El maestro Leo Brouwer logra una vez más el maridaje perfecto de músicas inteligentes en mucho más que un simple slogan. Ahora, por quinta ocasión, La Habana hace espacio al Festival de Música de Cámara que lleva su nombre. Este 28 de septiembre la capital cubana inició esta fiesta de melodías. El festival del maestro, que se prolongará hasta el 13 de octubre, es un espacio donde se articulan la Música Clásica, Contemporánea, Antigua, el Jazz, el Flamenco, el Pop, la Fusión, la Electrónica, la Canción infantil y el Humor, pero usted siempre recuerde: de manera inteligente.
En una especie de clase magistral donde músicos y público fuimos aprendices del maestro Brouwer arrancó este festival, sin descartar la risa de manos del actor y humorista Osvaldo Doimeadiós. Encarnando el papel de profesor, nada alejado de su realidad, Brouwer reveló a los presentes cuánto en materia de música se puede aprender y cuánto de cubana y humorística esta puede tener. Doimeadiós, por su parte, hizo gala de un histrionismo al que ya estamos acostumbrados los cubanos, pero esta vez además impresionó a carcajadas sueltas sentado al piano.
Dos líneas maestras confluyeron en un espectáculo que hilvanó, sin dejar costuras a la vista, el humor y la música. El Concierto para dedo y orquesta, dirigido por el maestro Leo, deleitó a todos durante dos horas y medias en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba. Al espectáculo se sumaron, por la parte musical, Vocal Sampling, la Orquesta de Cámara de La Habana y el piano de Jorge Luis Pacheco; mientras que junto a Doimeadiós hicieron reir actores invitados del Centro Promotor del Humor.
Leo Brouwer ha demostrado cómo se puede hacer buen arte sin opulencias, y muestra de ello no es solo su obra, bastísima y exquisita, sino las cinco ediciones de esta fiesta musical. El Festival ha logrado atraer gran cantidad de público en cada una de sus actividades, por noveles y atinadas, y este año no será la excepción. Santiago de Cuba tuvo la primicia el pasado 24 y durante tres días, luego Pinar del Río acogió la cita durante una jornada, y ahora La Habana se llena de acordes durante quince días. Pero no solo la música está invitada, también la fotografía, el audiovisual, la pintura y las charlas teóricas amplían el abanico de propuestas.
Ya la capital cubana comenzó a escribir las notas en este pentagrama. La primera estuvo plagada de maestría musical y buen humor, una mezcla perfecta para educar el buen gusto, para adaptarlo a los días de Festival que están por venir. Nuevos espacios estarán dispuestos plenamente al arte, al oficio de la música y a la destreza del gran Brouwer. Un rito de iniciación en los laberintos del sonido; un examen al más puro estilo nacional; unos alumnos que fuimos todos; una inteligente lección donde aprendimos que reir también se premia.
Un maridaje perfecto de autores y obras es también esta cita; un recorrido exhaustivo por tendencias sonoras, donde lo nuevo se funde con lo antiguo en una especie de renovación otra. Un programa que no da pie a vacíos, porque cada presentación es una experiencia obligada para el afinado oído cubano.
Desde ya muchísimas son las propuestas y sin temor alguno a equivocarme uno de los momentos más esperados es la presentación en vivo del gran Paco de Lucía. Luego de más de 25 años el guitarrista español vuelve a la Isla para abarrotar el Karl Marx este miércoles. Desde mucho antes el rumor circulaba las calles habaneras y ya hoy la certeza hace correr por las nunca fáciles entradas. Distinguido acontecimiento este para prestigiar la programación del encuentro, un momento de lujo para disfrutar de otro grande de la música. Por estos días, el maestro Brouwer alza su mano en simbólico gesto por los cinco años de música inteligente; en el público, la satisfacción del deleite y la sosiego de que no, no es mentira, ¡Paco de Lucía está en La Habana!
Fotos: Oriol de la Cruz (AIN)
*OnCuba traerá detalles del concierto de Paco de Lucía y continuará dando cobertura al Quinto Festival Leo Brouwer de Música de Cámara.