Si pasa cerca de 23 y 12, aguce los sentidos. Cuidado si siente una armónica aguda e intimidante, y una estrella de sheriff le advierte que aquí no queremos problemas: pero tenga claro que la Muestra Joven no entiende de amenazas ni obstáculos.
Ya está aquí… el futuro del cine cubano regresa al Chaplin y sus entornos…
“La Muestra ha cambiado: menos mal”, advirtió Marisol Rodríguez, directora del evento cinematográfico. El espíritu dialéctico es una fortaleza de este espacio que sobrevive con más ganas que fondos, reinventándose constantemente con el criterio de los realizadores. En su duodécima edición, la Muestra se viste de western para defenderse como plaza de confrontación, debate y aprendizaje.
Dicha estética western responde principalmente a las ganas de divertirse de sus protagonistas, aunque no se descartan mensajes con códigos muy propios. Sara Vega, una de las organizadoras, explica que la identidad de la Muestra responde a su espíritu de agresividad juvenil, sin ser hiriente.
Este año concursarán 33 cortos de ficción, 28 documentales y 11 animados, más el tradicional concurso de carteles, mantenido junto al Instituto Superior de Diseño.
Marisol resaltó la renovación constante de este espacio para responder a sus ansias vanguardistas, despojada de excesos y pretensiones de perfección.
Además, aconsejó a los críticos despojarse de todo prejuicio al mirar las obras, que no aspiran a marcar hitos, sino a cronicar una época, aunque la pasada edición legó un indiscutible clásico: Camionero.
Entre los eventos teóricos destaca un taller de guión impartido por el español Rafael Cobos, varias veces nominado a los Premios Goya, y un curso sobre distribución de cortometrajes.
Esta Muestra homenajeará además los 20 años de la Televisión Serrana, definido en su momento como un “extraordinario experimento artístico” y de carácter profundamente comunitario.
Respecto al concurso de carteles protagonizado por los estudiantes de diseño, uno de los jurados lo consideró un gran aporte de la Muestra Joven para revitalizar la tradición del cartel cinematográfico en Cuba.
Las nuevas generaciones veneran el legado de Eduardo Muñoz Bach y René Azcuy, que marcaron hitos por el impacto visual y metafórico de sus carteles, en este arte que algunos consideran estancado actualmente.
Para romper esa inercia nació un espacio alternativo para que los jóvenes diseñadores presenten sus propuestas a partir de las obras que concursan en la Muestra, y como estas, sin mucha sofisticación.
“Buscamos un buen cartel, que comunique, más allá de pifias en la croma o fallas tipográficas: nos interesa que los jóvenes se sientan estimulados y reconocidos”, aseguró el jurado Alberto Nodarse.
Conocido como “El Tinti” en su gremio, Nodarse mismo ganó mención en una Muestra cuando estudiaba diseño gráfico, y el pasado año fue nominado a un Coral por su cartel del filme cubano Y sin embargo.
“La Muestra fue la génesis de lo que soy ahora: nunca pensé hacer carteles, estar junto a ilustradores como Nelson Ponce, ser incluso jurado: esta es una gran oportunidad”, me dijo Nodarse, un viejo amigo que no me acostumbro a ver famoso.
De eso precisamente se trata la Muestra para los periodistas: conocer hoy a las celebridades del mañana, para cuando sean famosos ya tenerlos del lado de acá.