El Gran Teatro de La Habana (GTH) está a punto de reabrir sus puertas luego de una restauración capital. Ha sido renombrado para inmortalizar a una gloria de la cultura cubana y mundial, Alicia Alonso. Muchos se enfocan por estos días en sus valores estéticos, en la apariencia esplendorosa de este edificio ecléctico en su enclave donde todavía persisten muchas ruinas arquitectónicas. Y ojalá dure mucho esta belleza.
Pero en estos días también hay que hacer notar que a partir de su reapertura al público en los próximos días parte del legado de la prima ballerina assoluta de Cuba entrará en peligro de derrumbe.
Lo que Alicia nos ha dejado no termina en los escenarios ni en los salones de enseñanza del ballet. Parte de su legado es también el público que acompaña la danza en este país, celosamente, y que tendrá que reconsiderar o reprimir su afición con el nuevo precio de 30 pesos en moneda nacional para Platea, 25 primer y segundo balcón y 10 para Tertulia y Paraíso.
Sí, es cierto que ese monto, convertido a dólares según el cambio de CADECA resulta casi irrisorio: 30 pesos es equivalente a 1.50 CUC aproximadamente, (cerca de 1.20 dólares). Pero 30 pesos también son casi dos días de trabajo de un empleado estatal cuyo salario promedio es 584.
Justamente contra esto lucharon Alicia y su primer esposo, Fernando Alonso, desde que fundaron la compañía nacional en 1948. Al principio no tenían recursos, pero en cuanto pudieron concedieron becas de estudio a las niñas con talento y cuando triunfó la Revolución de 1959 y el gobierno le manifestó todo su apoyo para una empresa artística mayor, por supuesto que pensaron en grande. Entre los problemas que debían superar estaban la escasez de bailarines varones y la carencia de público.
¿Para quién se baila? Fernando fue el primer director del hoy Ballet Nacional de Cuba (BNC) hasta su divorcio con Alicia en 1975, cuando sus vidas tomaron caminos relativamente separados, y lo digo así porque pasara lo que pasara ambos se mantuvieron vinculados con pasión y mucha energía al mismo arte y en el mismo país. Algo de lo que siempre se enorgullecieron los dos en cada entrevista, y Alicia todavía lo hace, es de la manera en que forjaron el público amante del ballet.
Con el triunfo de una Revolución popular el factor económico se había resuelto, por voluntad del nuevo Ejecutivo. La cultura sería accesible al pueblo y los precios de entradas a cines, museos, teatros, estadios, fueron simbólicos. Pero la medida no garantizaba que las instalaciones se llenaran y en el caso de la danza conspiraban muchos prejuicios sociales que aún golpean el desarrollo del ballet en América Latina.
Alicia y Fernando estuvieron de acuerdo: se lanzaron a las fábricas, los talleres, los campos, a las montañas y los poblados intrincados, a captar a niños con aptitudes en la Casa de Beneficencia Nacional (orfanato), a bailar ante obreros, mecánicos, técnicos, campesinos, gente común de pueblo y tuvieron éxito, tremendo éxito.
Los teatros se llenaron y en especial el Lorca, como le llama el pueblo de la capital cubana al Gran Teatro, sede escénica del BNC desde 1960. La sala principal, donde siempre se presenta la compañía, se denomina y continuará llamándose Federico García Lorca. Allí el público superó en número la cantidad de butacas, las colas por entradas llegaron a durar días en algunas temporadas y las buenas bailarinas llegaron, inconscientemente, a generar clanes, hordas de fanáticos que las veían a todas; las comparaban sin piedad muchas veces pero las adoraban.
Ese público que salía de la fábrica directo para una función de teatro está amenazado, sobre todo si tenemos en cuenta que gran parte de aquel auditorio pertenece actualmente a la clase de jubilados y vive de una pensión de 150 pesos al mes, en moneda nacional, como promedio.
Recuerdo al viejo Simón, que sin importar su lugar en la cola, siempre compraba entradas para la Tertulia, porque allí había visto todo lo que le parecía grande e insuperable: a Alicia debutar en Carmen, a Josefina Méndez en El lago de los cisnes, el primer Quijote de Rosario Suárez, Charín, y tantas Giselle de la Alonso.
Simón acudía a la Tertulia del Lorca como un fetiche con la esperanza de que otras funciones le hicieran vivir emociones similares. La señora Juanita que vive en una casa casi desecha en Centro Habana y caminaba hasta el Lorca cada fin de semana, con sus pies casi a rastras pero una voluntad de hierro a presumir de sus conocimientos, de las proezas de tantos artistas que ella había visto con sus propios ojos. Juanita no tiene nada más de lo que presumir que no sea su sencillez y las numerosas funciones de ballet que ha visto.
Los días de los jubilados en el teatro están contados. Los días de esa clase de admiradores que lo veían todo están por acabar y con ellos se pierde una parte del encanto, porque será muy difícil encontrar a alguien en el pasillo que compare el desempeño de una bailarina con el de otra en una misma temporada. No porque no quieran, sino porque por primera vez no podrán. De este modo, no cabe dudas, ahora sí el ballet será para las élites, y el orgullo de haber formado un público quedará en los libros, en las antiguas (archivadas) entrevistas.
El gran Maestro Fernando Alonso falleció el 27 de julio de 2013, pero Alicia Alonso está viva. Ojeo una y otra vez la autobiografía de Alicia, Diálogos con la danza, y leo sobre sus muchos orgullos. De Alicia puede escribirse mucho, a favor y en contra, porque ha tenido virtudes y defectos; el tiempo demostró que no era un extraterreste, como algunos creyeron cuando la vieron instalar tantos retos técnicos y dramáticos.
¿Consiente Alicia estos precios? Yo quiero creer que no. Compadezco no solo al público del presente y el pasado, sino al del futuro: los estudiantes que ya no podrán contar –como lo hice yo (lo cuento sin vergüenza porque me enorgullezco de mi origen)– con el ballet como una opción cultural de la mejor calidad y al mismo tiempo económicamente accesible.
Nunca creí que yo fuera una especie en extinción. Durante la adolescencia y juventud, mi dinero no me alcanzaba para ir a la discoteca del Comodoro ni a otros centros nocturnos de La Habana, pero por suerte me gustaba el ballet y, por suerte, las entradas costaban 10 pesos, en moneda nacional. El dinero que podían facilitarme mis padres, ambos trabajadores estatales, no me alcanzaba para ver cuatro funciones de una temporada (jueves, viernes, sábado y domingo) en Platea, así que durante mucho tiempo compré asientos en Tertulia y Paraíso, los pisos superiores del teatro, que se vendían a precios menores.
Allí conocí a tantos jubilados cuyas historias me hicieron vivir las glorias del pasado y valorar, con mayor ojo crítico, las del presente. Me ayudaron a ver, me introdujeron en un mundo de mitos y realidades propios del ballet. Luego, yo tuve el placer de convocar a muchos de mis colegas de la universidad al teatro. Algunos nunca habían visto nada de danza en vivo y yo adoraba invitarlos, me enriquecía con sus descubrimientos y multiplicaban las emociones compartidas. Algunos no querían, tuve que llevarlos casi a rastras. Al final más de uno debatía en los pasillos con balletómanos más viejos y me recriminaban si yo me perdía algún buen espectáculo.
Ahora ningún estudiante que deba sobrevivir en una beca podrá planear conocer de verdad el ballet, que no se aprende a apreciar con solo asistir a una función. Nunca se baila igual, aunque se trate de la misma obra. Adiós a las hordas de seguidores y a los especialistas de orígenes sociales humildes.
Los padres de los bailarines tampoco podrán ver todas las funciones de sus hijos, porque a los familiares de los artistas las entradas se les cobran al mismo precio que al público normal. Muchos son trabajadores estatales comunes y hacían de una función un momento de regocijo familiar, porque invitaban a las parejas, a sus padres (los abuelos de los bailarines), a los mejores amigos de la familia o del trabajo, por el orgullo de ver bailar a sus hijos.
El decreto del Consejo de Estado emitido en septiembre de 2015, hace solo tres meses, para rebautizar el edificio con la añadidura del nombre de Alicia Alonso, no refirió ningún cambio en los precios de acceso.
Gracias a una época histórica, evidentemente ya pasada, y a un corazón muy grande, Alicia Alonso es de todo el pueblo de Cuba, aunque el teatro para ver su obra sea, a partir del 1ro de enero de 2016, para unos cuantos con los bolsillos más bien llenos.
flipante como seguimos amaparados en viejos discursos intentando ocultar una realidad ya evidente, hasta cuando?
no se, pero me parece que las entradas no son caras, sino pueden sacar para platea que saquen para tertulia y paraíso,cuba es uno de los países donde entrar a un espectáculo artístico o deportivo es bastante asequible,sacando claro la entrada a tropicana, un concierto de regeton ,( jajajjaj,resulta increible que una entrada para ver cantar a baby lores y al desagradable del insurrecto allá costado 100 dolares , jajajjajaj, todavia no lo creo) etc,por ver el ballet de cuba vale hacer un sacrificio.
Martha gracias por este bello artículo…hasta que alguien se atreve a tratar estos problemas tan nuestros, desde un tema tan sensible como el acceso a la cultura. Cada día presenciamos con dolor como la tercera edad va cayendo en el más completo abandono…uno de estos días, sino tomamos medidas urgentes, nos levantaremos viviendo en el país de más altos índices de desprotección al adulto mayor…ojo con esto, dejemos de ser hipócritas y asumamos esa dura realidad, al final para viejo vamos todos. Por otra parte, la frase manida de que “la juventud no tiene espacios para la recreación sana” no se descontextualiza…al paso que vamos tendremos también un Guiness al país con más alcohólicos per cápita. Mucha gente que me rodea y escucha suele invitarme a no ser tan crítico, a no cogerme tanta lucha…nada, que leer su artículo me hizo sentirme menos solo, saludos
Los jubilados, estudiantes y discapacitados tienen especial descuento!
Mire amiga Martha, usted se queja de esos precios y parece que no sabe que en cualquier lugar del mundo una function como la que pueda brindar el Ballet Nacional de Cuba cuesta mas de un dia de trabajo de cualquier obrero. En mi opinion esos precios sonn relativamente populares. Por citar un ejemplo yo asisti al concierto que dio Silvio Rodriguez en San Juan Puerto Rico y pague por entrar a un coliseo en su parte intermedia mas de 90 dolares. El salario que gana un obrero en Puerto Rico es de algo mas de 50 dolares diarios ganando el minimo que tiene establecido el gobierno Federal. Creo que en todos los lugares todos nos quejamos de los precios pero la vida le demostrara que esos precios de los que usted habla son accesibles para los que sistian al ballet.
Muy facil, que le paguen a los trabajadores el salario real.
Lindo articulo . Me trae muchos recuerdos de los años 70 y 80 cuando yo y un grupo de amigos todos estudiantes no nos perdiamos las temporadas de ballet , con solo el dinero para la entrada y para coger la guagua . Gracias Alicia y tantos buenos bailarines por un arte tan exquisito . Cuando veo ballet en el Metropolitan en New York siempre me vienen recuerdos de mi adolecencia con mis amigos compartiendo en el Lorca.
Esas entradas están al alcance de la mayoría de la sociedad cubana actual con intereses culturales. Sin demagogias! Caros son los espectáculos de muchos artistas en la mayoría de los enclaves de otros países, muy por encima de sus salarios medios. Realmente, en Cuba, la entrada a Museos, Teatros, etc, está al alcance de la población. Lo digo con propiedad y elementos de comparación.
En mi opinión 30 pesos cubanos están al alcance de cualquier cubano, y por un espectáculo de calidad mundial.
Trabajo en una empresa de producciones mecánicas. Nuestros obreros son soldadores, paileros, pintores y el salario medio este año, incluyendo a los indirectos, es de mas de 750 pesos. La mayoría de los obreros cobran mensualmente, dependiendo de su calificación, entre 900 y 1400 pesos. Esa tendencia creciente del salario irá aumentando. No creo que 30 pesos por una función de esa calidad sea un precio que margine a los obreros, ni que sea exclusivo de supuestos ricos
Por que siempre todo nos parece mal, 30pesos por ver a unos de los mejores ballet del mundo eso lo pagan sin pensar los que valoran este arte y al ballet no se va todos los meses,lo importante es que se rescato de la ruina a ese imponente edificio que es único y que todos los cubanos debemos cuidar.
Olvide comentarles que vivo en Republica Dominicana, país que visitan muchas estrellas internacionales, este año fui a un concierto de Juan Luis Guerra y les aseguro que el precio de la entrada no estaba ni remotamente al alcance del dominicano medio.
Si se compara con lo que costaba muchos años atras es alto, pero la verdad es que muchos cubanos se gastan mas de eso en otras cosas. Sencillamente hay muchos que no estan dispuestos a ir al ballet, o la opera, o sencillamente a un museo y prefieren gastarse mas en ron y otras cosas. Vayanse acostumbrando a la nueva Cuba que viene y preparense a competir por un mercado laboral que les garantize ir al teatro sin tener necesidad de quejarse porque el dinero no les alcanza.
…y después en el Granma sale algún personajillo diciendo que la cultura en Cuba no se doblega ante los dictados del mercado. Que barbaridad.
Parece que algunas personas viven en un país y yo en otro. Está claro que un trabajador del sector privado podrá pagarse la entrada del Lorca y otras entradas a lo largo y ancho del país. Tampoco el artículo habla del espectador esporádico, ese que puede ver una función hoy y otra dentro de tres o cuatro meses, porque le da lo mismo, e ir al ballet es una salida bonita, de un día. El artículo se refiere al público propio de ese arte, el público estable, ese que no se perdona perderse una función, compuesto por trabajadores que cambian sus guardias con otros colegas y hacen horas extras otros días con tal de no faltar a un espectáculo, compuesto por jóvenes que van hasta con los libros de la prueba de la mañana siguiente, pero sienten que no pueden perderse el desempeño de alguna bailarina o bailarín, compuesto por MUCHOS jubilados -adultos mayores- que cuentan centavo a centavo de su pensión del mes (y no todos tienen hijos que los ayuden o mantengan). Varias de esas personas tienen hasta casi como único entretenimiento ir al ballet, porque es lo que les gusta: ver televisión e ir al ballet o al teatro, a ver lo que pongan. Ese público si quiere ver una temporada completa del Ballet Nacional, por ejemplo, ahora tendrá que pagar 120 pesos, solo por sus entradas de cada día, en una temporada. Si hay más de una temporada al mes, deberá desembolsar mucho más. Y OK, puede que algunos no les moleste sentarse en la Tertulia y el Paraíso, casi pegados al ahora lindo techo del Gran Teatro, pero por qué tenemos que condenar a los jubilados a sentarse en los peores asientos? Alguien en su sano juicio puede explicar por qué la juventud opulenta trabajadora y enérgica, y muy adinerada (porque al parecer por la mayoría de los comentarios aquí los nuevos precios son accesibles) se sentará en la Platea, y los viejos tendrán que subir las escaleras, la Tertulia es el piso 3 y el Paraíso el piso 4, y desde aquellas gradas deberán presenciar la función. Un poco más de respeto por los abuelos y abuelas, un poco más de respeto por las personas que con su sudor mantuvieron este país, fuera como fuera. Ellos eran jóvenes cuando Alicia Alonso debutó en Carmen y ella y otras grandes bailarinas lograron atraparlos tanto con su encanto que no han conseguido despegarse del ballet nunca. Esas personas aplauden a Alicia Alonso diferente a como la puede aplaudir un joven, la aplauden como si la estuvieran viendo aún con su traje de cisne o con el de Giselle, o con el de Carmen. Por qué vamos a decir “Muy fácil, el que no pueda pagarse la Platea, que se vaya para la Tertulia y el Paraíso”. No todos los adultos mayores tienen hijos en el extranjero que les manden dinero, y la mayoría no tiene entrada económica cuantiosa, ni acceso a Internet para participar en este debate. Tampoco les gusta el reguettón, ni los conciertos en las plazas con aglomeraciones de personas, les gusta ir al teatro, pero… ahora aunque no puedan físicamente, si quieren ver una función, MUY FÁCIL: que vayan tres horas antes para que tengan tiempo de analizar cómo subir los tres o cuatro pisos que LES TOCA. Si alguno usa bastón, que vaya más despacito. Si alguno tiene problemas respiratorios y se ahoga subiendo escaleras, es recomendable tantear: sube cuatro escalones, se detiene a descansar, puede apoyar una mano en la pared por supuesto, a los 3 minutos, puede intentar 5 escalones, a ver si no falta tanto el aire, y así, se va estudiando y avanzando, con mucha paciencia, hasta arriba. Sin contar que ya no podrán ir al Lorca todos los fines de semana, a ver el espectáculo de turno, como recuerdo hacían muchas personas. Pero bueno es verdad, Cuba está cambiando. Que disfruten el hermoso Gran Teatro todos los que pueden, sobre todo los trabajadores con extraordinarios salarios, y los que no puedan comprarse las entradas se quedarán con los deseos (así mismo pasa en otros países: unos pueden, otros no. Coño, al fin nos parecemos a otros países). Muy fácil, aunque yo no me resigno. Por cierto, en el día de ayer la cola para comprar entradas para la primera función del Ballet Nacional en el Gran Teatro tuvo sus peculiaridades. Como en los viejos tiempos, las revendedoras fueron las dueñas y organizadoras. Las señas son las siguientes: colarse en la cola vale 3 cuc (las entradas usted las paga aparte en la taquilla), una solución más rápida -si la persona está apurada- puede comprar la entrada en CUC, cuesta 20. Y si no se quiere molestar en meterse en medio de una aglomeración de personas vaya directamente al teatro el día de la función, los revendedores ya anunciaron que ofrecerán las entradas en 30 cuc. Claro, si usted no es público del ballet ni se molestará y probablemente se vaya a pasear a otra parte. Pero el que tenga muchos deseos de ver ballet, bienvenido a “Los juegos del hambre”, prepare su bolsillo, y no está de más un arco y una flecha, le deseo mucha suerte…
Entiendo perfectamente que el Ballet Nacional fuera de Cuba cobra un dineral como cualquier otro artista del mundo, entiendo que mantener unas instalaciones como las del teatro Garcia Lorca cuestan mucho dinero pero que lastima que nosotros mismos, los cubanos, apoyemos el sin sentido y el desproposito, probablemente es el mayor problema de nuestra sociedad a dia de hoy.
El problema no esta en si cuesta 30 pesos o 30 dolares, el problema está en que durante mucho tiempo muchas personas en su mayoría adultos mayores hoy, se sacrificaron porque nuestro sistema se desmarcara de lo que sucede en el resto del mundo. Las mismas personas que dejaron incluso de crear familia por el proyecto cubano y que se ven hoy limitadas de asistir, lo mismo me da, a ver el ballet que a ver el reggaeton.
Al menos a mi no me educaron con el entendido de que algun dia esto iba a ser asi, aunque luego como a tantos otros la realidad nos haya dado en la cara. Por cierto, esta es una de esas realidades
Los que dicen que pagar esa cantidad es posible para cualquier cubano, me disculpan, pero se equivocan. El ocio en Cuba, imprescindible para cualquier sociedad, se hace cada vez mas inaccesible para el ciudadano medio que no este metido en negocios, incluso con negocios se hace dificil para casi cualquiera, que todo el mundo en Cuba no tiene paladares de exito ni casas particulares para alquilar
Dejemos ya de pasar la mano por favor, el ballet o los eventos que se hagan en el Lorca van a costar 30 pesos, el cine cuesta 2, las guaguas cuestan entre 0.40-5.00, los taxis (almendrones) cuestan 10, una cerveza cuesta 1cuc y una botella de aceite cuesta a partir de 2.50 cuc o mas, dos muslos de pollo salen por 4cuc, pero tambien han subido el precio de la luz, el del telefono, el de los huevos, el de los uniformes escolares, ¿alguien sabe cuanto cuestan unas vacaciones de un fin de semana en el campismo popular?…, si sigo se acaban hasta los caracteres permitidos en los comentarios
Si sumamos algunos de los que son servicios basicos como el transporte publico o la comida para cualquier persona que recibe ese salario medio del que tanto se habla pero que yo con una carrera universitaria nunca gané (digase 20-25cuc al cambio, contando con que en Cuba todo el mundo no es medico, tambien hay gente que limpia pisos, que son recepcionistas, etc), incluso para esas personas en edad laboral pagar los extras que podrian ser ir al ballet es casi imposible y con una pension es impensable ni el ballet, ni el reggaeton, ni a tomar una cerveza en ninguna parte
Los que hacen la comparativa con el resto del mundo es verdad que probablemente no puedan ir a mas de una cosa, pero tienen otras, y reunirte con tus amigos en tu casa con un poco de comida y algo de beber no te saquea el bolsillo
Vivo fuera de Cuba y cuantas veces he querido ver a Pablo Milanes en concierto pero cuesta 30 euros la entrada y no puedo. Lo que si puedo con los ingresos que tengo es reunirme con amigos en casa, sentarme en un bar una vez por semana, ir al cine 3 veces por año
Al ballet no hay que ir todos los dias, esta claro, pero seguro todos los dias las personas se planifican un rato de ocio que provoca mayor o menor gasto. La unica diferencia es que en Cuba a dia de hoy esa planificacion para la mayoria de la gente es casi imposible y redunda en una caja de planchao en el Malecon, repito el ocio es imprescindible en cualquier sociedad
Que te pidan sacrificios esta bien pero al final del dia todo el mundo necesita ver la telenovela, leerse un libro, fumarse un cigarro y si es en compañia mejor!
Esa es nuestra realidad con aperturas y sin ellas, lo siento si ofende!
Ademas de las fotos de este bello edificio neo-barroco, hoy llamado “Gran Teatro de la Habana”, añadiera solo un pequeño dato histórico. Fue construido en el año 1914 como sede del Centro Gallego Cubano. La fachada principal con sus 4 grupos escultóricos representan alegorías de la Beneficencia, la Educación, la Música y el Teatro. La revolución cesaría su funcionamiento en noviembre de 1961 cuando tenia 52,000 miembros.
Sobre el precio: Hace poco el Ballet Nacional cubano de Alicia Alonso actuó en el auditorio del pueblo donde vivo en España. Considerando que en esta región el salario promedio es sobre 1,000 euros mensuales, la entrada de 10 euros me pareció barata. En dos meses viene el Ballet Bolshoi y cobra de 35 a 37 euros. No me parece nada caro el precio de 30 CUD. Señores, lo bueno hay que pagarlo. Lo que si me parece increíble es que actualmente un cubano gane un salario promedio de $30, cuando en 1959 un trabajador urbano en la Habana ganaba de 50 a 70 dolares mensuales y los precios de aquella época eran mucho mas bajos que ahorra. (???????)
Ese precio, por ese arte, es irrisorio. Además, estamos en tiempos en los que es necesario que la cultura también contribuya a la economía y, de ese modo, al mejoramiento del pago a los artistas y el mantenimiento de las instalaciones. 30 pesos no es nada, por favor. Es una merienda, si escoges una cafetería bien barata. El teatro, el ballet lo vale.
es muy interesante el articulo y los comentarios, discutible para algunos el precio o los precios, pero eso no me preocupa tanto, lo que si me preocupa si continuaran los revendedores del teatro vendiendo las entradas a mayor precio, o si cuando uno llega a las nueve de la mañana o antes se encuentra que toda la platea ya esta vendida y que los empleados de taquilla no te dejen ver el plano para escoger la luneta, me preocupa que ese desorden continue, ya existe en el Nacional, tanto, que ya ni deseo ir al ballet, y en cuanto al nuevo Gran Teatro Alicia Alonso, ya concientice que sera un museo para muchos, pero un museo para verlo solo de lejos no para disfrutar de sus espectaculos
El precio no esta nada mal teniendo en cuenta que el próximo concierto de Silvio en Barcelona cuesta desde 36 a 55 euros la entrada,y el que dio en Chile costó desde 10 hasta 80 dolares.
30, 25, y 10 pesos para acudir al Gran Teatro de La Habana seguirá siendo, por mucho, un precio irrisorio y además accesible para cualquier cubano, aficionado o amante del ballet, que al menos una vez en el mes quiera ir al Gran Teatro de La Habana, incluso con la opción de 10 pesos para Tertulia y Paraiso. Pero bueno, todo lo que tenga que ver con el Estado ahi siempre habrá un ataque de OnCuba. ¿Por que no atacan, y si defienden y ponderan, los nuevos negocios de la Habana y Cuba, propiedad de particulares (digase bares, cafeterías “apantalladas”, paladares), que si son TOTALMENTE inaccesibles al cubano de pie?
No es tan malo. El precio es bastante justo. Y los jubilados, las Casas de Abuelos, las Casas de Cultura ya tienen un tema para trabajar, y podrán organizar que las entradas para ellos, para una función determinada, sea a un precio menor y en platea. Estoy seguro que los directivos del teatro no harán oídos sordos a esa inquietud. Peor es que el precio de tres tomates sea 12 pesos, y mejor no seguir
Creo que el precio es adecuado, si tenemos en cuenta que mucho de los espectaculos cubanos de alto rango el precio es altisimo y el karl Marx se repleta, hablo de los premios lucas, creo que debes dar un recorrido por este tipo de eventos y veas los precios, o la casa de la musica que cobra 200.00 cup las mesas y la oferta es para reirse un buen rato, tuve la posibilidad de estar dentro del GTH hece unos dias y creo que es una joya de los cubanos, ojala y todos los teatros estuvieran igual, entonces si se puede pagar 30.00 por las plateas o cualquier lugar…
No entiendo bien el objetivo del artículo. Aparentemente , hacernos reflexionar sobre los supuestos nuevos precios del teatro y cuan elevados resulta para el público local y un salario promedio en pesos cubanos? Me pierdo.
Bueno, 10 pesos cuesta una entrada a ese teatro y a otros muchos, hace mucho tiempo y las funciones de ballet se llenan.
20, 25 y hasta 50 pesos cuestan hace mucho rato los conciertos y los espectáculos de humor, que están siempre llenos, TAMBIÉN de estudiantes universitarios.
Los estipendios a estudiantes universitarios en Cuba se dan de manera masiva. Lamentablemente, lo reciben por igual todos los estudiantes universitarios, vengan de familias de pocos recursos o no. Quizá esa sea una razón para que sea poco y el resultado de darlo no sea muy eficaz. Las “becas” universitarias en Cuba, que a diferencia de otros países no son por estudios ni en concepto de estpendio o dinero mensual, sino locales/espacios/cuartos para que los estudiantes de provincia vivan durante los cinco años que dura la carrera, también son otorgadas a alumnos de provincia, a los que se le otorgó una carrera que se estudia en La Habana. Esta asignación no se hace tampoco en función de los recursos económicos de las familias de esos jóvenes o estudiantes. Sean hijos de obreros, funcionarios o de propietarios de negocios privados, si optaron por una carrera en La Habana y se la otorgaron, se les asigna también una de esos lugares para vivir en La Habana.
Entonces, la sociedad cubana se ha complicado tanto, que ni siquiera todos los estudiantes pueden ser clasificados como personas de bajos recursos. Hay estudiantes pobres y los hay ricos, que pueden ir al ballet, y a paladares y bares, y pasar vacaciones en hoteles y en otros países. Quizá sea bueno que los medios de difusión alternativos e independiente hagan análisis más serios y no usen las mismas generalizaciones o manejen de manera tan burda y arbitraria datos y números como lo hace la prensa del gobierno y los periodistas amarillistas.
Pero volvamos al tema de los espectáculos y los eventos culturales. De hecho, para espectáculos humorísticos o conciertos, 25 pesos es el mínimo porque pueden llegar a costar 50 pesos. También por cierto, hay conciertos y espectáculos de humor en cuc. En cambio no existe eso con el cine, ni el teatro , ni el ballet. Esto es un olvido de in Cuba? O es una omisión deliberada? Para manipulaciones y desinformación ya tenemos el noticiero. Aun caras en pesos o incluso en Cuc, se repletan las salas de concierto y de espectáculos humorísticos. La preocupación entonces no seria porque los cubanos prefieren gastar tanta plata en espectáculos de humor a veces muy poco inteligentes que en el ballet? Una prueba de ese cambio en la sociedad cubana no seria este mismo articulo (deducado a la subida de precio del ballet y no a la subida de precio de otras artes)?
Entonces, como el Gran Teatro de La Habana y el ballet, aun con los nuevos precios, siguen siendo una de las recreaciones culturales mas baratas de la capital, no entiendo el objetivo del artículo. Crear un falso sensacionalismo sobre la nueva poca accesibilidad del publico a este arte?
Oh no por favor, no nos quiten la esperanza de una prensa cubana libre y objetiva.
¿Le gustarán a Alicia los nuevos precios? “Yo quiero creer que no”. Martha, tú decidiste por Alicia Alonso en este amasijo descabellado de oraciones? Porque a esto apenas se le puede llamar artículo. Perdí minutos de mi vida leyendo lo que pensé era algo serio e informado, y esto no es más que el resultado de tus impresiones sin sentido, y un artículo vacío. 30 pesos no es absolutamente nada en Cuba para el que quiere ir a estos eventos. El que no va simplemente no va. Yo no sé dónde es que vives porque en Cuba no es, a pesar de las historias que cuentas, y simplemente no te das cuenta que los cubanos como tú tienen que empezar a acostumbrarse a que el gobierno de nuestro país tiene que empezar a cortar con los subsidios masivos en todas las esferas. Cuántos cubanos aportaron dinero para esta restauración? Quien pagó por eso? Tú donaste dinero o hiciste trabajo voluntario allí? Qué cara más dura tienes. Yo no sé si este comentario saldrá a la luz, pero el que te pagó perdió su dinero y tú estás perdida en el llano. Apretaste, Selena!
Fui a tratar de comprar entradas para la función del día 3. La cola, la lentitud y el sol me vencieron. Había personas mayores, jubilados, que comentaron los 30 pesos. Después de leer el artículo, me viene a la mente una pregunta: Dentro de 5 o 10 años, cuando en Cuba no gobierne el PCC y el presidente sea alguien estilo Mauricio Macri, cuanto costará la entrada al ballet? De cuanto será la pensión de los jubilados? Tendrán pensión? Podrán ir al ballet?
Este artículo tiene una contradicción insalvable. Quiere que le paguen más a los trabajadores, pero quiere que el estado siga subsidiando aspectos no vitales como la cultura. Entonces de dónde se va a sacar el dinero para aumentar los salarios? El ballet debe por lo menos autofinanciarse, lo que incluye el salario de los bailarines y el resto de los trabajadores y el mantenimiento de los locales.
Por favor, no hay lugar en el mundo en el que el público pueda asistir a una función de ballet tan barata como en Cuba, incluso cuando en breve se aumente a 30 pesos cubanos. El espléndido Gran Teatro de La Habana, recién restaurado, lo amerita y lo justifica. Es un valor añadido. Los realmente interesados en disfrutar del arte del ballet buscarán la manera de abonar el importe. A un gustazo, un trancazo. que yo misma estoy dispuesta a darme, aunque mi salario apenas roce los 500 pesos mensuales. Espero además que se vele por el comportamiento del público, tanto cubano como extranjero. Pues incluso he visto a extranjeros asistir al Lorca con tremenda facha: shores, sandalias…sin el menor sentido común. Habrá que tomar cartas en el asunto, y sencillamente impedirles el acceso. Seguramente asi ni se acercarían a las aceras de afamados teatros de Buenos Aires, Washington, Moscú, Río de Janeiro, Londres, Roma, Berlín–
Es irrisorio el precio de la entrada al teatro,estamos debatiendo por 30 cup señores y señoras para ver a uno de los mejores ballet del mundo cuando en realidad deberían estar felices por solo tener que pagar esa cifra,imaginen entran al teatro por el mismo precio que 2 paquetes de papel higiénico, 2-3 jabones de baño,por el precio de casi 3 cepillos dentales veremos al BNC,saben lo que si deben debatir que con lo que vale un paquete de leche en polvo en cualquier tienda un jubilado puede entrar casi 5 veces al GTH,entonces unan esfuerzo para debatir los precios dupli y triplicados de las tiendas y si funciona y si logran resultados con su debate,ese mismo jubilado le sobrará el dinero para el teatro. Cuba no paga a sus obreros ni la mitad de lo que se necesita para un canasta básica entonces como diluirnos en 30 cup por el ballet………
Martha he leido con atencion y asombro tu articulo, sinceramente duele. Cuba aun no puede darse el lujo de encarecer el consumo artistico o cultural, y menos para un arte que en el pais tiene un publico consolidado, fiel y muchos son personas comunes que ven en el teatro una opcion de entretenimiento economica y accesible para el alma divertir. El ballet, una de mis opciones culturales preferidas,, siempre fue un pretexto expedito de viajar de Guantanamo a La Habana. Hoy lejos de mi pais se ha convertido en una de mis anoranzas.
y siguen con los precios, y los revendedores, quien los va a eliminar, y las taquilleras revendedoras, a quien le preocupa, lectores, olvidense que ni con 30, 40 o 100 se podra entrar al Alicia Alonso a ver un espectaculo de calidad si no lo pagamos en la entrada al precio que estime el revendedor, ya hubo esta semana una cola con ese problema, llamaron a la policia y no paso nada.
Cuánto costará la entrada a un tetro de estas características en Guatemala, Honduras, Brasil o El Salvador? No se por qué ahora los periodistas, de manera cotidiana, se contradicen: ?No querían cambios? Pues bien, para mejorar la economía es vital que se acaben los regalos.
se volvio loca la periodista..30 pesos en moneda nacional…jajaja///que vaya a Don Cangrejo, Salon Rojo, Sala Atril,..cuyanto se cobra en Fabrica de Arte…mas o menos lo mismo y aui etsamos hablando del BALLET NACIONAL DE CUBA..cuanto cuesta ese mismo Ballet verlo en el extranjero…30 EN MN, en mi humilde opinion esta REGALADO..por favro si hasta un parqueador nos cobra 5, 10 y hasta 20 pesos en MN
Bueno, pues tengo un amigo que estuvo trabajando casi todo el fin de año como parte de la entrega del Gran Teatro. Él trabaja en una cooperativa particular a la que le encargaron parte del diseño y la decoración. A mi amigo y a su equipo nunca los invitaron a la apertura luego de haber entregado el Gran Teatro. ¿Será porque trabajan en el sector “privado” y no son dignos de reconocimiento porque sería admitir que esa forma de gestión es más válida que la estatal?
¿O será que ya la descortesía aquí es con cualquiera?
Má importante y estratégico que el costo de la entrada para ver una de las mejores compañias del mundo es el valor de la carne, del aceite, de la leche, del transporte diario, de la electricidad, en fin de los requerimientos BÁSICOS del ciudadano cubano ,no para recrear el espíritu sino para VIVIR y TRABAJAR.
Es triste la realidad, pero me resulta mas triste la ilusion del periodista. Este pais hace mucho tiempo que no es el mismo que se le prometio a nuestros padres. El pais por el cual ellos lucharon y entregaron su vida para terminar, al estilo de Mario Conde, convertidos en una generacion frustrada. No se que le parece raro ni por que se insulta por el precio, a ver si de una vez alguien se da cuenta que en Cuba si hay diferencias de clases, ricos y pobres, empleados y capitalistas como en el resto del mundo.
Oigan, alguien aquí que haya estado en el extrangero o conozca personas foráneas a preguntado cunato cuesta una esntrada a un concierto musical o una puesta en escena de una obra de ballet?? Si bien es cierto que los salarios en Cuba son bajos, tampoco las entradas estan caras para una expresión artística de tanto nivel. Cualquier espectáculo de este tipo en cualquier lugar del mundo es mucho más caro y tampoco las personas de clase media pueden acudir así como así, muchas personas reunen para pagar las entradas, es un problema de gusto, cultura y querer disfrutar de buen arte. En las noches habaneras muchos clubes donde se presentan humoristas cobran solo por la entrada 5 CUC (125 CUP) a cambio de CADECA y para nada es comparable el Ballet con una showsito humorístico en un bar … Entoces amigos, solo les dejo el tema, reflexionen, investigen … ¿Alta cultura a precio módico? … Saludos
Ah y me disculpo por la pifia de “extrangero” permitanme retificarla por “extranjero” jaja … saludos
Me gusta mucho el articulo, pero esto es mas de la tendencia de la resistencia al cambio basado en la nostalgia, el problema real no esta en el aumento del precio de las entradas, sino en lo bajo de los salarios en cuba, el problema cardinal que se puede resolver porque esa moneda es nuestra si hubiera voluntad politica. Vamos a escribir mil articulos sobre como subir el salario y como el actual salario de los cubanos nos ponen en los 4 ultimos lugares del mundo por lo bajos, incluyendo aun un estimado en dolares por lo que se subvenciona, cada vez menos pero centrado en salud, educacion, deporte, y bueno sigo considerando que la cultuta porque el nuevo precio sigue siendo subvencionado, dejame decir que todos los extranjeros estiman el precio real de esa companhia de ballet en 80 usd.
Vivi 45 anjos a 3 cuadras del teatro, y cada vez que fui tuve que comprar entradas afuera por hasta 5 cuc platea, porque las colas eran violentas y las entradas fuente de ingresos. Esto que se dice en el articulo se puede resolver facilmente separando unas capacidades y entregando invitaciones entre los mas vulnerables, de hecho se hacia en los festivales cuando yo era joven.! tremendas fotos y tremenda restauracion. enfrentemos los cambios con valentia, porque de la nostalgia no se vive, bajar precios o mantener los actuales es absurdo, subamos salarios y pensiones.
ño!!!, yo después de la frase: “..que tendrá que reconsiderar o reprimir su afición con el nuevo precio de 30 pesos…” por favor!!!, cualquier discotequita de malamuerte en cualquier pueblo de cuba cobra hasta más…
?Me podría decir en qué país del mundo, con un poco más de un dolar, “cualquiera” asiste a una función de ballet con una de las mejores compañías del Mundo, y en un teatro que no tiene mucho que envidiar a otros? Para que algunos que no lo conocen -o que pretendan desconocer-, les diré que, a principios de los 70, en ese mismo teatro se daban funciones de ballet, inluso con bailarines extranjeros, y hasta se llegó a promover la entrada GRATIS entre los centros de trabajo de los alrdedores a esas funciones, incluso con artistas exranjeros, y no eran muchos los que asistían, a pesar de la grtuidad. Eso demuestra el nivel de cultura que ha alcanzado nuestro pueblo. Lo de los salarios bajos en Cuba, es cierto, pero cualquiera que tenga interés y se los proponga, puede asistir a una de estas funciones. Incluso, algunos pagan y han pagado mucho más que 30 pesos a los revendedores que desgraciadamente merodean como moscas ese (y otros) teatros. Estoy seguro, como decía al principio, que MUCHAS, MUCHÍSIMAS personas, incluso con buenos salarios en el extranjero, no pueden darse este gusto.
De acuerdo plenamente con Aquiles (tiene el talón reforzado). Otra cosa: ?Tendrá conocimiento la periodista de cómo fueron los inicios del Ballet y de la propia Alicia en la época en que “había de todo” y “todos podían comprar de todo e ir a cualquier parte”? El propio gobierno de Batista frenó su gestión y Fidel y los universitarios la apoyaron y criticaron al gobierno, incluso, se dio una funsión de desagravio y homenaje a la Prima Ballerina Assoluta en el Estadio Universitario.
Por si acaso, nadie petende ocultar el sol con un dedo, pero lo peor es tratar de ocultar su luz.
¿Esta periodista no ha ido a Fabrica de Arte, a cualquier “centro nocturno” de Artex, o al mismisimo Karl Marx que cambia los precios según el artista [le pida mas o menos tajada]??? ¿Averiguó antes cuanto le costó a este país –o sea, a todos nosotros– un arreglo como ese? ¿Averiguó antes cuanto cuesta mantener una compañia de ballet como el BNC?? Solo espero que por ser periodista no le den la entrada gratis al ballet.
quisiera saber si es posible reservar entradas por internet para el gran teatro de la habana.
Estoy interesado por ver el ballet : la bella durmiente del bosque el dia 29 de abril 2016.
Mucha sgracias por vuestra ayuda.
Este articulo es la cosa manipuladora y sensiblera que he leído. El problema no está en el precio del teatro, sino en lo bajo de los salarios, todos hablan de jubilados y obreros y ¿alguno se ha preguntado cuanto cobra un bailarin cualquiera del Ballet Nacional de Cuba, o un cantante de opera o un musico de la orquesta del propio teatro? ¿Sabe la periodista que el precio es 30 pesos para los cubanos y 30 CUC para los extranjeros? ¿sabe que los estudiantes pagan la mitad del precio presentando su carnet? En temas “culturales” deberia analizar antes cuanto cuestan espectaculos de diversas categorias en otros espacios, y digo “diversas” para no ofender, porque hay de todo. Si necesitaba llenar un espacio sobre temas economicos mejor analice los precios de alimentos de primera necesidad que esos si no estan al alcance ni de jubilados ni de estudiantes.
La pregunta es ¿cuántas funciones podrá ver la autora con lo que le pagaron por este trabajo, evidentemente manipulador? ¿En qué país del mundo es barato un espectáculo de excelente ballet, en un excelente tearo?