El cineasta cubano Manuel Marzel, cuya obra fue desarrollada en la isla en los años noventa, murió este martes en Valencia, según confirmaron en las redes sociales amigos y cineastas cubanos.
Desde Facebook, Kiki Álvarez lamentó la noticia, y no dudó al asegurar que Marzel “era el ángel de la jiribilla del cine cubano”; además, subrayó: “otro que muere lejos de Cuba porque Cuba se quedó chiquita para sus alas”.
Desde la misma red, Ricardo Acosta aseguraba: “Nunca te pareciste a otros, siempre has sido fiel a tu belleza, imperecedera, contagiosa.”
Marzel nació en Santiago de Cuba, el 2 de septiembre de 1967. En La Habana estudió Diseño Gráfico en el Instituto Superior de Diseño Industrial (ISDI) y se incorporó al Cineclub Sigma, donde consigue hacer sus tres primeros cortometrajes, muy exitosos y premiados, según su biografía en el blog lastcrhistmas.
Según esta biografía, en 1991 matriculó en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, donde rodó tres cortos y se graduó en la especialidad de Dirección.
“Yo empecé a hacer cine justamente en 1990, y sorprendentemente mi primer corto (A Norman Mc Laren) fue un éxito tan grande que incluso me premiaron con un Coral. Tenía 23 años y era bastante ingenuo”, escribió en Rialta Magazine.
Desde 1994 integró el ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficos), donde dirigió otro corto, así como los spots publicitarios de dos ediciones del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Había llegado al Instituto de cine, según contó, gracias a Pepe Horta.
Ese mismo año, según recuerda Rialta Magazine, el Festival de La Habana de 1994 estrenó su primera y única película producida enteramente por el ICAIC, Marzel… A Spinetta.
Para entonces, ya había realizado también el documental La ballena es buena (1991) y El corto Chao Sarah (1993), según recuerda la Enciclopedia Digital del Audiovisual Cubano (ENDAC).
En esos años diseñó varios carteles cinematográficos, algunos en co-autoría con Eduardo Marín. Para la fecha quiso rodar su primer largometraje, pero su guion fue censurado.
En 1997 se radicó en España, donde impartió Talleres de Guion Cinematográfico en academias, cineclubs y espacios culturales; escribió varios guiones de largometraje y una novela corta que fue publicada en Valencia. En 2021 obtuvo la nacionalidad española, según comunicó en sus redes.
“Manuel Marzel es nuestro gran cineasta dadaísta. Es el más grande. No importa que probablemente sea el único. Su negación de lo racional, su gusto por el absurdo y su anarquismo decadente e irónico (que llega a autodeclararse como frívolo) modelan un cine cuyo único principio es no tener principios. Por eso cada película suya es tan distinta de las otras, aunque se establezcan conexiones sensoriales, icónicas, o a nivel de tono”, escribieron José Luis Aparicio y Katherine Bisquet.
Según declaraciones de Aparicio a Diario de Cuba, Marzel falleció de un infarto: “Estamos todos en shock y devastados”, dijo.