La novela de Edmundo Desnoes (La Habana, 1930-Nueva York, 2023) “Memorias del subdesarrollo” tuvo mucho menos éxito que su versión cinematográfica a cargo de Tomás Gutiérrez Alea, pero ahora se recupera en edición crítica en coincidencia con una edición de los textos sobre arte del escritor cubano titulada “Mirando y dejando”.
De ambas ediciones, “Memorias del subdesarrollo” (Cátedra) y “Mirando y dejando” (Renacimiento), se ha encargado el escritor y periodista gaditano Alejandro Luque, quien ha dicho que la novela de Desnoes merece una relectura tras haber quedado opacada por el boom de la literatura hispanoamericana y por el enorme éxito que tuvo la película de Gutiérrez Alea.
Luque, quien proseguirá con el rescate de Desnoes con la próxima publicación de sus textos sobre fotografía y un ensayo sobre el idioma español, ha señalado que la novela “Memorias del subdesarrollo”, de 1965, quedó “fagocitada” por la cinta de Gutiérrez Alea, que “ha sido votada en varias ocasiones como la mejor película latinoamericana de todos los tiempos”.
“Mientras que la película sigue figurando como un clásico inmortal del cine latinoamericano, la obra de Desnoes ha tenido una circulación muy limitada hasta ahora; ha sido casi un secreto que ha corrido de mano en mano y de boca en boca. Él mismo decía que estaba muy agradecido a la película, porque le había dado una dimensión nueva al texto y lo había proyectado desde Cuba al mundo”, ha recordado Luque.
“El protagonista de la novela es un burgués que decide quedarse en la isla mientras su familia y amigos huyen a Miami. Desnoes crea un personaje que, como buen voyeur, sabe que lo que va a pasar en Cuba es algo único y no quiere perdérselo, lo que le lleva también a hacer una reflexión sobre el subdesarrollo no como indicador económico, sino como condición social y moral”, ha añadido el editor de la obra.
La novela también refleja, ante la posibilidad de una guerra nuclear, “el terror real del momento, la posibilidad de que Hiroshima se repitiera en el Caribe”, y sigue teniendo el valor premonitorio de que la Revolución era inviable.
Escritos sobre arte
Sobre “Mirando y dejando” ha explicado Luque que se trata de “una recopilación de textos sobre arte cubano, pero también de creadores como Picasso o Matta, escritos entre 1959, año del triunfo de la Revolución, y 2005.
“Desnoes tuvo la suerte de ser vecino del pintor Wifredo Lam en el barrio habanero de Marianao; allí empezó a aprender a mirar el arte y podría haber sido él mismo pintor, pero se dio cuenta de que escribir requería menos trastos, y se decantó por la literatura”.
El escritor fue amigo de los grandes pintores de la Revolución —Portocarrero, Mariano Rodríguez, Antonia Eiriz, Raúl Martínez…—, “creadores interesantísimos que la mirada eurocéntrica ha escatimado”, y dejó en estos textos “una mirada histórica sobre el arte antillano muy interesante”, según Luque, quien ha añadido:
“Desnoes trató de describir el nacimiento de una expresión genuinamente cubana, que no fuera solo una réplica de la pintura europea; para él se trataba de un proceso de emancipación y de una búsqueda de la propia identidad que va a culminar en la Revolución”.
Para Luque, lo más interesante de los escritos sobre arte de Desnoes es que considera que “hay un analfabetismo visual en el común de la gente, y es importante educar para aprender a mirar; y eso lo lleva a ocuparse no solo de los grandes nombres, sino también del arte de los carteles urbanos y de las manifestaciones, del humor gráfico y hasta del arte hecho por niños; es una visión de 360 grados, sin asomo de elitismo”.
Alfredo Valenzuela/EFE