El escritor cubano Leonardo Padura (La Habana, 1955) reivindicó este domingo la lengua como territorio vital de su obra y de su identidad al afirmar: “Tres patrias tengo yo: Cuba, mi trabajo y mi lengua”.
“Siempre en mis obras La Habana es un protagonista, un personaje más”, afirmó durante la clausura del Hay festival Segovia (centro de España) en conversación con Santiago Herrero, director de Relaciones Culturales de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), centrada en su última novela, Morir en la arena, pero también en el protagonismo de Cuba dentro de su trayectoria.
Angola
Respecto a su último libro, Padura subrayó su interés por reflejar no solo la dimensión heroica de episodios como la guerra de Angola, sino también “los traumas sociales y existenciales que provocó en una generación”.
Morir en la arena, dijo, “aborda el destino de una generación” que tras décadas de trabajo se jubila en la pobreza: “Un jubilado en Cuba cobra unos 2500 pesos, que son doce euros al mes. Con eso no puede comerse ni un huevo diario”, denunció.
La novela se articula en torno a Eugenio, un hombre que cumple 32 años de cárcel por parricidio y que regresa enfermo a su hogar tras una condena marcada por la violencia y la marginalidad.
A su alrededor, personajes como su hermano Rodolfo, excombatiente en Angola, o el escritor Raimundo Fulgero permiten al narrador trazar un fresco de la Cuba contemporánea.
Padura recordó su propia experiencia como periodista en Angola, “donde estuve dos años en un territorio en guerra: No estaba como militar pero tenía un fusil AK soviético al lado de mi cama; fue para mí el año del miedo”.
La Habana
El escritor destacó también el peso simbólico de La Habana en su vida y en sus libros.
“Vivo en la misma casa donde nací, en el mismo barrio donde nacieron mi padre y mi abuelo. Ese es mi verdadero lugar de pertenencia. Incluso en el patio están enterrados todos los perros que he tenido y ese detalle me aferra a mi patria”, aseguró.
Su vínculo con Cuba, agregó, va más allá de lo político: “Tengo la ciudadanía española desde hace 15 años pero sigo viviendo en La Habana; la pertenencia no sólo es estar al tanto de lo que ocurre, es también la relación con la lengua y con la forma en que hablan los personajes”, apuntó.

El creador del detective Mario Conde se refirió también a las dificultades del mercado editorial para los escritores cubanos.
“Hubo un momento, en los años 90, en que hubo un pequeño ‘boom’ de la literatura cubana en España pero hoy la visibilidad se ha reducido mucho. Es muy difícil para los jóvenes autores hacerse un espacio en un mercado dominado por códigos comerciales”, lamentó.
A lo largo de la conversación, Padura reflexionó también sobre la vejez y la escritura.
“El escritor es un almacén de memoria, pero llega un momento en que hay que saber cuándo lo que se hace ya no funciona. Hemingway se suicidó porque había perdido su capacidad de recordar. Hay que tener mucho cuidado y saber cuándo retirarse”, advirtió.
Con Padura cerró una nueva edición del Hay Festival Segovia que durante cuatro días, en la edición de su vigésimo aniversario, reunió a escritores, artistas e intelectuales en torno a la literatura y el pensamiento.