“Estamos de luto en el ICAIC”, dijo a OnCuba una alta directiva de la institución, al confirmar la muerte de Paco Prats, productor legendario de los dibujos animados en Cuba y un ícono del cine en la Isla.
El luto no solo es en el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos. Trasciende a toda la cultura cubana, por la altura de la obra de Prats y el valor de símbolo que alcanzó por su trabajo en los animados y en distintas producciones cinematográficas.
La muerte de Prats, a los 76 años, ocurre pocos meses después del fallecimiento de Juan Padrón, su amigo y compañero, con quien trabajó en los animados de Elpidio Valdés. Ocurre también en el mismo año que le concedieron el Premio Nacional de Cine, junto al guionista y escritor Senel Paz.
“Lamentamos el fallecimiento este miércoles 2 de septiembre del productor de animados Francisco Prats (1944-2020), figura clave en la producción de animados cubanos”, señaló el portal Cubacine en una nota publicada en su perfil de Facebook, que rememoró los primeros pasos del entrañable productor en el cine cubano.
“Conocido por todos como Paco Prats, este realizador se inició en el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos en 1963 y desde esa fecha desarrolló una amplia obra en el entonces Departamento de Dibujos Animados del ICAIC”, agregó la publicación.
Paco Prats, nacido en 1944 en la Habana, trabajó en innumerables series de animados durante su prolífica carrera, como Filminutos, Quinoscopios, Mafalda y Vampiros en La Habana.
Pero su obra más conocida fue la que realizó junto a Juan Padrón, el creador de Elpidio Valdés. Ambos se conocieron en 1974, tras la entrada de Juan al ICAIC, cuando Prats ya llevaba más de una década en las lides cinematográficas.
Sobre su relación con el padre de Elpidio, dijo en una ocasión al periodista Mario Luis Reyes, en OnCuba: “Encantador, como es ahora. Enseguida uno se identifica mucho con él, es un eterno humorista. Han pasado los años, ya no tenemos el mismo ímpetu, pero mantenemos el espíritu artístico, y de proteger el dibujo animado cubano”.
Cuando le dieron a escoger a Prats su serie favorita, seleccionó el animado Elpidio Valdés contra la policía de Nueva York. Así lo explicó: “Antológica, preciosa, comiquísima, da visos de realidad, esa es una de las grandes virtudes de Juan, que nunca ha perdido, aunque haga dibujos animados; él siempre ha sido muy riguroso con la Historia, sus caricaturas de rifles españoles son fieles al original, los vestuarios, las condecoraciones”.
Prats se graduó de las especialidades de dibujo y pintura de la Academia de San Alejandro. Entró en el ICAIC en 1963 y un año después comenzó a desempeñarse como productor. Los destellos de su obra lo llevaron a impartir conferencias tanto en Cuba como en importantes instituciones internacionales. Además, fue jurado en destacados festivales de cine a escala internacional.
Su memoria estará invariablemente ligada a los animados y a ese emblema de la cultura nacional que es Elpidio Valdés, de quien se puede llegar a decir, sin asomo de duda, que fue su segundo padre.