La primera bailarina y directora general del Ballet Nacional de Cuba (BNC) Viengsay Valdés busca una renovación del repertorio de la compañía fundada por la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso en 1948, en particular con la incorporación de coreógrafos internacionales.
En estos momentos trabaja de conjunto con la compañía cubana la británica Gemma Bond (20 de julio de 1982), quien debutó como coreógrafa en 2010 aunque su trabajo como bailarina la situó antes en compañías de renombre como el Royal Ballet inglés y el American Ballet Theatre, donde debutó como coreógrafa hace más de una década.
Al mismo tiempo proyectó sumar nuevas creaciones de renombrados coreógrafos internacionales, lo cual, en su opinión, posibilita a los bailarines alcanzar mayor versatilidad de movimientos e incrementar su calidad técnica y artística.
En declaraciones a la prensa nacional, Valdés expresó que la coreógrafa inglesa “tiene un gran aval artístico por lo que incorporar su obra a nuestro repertorio es una oportunidad que no podíamos perder”, por lo que trabajan en estos momentos para estrenar una pieza en abril de este año.
Viengsay Valdés: Quiero que el Ballet Nacional de Cuba esté entre las mejores compañías del mundo
«La pieza… se presentará para el Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, precisa la información de la directora del BNC:. La pieza todavía no tiene título y su principal fuente de inspiración resultó una música que escuchó Bond en Spotify, relacionada con la celebración de viernes santo.
Aunque el elenco aún no se define, la coreografía será interpretada por cinco parejas y dos dúos de solistas, que serán los protagonistas.
Las nuevas proyecciones del BNC incluyen el rescate de otras obras del repertorio de la compañía, que cuenta con más de 500 obras, entre artistas cubanos y extranjeros.
Recientemente el BNC se presentó en el Teatro Sauto de Matanzas con un programa variado que incluyó los ballets Suite generis, de Alberto Méndez; Majísimo, de Jorge García, el dúo de amor de Otelo y Desdémona en Prólogo para una tragedia, de Brian Macdonald, así como La muerte de un cisne de Michael Descombey y Love Fear Loss, del brasileño Ricardo Amarante, inspirada en la trágica vida amorosa de la cantante francesa Édith Piaf.