La tercera edición del Habana Mambo Festival rendirá homenaje desde este lunes a Dámaso Pérez Prado, el Rey del Mambo, en el aniversario 107 de su nacimiento.
El evento, que se extenderá hasta el próximo 16 de diciembre, tendrá lugar en la sede del Proyecto de Desarrollo Local (PDL) Casa Mambo Producciones, a cargo del músico Arnaldo Rodríguez, fundador y Presidente del festival, señala una nota de prensa difundida el Gobierno de la capital cubana.
En el contexto del encuentro, será inaugurado de manera oficial el Centro Cultural, que contará con varios espacios y llevará por nombre “Casa Mambo”.
Su programa, agrega la información, incluye presentaciones artísticas, conciertos, y se suman las actividades comunitarias que se desarrollarán en el área del Proyecto Comunitario Lucecita.
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Entre las actividades de la cita destaca el Coloquio Internacional “Dale Mambo”, que incluye clases magistrales, conferencias y talleres, todos con el mambo como hilo conductor y a los jóvenes como protagonistas.
Esta será la segunda celebración presencial del evento, pues la primera edición tuvo lugar en 2021 en el entorno de las redes sociales, la radio y la televisión, debido a la pandemia de la COVID-19. La iniciativa fue impulsada por Arnaldo Rodríguez, la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem) y la empresa Mambo S.R.L.
Un año después, en 2022, el festival tuvo como sede principal el Salón Rosado de La Tropical. En esa ocasión contó, entre otras actividades, con un duelo de ruedas de casino en el que los bailadores compitieron al son de varias agrupaciones cubanas.
El mambo constituye la gran contribución de Dámaso Pérez Prado a la cultura latinoamericana. El músico inició su tayectoria artística en Matanzas, su ciudad natal, con la charanga de Senén Suárez. Allí incursionó también en otras orquestas locales, aunque en la década de 1940 decidió continuar su carrera en La Habana.
Entre otros países, Pérez Prado tocó en Estados Unidos, Argentina y Venezuela, donde logró colocar el mambo en alta estima del público. Sin embargo, fue en México donde finalmente se asentó.
En territorio mexicano se inspiró para crear sus obras más famosas en la década de 1950. Entre estas se cuentan Rico Mambo, Mambo No. 5, Pianolo, Caballo negro, El ruletero, Mambo en saxo y Mambo No. 8.