Cuando el 20 de octubre de 2019 la pareja de escritores Lucía Muñoz (1953) y Luis Carlos Suárez (1955) inauguraron el proyecto de promoción literaria Acento, hacían realidad un sueño largamente acariciado.
A partir de entonces, los vecinos cercanos a la calle Milanés, entre 3ra y 5ta, en el reparto Camilo Cienfuegos de Bayamo, contaron con una librería en la que podían solicitar no solo sus textos de preferencia, sino además asistir a actividades y encuentros literarios.
Aquella iniciativa paulatinamente se convirtió en una necesidad espiritual que involucró a otros miembros de la familia.
“Tenemos una preocupación constante de que la gente no bote los libros a la basura. Eso nos duele muchísimo”, confiesa Luis Carlos a OnCuba.
Lucía y Luis Carlos
Licenciada en Filología por la Universidad de Oriente, Lucía Muñoz es una de las autoras más conocidas de la literatura cubana y su obra forma parte de la Antología digital Vivientes de los Poetas del Mundo.
Para el poeta santiaguero Reinaldo Cedeño, Lucía “sabe tejer la urdimbre de las mansas, las difíciles, las esquivas palabras. Sabe hilar la rueca, con los hilos que juntan la historia de su sangre”.
Por su parte, el poeta y narrador manzanillero Luis Carlos Suárez es graduado en Artes y Letras por la Universidad de Oriente y su obra ha sido traducida al inglés y el portugués.
Entre sus libros más conocidos, destacan Las cigüeñas no vienen de París, (Ediciones Caserón, Santiago de Cuba, 1989); Claro de luna y la noveleta para niños La loma de los gatos.
Orígenes de Acento
Alrededor 1947 en la ciudad de Bayamo fue integrándose un grupo de jóvenes interesados en desarrollar un movimiento cultural que hiciera salir la región oriental del estancamiento artístico.
Entre ellos se encontraba el poeta y periodista chileno Alberto Baeza Flores (1914-1998), su principal animador, entonces casado con una bayamesa. Junto con él, otros jóvenes como Humberto Moya Diez, Francisco Morales Maceo, Carlos Catasús Bertot, René Capote Riera, Benigno Pacheco Bonet y Víctor Montero Mendoza.
Con estos intelectuales nació el Grupo Acento y casi de forma inmediata comenzaron a publicar una revista homónima y el boletín relámpago El Machete.
En las páginas de Acento se dio a conocer la poesía de algunos integrantes del grupo y otros trabajos literarios de autores como Cintio Vitier, José Lezama Lima y Fina García Marruz.
Los integrantes de aquel grupo, similar a Orígenes, tenían el propósito de publicar obras inéditas y de esa manera “contribuir a la sensibilidad general y a la difusión de obras producidas en las Antillas, y de interés para el resto de los países de nuestra América”, según explicaron en uno de sus números.[1]
Al pasar los años, no se supo más sobre aquel grupo de marcada influencia en la vida artística de Bayamo.
“Cuando ideamos crear un proyecto de promoción de lectura sobre la base del libro de uso, decidimos que su nombre fuera Acento, como homenaje a aquella publicación bayamesa y a ese importante grupo”, nos dice la poeta Lucía Muñoz, conocida como “La novia de Bayamo”.
“Teníamos la intención de promocionar la lectura en nuestro barrio. Hay un grupo de personas que sí disfrutan de la lectura. Otros nos visitan por primera vez y luego se dan cuenta de la necesidad que tenían, de lo mucho que pueden aprender en nuestros encuentros”, declara Luis Carlos.
El proyecto
Lo que fue un garaje en desuso se convirtió, con la ayuda de amigos e instituciones de la provincia, en una pequeña librería que desde 2019 no ha dejado de brindar servicios.
“Nosotros empezamos en 2009 de forma itinerante por las escuelas y a cuanto lugar nos invitaran. Allá íbamos con carretillas llenas de libros, montábamos nuestras exposiciones e invitábamos a otros amigos escritores”, rememora Luis Carlos.
Al hacerse pública la necesidad de construir un local, organizaciones bayamesas comenzaron a colaborar hasta que quedó terminada la obra.
“La librería se nos llena, aunque no es un gran espacio. Las personas del barrio reconocen la importancia del trabajo que estamos desarrollando. A veces abrimos la puerta y hay una jaba llena de libros, o llegan varias personas con cajas porque no quieren echarlos a la basura y lo donan”, precisa Lucía.
Cinco años después de fundado, el Proyecto Acento de la ciudad Monumento Nacional es una propuesta sólida y reconocida por sus actividades para la comunidad, el asesoramiento a las personas sobre temáticas y autores y la restauración de libros.
[1] Ver: https://buho.guru/dict/literatura_cubana/GRUPO_ACENTO