El maestro Guido López Gavilán pondrá punto final a una nueva producción discográfica que saldrá al mercado durante el transcurso del presente año. Caribe Nostrum, título del álbum, es, a juicio del propio artista, una muestra de las infinitas posibilidades que tiene la música cubana de ser trabajada sobre la base de diferentes formatos orquestales.
Autor de todas las obras que contiene, el destacado director de orquesta contó algunas de las particularidades del fonograma grabado en vivo y facturado por el sello discográfico La Ceiba de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
El CD, dijo, debe su nombre a la pieza homónima que precisamente es la que da inicio a la placa, y trabajarlo fue sumamente grato, tanto en su concepción como la realización porque pude contar con la Orquesta de Cámara Música Eterna, formación que dirijo, el Trío Concertante y mi hijo el pianista Aldo López-Gavilán.
La producción es muy variada, comentó, en ella se escucharán varios géneros donde lo cubano prima a todo lo largo del disco, varias de las obras están hechas para orquesta de cuerda como Habanera sensual, Qué rico es y Contradanza caprichosa. También figuran piezas compuestas solo para piano, algunas de ellas muy emotivas. Aldo toca una, muy corta, creada por mí cuando él, siendo un niño, daba sus primeros pasos en el instrumento, titulada Canciones para Aldito y que tiene un valor sentimental muy grande.
También para piano aparece Toque, interpretada por Leonardo Gel, de compleja ejecución, y para clarinete figura Clariloquio, a la cuenta de Dianelis Castillo, que asume un destacado desempeño técnico e histriónico que transmite mucha fuerza.
La lista títulos contempla asimismo una obra escrita para el Trío Concertante llamada Como un antiguo bolero, y otras de gran valía creativa para mí como Variantes coral leyenda, en la que trabajan de conjunto el trío y Música Eterna.
El trabajo de Caribe Nostrum constituyó un verdadero reto para todos los implicados porque su grabación fue en vivo. Con estas características se exige mucho de los músicos porque no hay margen al error, la posibilidad que ofrece el estudio de perfeccionar los sonidos y detallar por separado la labor de cada instrumento no aparece en este disco, todo se escucha tal y cual quedó en el concierto que ofrecimos en la Basílica Menor de San Francisco de Asís el año pasado, con el ambiente creado sobre el escenario y el público implicado de manera directa.
La iniciativa, comentó, surge para hacer un recorrido por mi obra vista desde distintas épocas, y además del Sello La Ceiba, está implicada la casa discográfica Colibrí, del Instituto Cubano de la Música.
Espero que Caribe… trascienda como una muestra de la aceptación que este tipo de música disfruta en el país.