Redacción OnCuba
El Mayor, película del fallecido cineasta cubano Rigoberto López, fue estrenada esta semana en la ciudad de Camagüey, en una presentación especial organizada antes de su llegada a los cines del país.
La cinta refleja la vida y el pensamiento emancipador del héroe independentista Ignacio Agramonte y Loynaz, Mayor General del Ejército Libertador cubano que enfrentó a las tropas españolas en la llamada Guerra Grande, iniciada en 1868. La obra fue calificada como una “película necesaria” por Rolando Rodríguez, primer Asistente de dirección del filme.
En su opinión se trata de una película “de lealtades infinitas, porque es lealtad a la patria, a la figura de Agramonte, a Camagüey, a este pueblo, al amor, a la historia de la patria, a las luchas por la independencia de Cuba y por la confirmación de su soberanía; uno de los principios más sagrados de todo nuestro pueblo durante su historia de emancipación. De lealtad esencialmente a los símbolos sagrados de Cuba; de Rigoberto por este proyecto que acarició desde lo más profundo y de los actores por sus personajes”, comentó Rodríguez en declaraciones citadas por medios de prensa estatales.
El Mayor contó con el mayor propuesto otorgado a una película por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) en los últimos 30 años.
“Esta es una súper producción que se pudo hacer por el interés del gobierno en Camagüey. Nos prestaron sus calles, sus museos, sin ellos no se hubiera podido hacer la película. Además, estas tierras tienen una belleza y un potencial que había que filmar aquí y no en otro lugar”, indicó Santiago Llapur, productor de la película, cuyos protagonistas son los jóvenes actores Daniel Romero, quien interpreta a Agramonte, y Claudia Tomás, que asume el papel de Amalia Simoni, la esposa del héroe.
Daniel Romero: “Quería que Ignacio Agramonte fuera un hombre de carne y hueso”
La cinta narra la crudeza de la lucha insurreccional, la vida en los campamentos mambises –como eran llamados los combatientes cubanos–, y el liderazgo de Ignacio Agramonte, una de las figuras más notables de las gestas libertarios de Cuba contra la metrópoli española.
Su estreno nacional estaba previsto para el pasado marzo, pero debió ser suspendido por la pandemia de coronavirus. Tras la presentación especial en Camagüey, su exhibición en los cines de la Isla se ha previsto para los primeros meses del próximo año.
Rigoberto López murió en el proceso de rodaje de la cinta y su estreno esta semana fue también un homenaje póstumo a este notable realizador cubano.
“Ni en los peores momentos de su enfermedad dejó de trabajar. En silla de ruedas y con el apoyo de una ambulancia, y sus profesionales, grabó las últimas escenas y locaciones de este largometraje, del cual logró ver terminado su filmación y su primer corte o edición”, detalló Marilyn Sampera, viuda del cineasta.
Antes de iniciar el rodaje, López había apuntado que lo importante de la película era “salvar la dimensión universal del héroe, de un hombre excepcional, pero de carne y hueso, inmerso en conflictos personales y contradicciones, siempre en estrecha comunión con su querida Amalia, otra figura también extraordinaria”.
