Era una voz necesaria en la escena musical cubana. El regreso de Isaac Delgado a los escenarios insulares saldó un anhelo de un público que en la década de 1990 seguía con fidelidad este tipo de melodía, tan popular y aclamada por su manera de respetar los códigos de antaño y por insuflarle conceptos contemporáneos a un género cardinal en el panorama sonoro de la Mayor de las Antillas.
Pensaba en ello cuando Delgado actuaba este viernes en el Centro Cultural El Sauce, en la inauguración de Habanarte, el evento que reúne todas las artes y que por diez días estremece la capital cubana.
El Chévere de la salsa “rompió” en la medianoche acompañado de un grupo de lujo, con rostros visibles de aquella mítica década como Germán Velasco, y seguido por jóvenes figuras de la música popular actual, como los percusionistas JJ y Eduardo Ramos, capaces todos de asimilar y enriquecer con sus aportes las canciones de Delgado.
Para evocar aquella crucial etapa en NG La Banda, el cantante recordó Necesito una amiga, considerado un clásico dentro del repertorio de la orquesta que lidera José Luis Cortes (El Tosco).
Luego se sucedieron números conocidos del cantante, pertenecientes al período en que se decidió a emprender carrera con su grupo. Así se escucharon Qué pasa loco, banda sonora del programa humorístico Gracias, doctor, que trasmitiera en los años 90 la Televisión Cubana; y El solar de la California, este último interpretado a capella por él y coreado por los presentes.
Igualmente fueron muy disfrutados La sandunguita, No vale la pena, y Deja que Roberto te toque, un sencillo de Cándido Fabré popularizado por Delgado.
El músico aprovechó la velada para reverenciar la rumba cubana al mencionar grupos tan significativos de ese género como Yoruba Andabo y los Muñequitos de Matanzas; al tiempo que rindió tributo al maestro Juan Formell, quien en vida le recordó “hace un montón de meses atrás, con el coro: «Isaac, tremenda necesidad tenía La Habana de ti. ¡Ay!, Isaac, vuelve pa’ acá»”.
También hizo un alto para saludar a colegas que han contribuido con su hacer a que el son y la timba continúen en el espectro sonoro de la Isla, esos mismos artistas que este viernes corearon y bailaron con el indiscutible tono de Delgado, como César “Pupy” Pedroso (ex Van Van y director de Los que son son), Enrique Álvarez (Charanga Latina) y Ricardo Leyva (SurCaribe).
Con más de dos horas en el escenario de El Sauce, en el que fue su quinto concierto en ese centro cultural, Isaac no dejó ni por un segundo que los bailadores detuvieran el paso. Un público numeroso acompañó al artista e hizo que este se sintiera nuevamente “como en casa. Es mi casa y estoy en mi medio”, como señaló a OnCuba al término de la velada.
“Vino mucha gente que me conoce y también jóvenes que han escuchado mi música por sus padres. Por suerte, no he perdido la vigencia con el público y eso es importante”, dijo.
Al recordarle que la escena musical cubana le echaba de menos, Delgado nos rectificó al afirmar: “No, a mí me hacía falta la escena cubana y he recibido el cariño por parte de la gente, de muchos músicos, de directores de orquesta y del pueblo. Uno se da cuenta de que te reciben con mucho afecto y cariño. Yo me siento parte de ese pueblo”, sentenció.
