La artista multidisciplinar española Marina Anaya expondrá su última colección de pinturas en la Casa de Iberoamérica de Cádiz titulada Los Caribe a partir del 18 de julio, anunció un reporte de la agencia Europa Press.
Inspirada en Cuba, la muestra surge durante su estancia para cursar estudios de doctorado en el Instituto Superior de Arte (ISA), de La Habana, entre 1996 y 1999.
Los estudiantes, bailarines, músicos y artistas de la plástica de esa universidad de las artes sirvieron, de alguna manera, de modelos para crear las piezas, pero también los colores y calores de La Habana y el ritmo de una ciudad “arruinada por fuera y floreciente por dentro”, en palabras de la artista nacida en Palencia en 1972.
Referentes
“Esas personas anónimas en muchos casos ayudaron a dar forma a estas últimas obras de Marina Anaya, pero contribuyeron también las lecturas de Gabriel García Márquez, siempre tan presente en todo el Caribe, con los Buendía pegados al costado; del surrealismo de Severo Sarduy, los personalísimos textos de Zoé Valdés o la nostalgia que destilan los párrafos de Guillermo Cabrera Infante”, consignó un comunicado de la Casa de Iberoamérica, en Cádiz.
Igualmente, gravitaron en la cosmovisión de la artista la literatura del cubano Alejo Carpentier o del colombiano Juan Gabriel Vásquez, considerado uno de los novelistas latinoamericanos más importantes de su generación.
La música fue otra de las fuentes de esa cosmovisión, con “las inconfundibles melodías de Bola de Nieve, la voz cascada de Compay Segundo, las canciones de Olga Guillot, Beny Moré, Silvio Rodríguez y, sumando otro de los sentidos (el de la vista), la película Soy Cuba de Kalatozov.”, manifestó la institución gaditana.
Resistencia y mixtura caribeña
A fines de los 90, la relación de Anaya con el mundo cultural habanero fue intenso y provechoso al conocer a músicos, escritores, actores y por supuesto otros artistas de la plástica.
“Y como no, el pueblo caribe, su resistencia, su cultura mezcla de tantas culturas y a la vez tan propia. ‘Ese entorno en el que hombres, árboles, pájaros, huracanes y ríos son una misma naturaleza que cada día hacen que la magia sea real y lo real sea mágico”, resume.
En su taller en el barrio madrileño de Malasaña, la creadora empezó realizando grabado calcográfico, una técnica que sigue siendo una parte fundamental de su trabajo.
Artista multidisciplinar
Progresivamente, Anaya asumió la pintura, los murales, la escultura, la joyería y la cerámica. “Creo que esto es lo que me define como artista, la libertad para poder expresarme en diferentes disciplinas y la curiosidad por aprender las peculiaridades de cada una de ellas”, dijo en entrevista al blog Ecolover.life.
De acuerdo con el escritor Vicente Gallart, el trabajo de la palenciana “no solo consiste en diseñar obras como murales, sino en realizarlas”.
Para Gallart, la artista “ha ido aprendiendo un poquito de un montón de técnicas diferentes que van desde soldar metales, modelar el barro, hacer porcelana, crear moldes, pulir murales, etc. Esto le permite trabajar directamente con los materiales y acompañar a las piezas desde el boceto hasta su acabado final”.
En cuanto a su labor en el campo de la artesanía, Anaya defiende que “es importante reivindicar los procesos manuales y ponerlos en valor. Esto es gran parte de mi filosofía de trabajo. Intento que las obras y los procesos sean lo más respetuosos posible tanto con el entorno humano como con el medioambiente”.
“Soy partidaria de un arte muy cercano al juego en el que las piezas hablen por sí solas. Me parece importante que el espectador, el que mira los trabajos, el que mira las obras, las haga suyas y tenga su propia valoración, aunque sea totalmente diferente a la mía”, confesó la autora de un gran número de exposiciones individuales y colectivas, tanto en galerías españolas con las que trabaja regularmente como en diferentes ciudades extranjeras como Shanghai y Amsterdam.
La exposición Los Caribe, compuesta de obras con diferentes formatos, pintadas en acrílico y óleo sobre tabla, estará abierta en la Casa de Iberoamérica, de Cádiz, hasta el 5 de octubre, con entrada libre y gratuita.