Otra vez Fernando Pérez regresa al plató, con un filme muy diferente a sus anteriores entregas con el que romperá su tradición de filmar cada cuatro años. Bajo los títulos de producción Chupa pirulí o Los últimos días en La Habana, con el apoyo del ICAIC, de Ibermedia y de Wanda Visión, Fernando comenzará a rodar el próximo 15 de junio. Como de costumbre, el cineasta no quiere adelantar mucho sobre la historia del filme, aunque siempre de algunos detalles nos enteramos.
Es verdad que el título sorprende e inquieta porque no suena a Fernando Pérez, aunque quienes han seguido su trayectoria fílmica que inició con Clandestinos en 1987, saben que al director de La vida es silbar, prefier experimentar. “Trato de no repetirme ni de seguir un mismo estilo, solo de expresarme según el tema que me atrape”, expresó a OnCuba.
Con este nuevo filme, transgresor y diferente aspira a renovarse una vez más. Fernando afirmó que la nueva cinta será un drama alegre y tendrá una sola locación, “un modesto apartamentico del barrio de Los Sitios”, aunque también filmarán en algunos exteriores de Centro Habana.
Pérez participó en la escritura a cuatro manos del guión con el joven Abel Rodríguez. Con ese texto concursaron en el XXXV Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, en el apartado de Guion Inédito. Aún no deciden cuál de los títulos elegirán, aunque Fernando prefiere el que suena a reguetón con el que se encuentra muy ilusionado y expectante.
La trama se sustentará en las actuaciones de Jorge Martínez y Patricio Wood en los protagónicos y contará con las actuaciones especiales de Ana Gloria Budén y Coralia Veloz.
Fernando es uno de nuestros más representativos cineastas cubanos, obtuvo el Premio Nacional de Cine 2007 y casi todos sus filmes, realizados cada cuatro años han arrasado con los Corales en los certámenes del cine latinoamericano, entre otros importantes lauros en eventos del orbe.
Hace muy poco este realizador estrenó su reciente largometraje La pared de las palabras, realizado de forma independiente, protagonizado por Isabel Santos y Jorge Perugorría. Este filme, cuyo tema central es la falta de comunicación a todos los niveles, infelizmente no ha tenido las mejores críticas ni tampoco gran éxito de taquilla.
Cada uno de sus filmes es muy diferente al que le precede, aunque la sensibilidad humana funciona como común denominador en todos. Este no será la excepción.
“Aunque distinta, esta también es una historia muy humana. Cada película es diferente a todas y es única en sí misma. No considero, ni trato de mirar hacia atrás para entender qué tipo de cine hago. Cada cuatro años filmo, al parecer es mi destino y me siento privilegiado en que así sea, porque filmar en los tiempos en que vivimos se hace cada vez más complejo. Al parecer estoy a punto de romper con la tradición, veremos cómo sale”, concluyó el director de Suite Habana.
Sería un poco injusto no mencionar a Laura de la Uz en La pared de las palabras.. No sabía que la crítica no la había favorecido. A mí me pareció genial, en especial la trama alrededor del cuadro que por cierto es una obra de arte excepcional. Lo del público lo entiendo: las personas ya van buscando en las películas cubanas el esquema del que disfruta: sexo, palabrotas, comedia y los mismos problemas de siempre.