La copia incluye la banda sonora creada por el compositor y director de orquesta austriaco Edmund Meisel, ejecutada por la Sinfónica de Berlín e incorporada a la cinta un año después del estreno.