Son fusión desde la anatomía. Mezcla del Palma Soriano y capital de Santiago de Cuba con los habaneros barrios de Buena Vista y San Miguel del Padrón. Combinación de tumbadoras y timbres soneros, con timbal, violines y la música electrónica salida de un par de platos madrileños. Tienen la humildad necesaria para no declararse emperadores o monarcas, la fuerza suficiente para nombrarse guerreros. Y toda la ambición que los hace aspirar a ser, del beat cubano, un todos estrellas.
Eso es Cuban Beats All Starts (CBAS), un proyecto osado que une ritmos tradicionales de nuestra isla con géneros foráneos como el hip hop, el rap y la música electrónica. Locales como universales, aseguran que su estilo es el trabajo constante y la confianza en que todo género musical, bien esculpido, cabe en su mezcla. Con un disco en el mercado –La Receta, Termidor Musikverlag & Timba Records 2015–, otro en producción y decenas de presentaciones en Europa, América Latina y Asia, los CBAS tienen una aspiración recurrente: entrarle a Cuba y Miami. Tocar para públicos que hablen su idioma, el cubañol.
En una ciudad del interior de São Paulo, Brasil, país al por el que los CBAS tienen un cariño especial, OnCuba conversó con Vladimir Nuñez (VN), creador del proyecto, y quien hace percusión y coros, y el resto de la agrupación.
Cuéntennos sobre los orígenes del proyecto. ¿Cómo surge Cuban Beats All Starts?
VN: A raíz de la separación de Orishas, grupo del que fui percusionista cerca de una década –solo interrumpida por un par de años trabajando con Concha Buika– comencé a sentir la inquietud profesional y la necesidad personal de formar una nueva agrupación. Pasado un período que sirvió para madurar la idea, realizo junto a DJ Tillo –también ex músico de Orishas– tres pequeñas presentaciones ya bajo el nombre de CBAS. Es 2012. Cerca de dos meses después, y con un contrato firmado para realizar varias presentaciones en Brasil, se nos une Nelson Palacios –arreglista, instrumentista y voz–. Su llegada al proyecto fue y continúa siendo vital.
Con formato de trío realizamos un par de giras por Sudamérica y varias presentaciones en Europa. En 2014 se produce la entrada del Ruzzo, uno de los tres integrantes de Orishas, luego de una invitación para participar en el primer disco. Más adelante se incorpora Roemer (Toledano) –bajo y voz. De esa primera etapa del grupo nació el disco La Receta.
Pero hoy veo rostros nuevos…
VN: Sí. Recientemente el Ruzzo y DJ Tillo decidieron salir del proyecto. Se han incorporado Jarold (Driggs), rapero de lujo, y Jesús DJ Caution, un fichaje madrileño que asume los platos. Aspiramos a que los que están hoy sean los guerreros definitivos.
¿Qué va a encontrar el público en La Receta y en las presentaciones de los Cuban Beats?
CBAS: Fusión. Cubanía ante todo. Pero también universalidad. Ritmos tradicionales y sonoridades más contemporáneas cubanas. Una tremenda mezcla. CBAS es eso. Songo, son y timba condimentados con beats urbanos, rap, hip hop y pistas de música electrónica. Somos la herencia recibida de grandes de la música cubana como El Benny, mezclada con las influencias que nos han legado, en algunos casos, más de quince años fuera de Cuba. Eso es el primer disco, La Receta. Eso es CBAS en cada presentación.
En el segundo disco, que está en producción, sumamos sonoridades latinoamericanas como el reggae, merengue, cumbia y –que se sepa desde ya– par de guiños al funk y el reguetón. Eso sí, todos fusionados con una base rítmica cubana, interpretada a lo CBAS. No le tenemos miedo a nada en términos de sonoridades y nos gusta sorprender al público. El resultado es una mezcla que tiene siempre de Cuba pero se adapta al oído del mundo.
Incluyendo reguetón…
CBAS: Sí por supuesto. ¿Por qué no? Pero siempre respetando nuestro estilo. Eso quiere decir que vendría mezclado con las cosas que acostumbramos a meterle por debajo a cada ritmo con que nos atrevemos. Mira, si fuéramos de los puritanos que han entrado en esas cruzadas contra el reguetón, CBAS no existiría. Cuban Beats es en gran medida una fuga al puritanismo. Nosotros creemos en la calidad de la música, no de los géneros. Hay reguetón bueno tanto como hay música clásica mala. Ahí está Gente de Zona por ejemplo. Palo tras palo callando bocas. El reguetón se ha vuelto un tabú como en su momento lo fueron otros ritmos en la isla. Y nosotros no compartimos ese tabú. Por tanto, sí, habrá una o par de pistas con reguetón, que es diferente a decir de reguetón. Por intencionalidad y guiño a un público al que nos interesa llegar, pero sobre todo, porque creemos que lo podemos hacer teniendo como presupuesto la calidad.
Hablando de intereses por diversificar el público, ¿en qué medida eso de no hacer timba total, versiones del Buena Vista Social Club, o reguetón duro, resta mercado europeo y disminuye la posibilidad de entrar en Cuba o en el mercado de Miami?
CBAS: Mira, aquí somos realistas, muy sinceros. Nadie te va a decir que CBAS solo llena estadios. Lo que sí podemos asegurarte es que hemos estado como invitados en festivales prestigiosos como el Couleurcafe, Sula Fest, Africa Festival o el Festival Internacional de Percusión El Toque; y que la fiesta no ha parado. Que la gente ha seguido bien arriba. Y estamos hablando de miles de personas. Por demás, en las giras del grupo, sobre todo las europeas, conseguimos buenos números. Y aquí sí estamos hablando de presentaciones de CBAS, que no tienen caché fijo, que son a taquilla y en las que hemos llenado salas de 500 personas. Personas que pagan por ir a verte a ti.
¿Cuál es la fórmula para conseguirlo?
CBAS: Tenemos una idea diferente sobre eso de que no hacer timba, son tradicional o reguetón puro resta público. Lejos de restar, ha sumado. A la gente que va a buscar lo cubano, se suma ese otro grupo que disfruta los trabajos con los platos, los sonidos tribales, el hip hop, la música electrónica. Y eso lo consumen con la novedad de estar en el medio de un songo. De algo bien de nuestra isla. Lejos de pensar que la fusión, que eso de no enmarcarse en un estilo sea una limitación para ciertos mercados, creemos que puede abrir horizontes. De hecho ya lo hemos vivido. Un caso clásico fue el SulaFest 2015, en la India. Le entramos al público con pistas cargadas de hip hop, rap, con los platos y todo aquello limpió el terreno para que las sonoridades tradicionales cubanas a la que ese público está menos acostumbrado, fueran asumidas y bien consumidas.
No es para conformarse claro está. Dice la Intro de Cubañol, primer tema de La Receta, que quien aspire a ser un gran artista, nunca debe estar conforme con lo que hace. Va en esa frase una de las fuerzas motrices de CBAS. Exigirnos cada vez más calidad y mejores números. Eso se logra con humildad, mucho trabajo y búsqueda de un producto musical de valor. Un producto que haga gozar al público. En eso estamos. Y déjanos decirte que sobre todo en Europa hay mucha gente que nos conoce, y sobre todo, reconoce. Cuban Beats ya anda en varios lugares con nombre propio y eso nos reconforta mucho.
Eso de que CBAS ya anda con nombre propio me parece interesante porque imagino que el paso de algunos de ustedes por Orishas, unido al tiempo que el Ruzzo estuvo en CBAS, haga que la gente asocie ambas bandas. ¿Cuánto de ese público al que se refieren es herencia de Orishas? ¿Cuánto hay de Orishas en CBAS y cuánto no?
VN: Mira esa es una pregunta y situación a las que nos hemos tenido que enfrentar mucho. Está condicionada por mi trabajo, el de Nelson y de otros ex miembros de CBAS con los Orishas. A eso se le une el hecho de que el Ruzzo fuera una de las voces en los temas de La Receta; una voz que la gente identifica. Es lógico que el público nos asocie. Y te digo: nosotros sentimos orgullo de tener influencias de una banda tan mítica; el mismo que sentimos por la influencia de la trova santiaguera, de El Benny, de Juan Formell y Angá. Pero CBAS no es ni hijo menor, ni versión, ni herencia de Orishas.
Respetamos mucho su trabajo, del que algunos de nosotros fuimos parte. Y ese respeto va también para su trabajo actual. Pero el nuestro es independiente de cualquier legado. Somos Cuban Beats All Starts. Si de alguien somos hijos, y padres, es de nosotros mismos. El uso que hacemos de los tambores batá, de estilos y sonoridades latinoamericanas, de los beats urbanos e incluso de sonoridades cubanas más contemporáneas es ejemplo de eso.
Ustedes no se ha presentado aún en Cuba o Estados Unidos. ¿Han realizado algún tipo de trámite para intentar cambiar esta situación?
CBAS: Tocar en Cuba y en Estados Unidos, sobre todo en Miami, es algo con lo que hemos soñado mucho. La Receta se presentó en el CubaDisco 2015 a pesar de que, desafortunadamente, ninguno de los miembros del grupo pudo participar de las actividades del festival. También realizamos algunas conversaciones con colegas en La Habana para evaluar la posibilidad de alguna presentación en la isla. Varios de ellos mostraron su disposición para ayudarnos a llegar a Cuba. Desafortunadamente los cambios que se produjeron en la banda a mediados del año pasado frenaron las gestiones. Ahora estamos centrados en completar la segunda producción discográfica para de inmediato recuperar las conversaciones entorno a la posibilidad de tocar en Cuba. Conversaciones que queremos establecer a través de las instituciones y mecanismos establecidos por el Ministerio de Cultura. Es un sueño para cualquier artista presentar su proyecto en su país. Para su gente, en general. Tocar en Cuba y Miami es una aspiración que esperamos se dé en poco tiempo. CBAS está listo.
¿Hasta el momento en que se produzcan esas presentaciones, dónde pueden escuchar los cubanos de ambos lados del Estrecho a los Cuban Beats All Starts?
CBAS: Desafortunadamente La Receta solo ha sido comercializada en Europa. Nosotros y la discográfica estaríamos encantados de que se distribuyera en Cuba y Miami. Esperemos que sea pronto para que la gente vaya calentando. De todas maneras el disco está disponible en plataformas digitales como Spotify, y los videos de varios de nuestros temas pueden ser visualizados en el canal de la banda en YouTube y en nuestra página web.
¿Cuáles son sus planes inmediatos?
CBAS: Trabajar duro en el próximo disco y cumplir con las presentaciones que tenemos programadas en Suiza, Austria y Alemania. Lanzar un par de videos clip que están en preparación. Continuar guerreando que es lo nuestro. Y bueno, ya sabes, además de trabajar duro, orarle a los que haya que hacerlo para que se concreten las presentaciones en La Habana, en Cuba toda, y en Estados Unidos.
Estuve escuchándolos, para mi gusto es una versión desmejorada de Orishas