La cantante Camila Cabello dedicó hoy un breve mensaje de solidaridad con los jóvenes inmigrantes conocidos como “soñadores” durante su participación en la 60 edición de los Grammy.
Cabello, que subió al escenario para anunciar una presentación del conjunto U2 grabado con imágenes de la Estatua de la Libertad, dijo ser una “orgullosa” inmigrante cubano-mexicana, nacida en La Habana.
“Y ahora –dijo– estoy de pie en el escenario de los Grammy de Nueva York”.
La cantante dijo que inmigrantes como los “soñadores”, que vinieron a Estados Unidos de niños acompañando a sus padres indocumentados, “levantaron este país” y “nunca se rindieron”.
“Los ‘soñadores’ no pueden ser olvidados, y merece la pena luchar en favor de ellos”, agregó.
En Estados Unidos hay cerca de 1,8 millones de “soñadores”, de los cuales unos 690,000 jóvenes se acogieron a programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés).
Ese programa fue aprobado por el anterior presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pero su sucesor, Donald Trump, anunció que expiraría en marzo próximo.
En los últimos días Trump se ha mostrado partidario de revisar este tema, y ha llegado a decir que “deberían poder quedarse en el país”.
El gobernante ha propuesto al Congreso una reforma que permita acceder a la ciudadanía a los “sonadores” a cambio de financiación especial para reforzar la frontera sur con México.
Rosas blancas del #MeToo
Por primera vez en 60 años, los vestidos no fueron lo más comentado de la alfombra roja de los Grammy y las rosas blancas que lucieron las estrellas en apoyo al movimiento #MeToo, de rechazo al acoso sexual, les robaron el protagonismo.
La idea surgió de forma improvisada hace unos días, cuando dos ejecutivas de la industria discográfica vieron que se acercaba la gran noche de la música y no había ningún plan para apoyar a las mujeres que durante el último año alzaron su voz contra el acoso.
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La rapera estadounidense Cardi B, nominada por partida doble, explicó a los periodistas que el techo de cristal al que se enfrentan las mujeres no es algo exclusivo de la industria discográfica o cinematográfica.
“Es algo que pasa en todos los sitios. Si trabajas en un supermercado y quieres ascender, los hombres siempre encontrarán una forma de quedarse con ese puesto”, dijo la artista, que vistió un conjunto blanco con alas de ángel, a juego con la rosa que llevaba.
Lana del Rey también lució un vestido con un aura angelical, firmado por Gucci, de colores claros y plateados y con una corona de estrellas que fue muy aplaudida en redes sociales.
Quien también llamó la atención en las redes fue la cantante Joy Villa, que el año pasado sorprendió con un atuendo en apoyo a Donald Trump y que este año se enfundó un vestido en contra del aborto, con un gran feto dibujado y el lema “Escoge vida”.
Sorprendió la ausencia en la pasarela de los dos artistas con más nominaciones, Jay-Z y Kendrick Lamar, así como de Lorde, que según medios locales no quiso cruzar la alfombra roja por su enfado con la academia al no haberle propuesto actuar en la gala en solitario, a diferencia de sus compañeros de nominación, todos hombres.
Lady Gaga llegó a la pasarela, y aunque no se prodigó con los medios sí que mostró orgullosa una rosa blanca en el pecho.
Los hermanos Nick y Jon Jonas tampoco se perdieron la cita, si bien pasearon por la alfombra roja separados, y Cindy Lauper posó con el puño en alto para reivindicar la lucha feminista.
Luis Fonsi cruzó la pasarela acompañado junto a su esposa, la modelo española Águeda López, y se mostró “orgulloso” de haber abierto la puerta a otros compatriotas latinos con su éxito “Despacito”.
La modelo Zuleyka Rivera se mostró “ansiosa” por interpretar junto a Fonsi “Despacito” en la gala y aprovechó para agradecer a todas las “mujeres valientes” que han reivindicado que las mujeres son “talentosas” y no necesitan “ir más allá para demostrar su valía”.
El grupo californiano La Santa Cecilia destacó que antes de que Luís Fonsi y Daddy Yankee rompieran las pistas, “artistas como Gloria Estefan o Carlos Santana ya abrieron puertas muchos años atrás”.
Los colombianos Bomba Estéreo celebraron el “cross-over” entre la música anglosajona y la latina, que ellos mismos experimentaron el año pasado haciendo una gira con la exitosa banda canadiense Arcade Fire.
“Salimos de fiesta, íbamos de bares e hicimos DJ sets juntos”, explicaron los colombianos, que esperan que más artistas sigan su camino porque “se aprende mucho y es un gran intercambio cultural, de ideas y de pensamientos”.
La mexicana Natalia Lafourcade confesó estar algo sorprendida de que un disco como el suyo estuviese nominado en la categoría pop, compitiendo con artistas como Shakira o Juanes.
“Nunca hubiera pensado que un disco que va de hacer música sencilla pero que al mismo tiene que ver con nuestras raíces y nuestro folclore esté nominado en una categoría como el pop”, dijo la mexicana, a la que le gustaría hacer un dúo con Bruno Mars.
Otro de los nominados al mejor disco pop, el cubano Alex Cuba, afirmó que ahora toca trabajar para que el público norteamericano sepa que “hay mucha música latina más allá del ‘Despacito'”, una ardua tarea en la que él se emplea desde hace años, grabando con su productora independiente, Caracol, desde Canadá.
El toque político de Clinton
Hillary Clinton regresó a estos premios el domingo con un papel que parece haber disfrutado.
Fue una invitada sorpresa en un segmento cómico del anfitrión James Corden, en el que supuestamente hacía una audición para la grabación de un álbum hablado del popular libro de Michael Wolff sobre el gobierno del presidente Donald Trump, “Fire and Fury“.
John Legend, Cher, Snoop Dogg, Cardi B y DJ Khaled también hicieron la audición para Corden. La última candidata comenzó con el libro cubriéndole el rostro, el cual bajó para revelar que era Clinton. Tras su lectura, Corden le dijo con entusiasmo que era perfecta para el trabajo.
“¿Tú crees?”, dijo la contendiente de Trump en las elecciones de 2016. “¿Está asegurado el Grammy?”.
Clinton ganó el Grammy en 1997 por su audiolibro “It Takes a Village”.
No todos estuvieron contentos con la lectura. La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas Nikki Halley tuiteó que le arruinó su experiencia de los Grammy.
I have always loved the Grammys but to have artists read the Fire and Fury book killed it. Don’t ruin great music with trash. Some of us love music without the politics thrown in it.
— Nikki Haley (@nikkihaley) 29 de enero de 2018
“Siempre me han encantado los Grammy, pero que los artistas leyeran el libro ‘Fire and Fury’ lo arruinó”, tuiteó. “No arruinen la música maravillosa con basura. Algunos de nosotros amamos la música sin que la política entre en ella”.
El productor Ken Ehrlich dijo tras bambalinas que Corden y sus productores convencieron a Clinton de que participara. Enviaron el guion y a los pocos días Clinton aceptó.
Neil Portnow, presidente de la Academia de la Grabación, dijo a The Associated Press que sentía que la participación de Clinton fue más satírica que política.
“Los fragmentos que se leyeron del libro no eran realmente políticos”, dijo. “Tenemos un historial de señalar cosas graciosas e inusuales sobre nuestro liderazgo”.
Ese no fue el único momento político en la premiación. Y además todos estuvieron meticulosamente planeados, como el segmento grabado por Clinton.
Tres artistas country que participaron en el festival musical en el que ocurrió un tiroteo masivo en Las Vegas en octubre interpretaron una conmovedora versión de “Tears in Heaven” de Eric Clapton. Eric Church, Maren Morris y Brothers Osborne cantaron mientras al fondo aparecían los nombres de las víctimas.
La cantante Janelle Monae habló a favor de los derechos de las mujeres al presentar la interpretación de Kesha de “Praying”, una canción sobre la lucha contra el maltrato. Kesha acusó a su ex productor Dr. Luke de abuso sexual.
Los cargos fueron retirados después, pero la canción es una referencia obvia a su batalla. En el escenario, la cantante estuvo acompañada por cerca de una decena de cantantes femeninas que la apoyaron.
“Para aquellos que se atreven a tratar de silenciarnos, les ofrecemos estas palabras: se acabó el tiempo”, dijo Monae.
El rapero Logic interpretó una canción para crear conciencia sobre la prevención del suicidio acompañado por Alessia Cara y Khalid. “El negro es hermoso, el odio es horrible”, dijo al final de su actuación.
Camila Cabello, hija de una pareja cubano-mexicana que llegó a Estados Unidos cuando ella era una niña, habló en favor de proporcionar protección legal a los llamados “dreamers” (soñadores), jóvenes que como ella inmigraron al país siendo niños.
“Este país fue construido por soñadores para soñadores”, dijo Cabello, quien presentó a la banda U2. La banda irlandesa pregrabó su interpretación de “Get Out of Your Own Way”, sobre una barcaza en el río Hudson desde donde se podía ver la Estatua de la Libertad.
EFE / AP / OnCuba