Yoel Rodriguez Tejeda
Luego de nueve semanas de competencia, el Concurso Adolfo Guzmán no deparó grandes sorpresas en la gala de premiaciones. El tema Será, de la autoría de Roly Rivero y defendido por Annys Batista, se alzó con el Gran Premio del certámen en su 15 edición, la cual será recordada, entre otros aspectos, por su renovada puesta en escena.
La canción ganadora resaltó desde un inicio, no solo por la hermosa interpretación de Batista, sino por ser una de las composiciones más equilibradas del certamen: un letra sencilla sin metáforas rebuscadas, fácil de aprender y con una melodía que recuerda la época dorada del filing cubano. Su autor confesó en el programa que fue concebida en un principio como un blues, aspecto que respetó Jorge Luis Beltrán en el arreglo final, una melodía que transita entre el jazz y la canción.
Una letra que habla de desamor, pero sin matices dramáticos, lo cual ayuda a transmitir mejor el mensaje de paz interior que pretende el autor. Un texto corto y preciso, sin redundancias excesivas, justo y efectivo en su propósito de contar una historia, según el propósito del autor, quien logró en la voz de Batista una de las composiciones más aplaudidas por el público, y merecedora del voto unánime del jurado para la obra más completa en cuanto al binomio composición-interpretación.
El segundo y tercer lugar del concurso recayeron en las canciones Haciendo Fe, del Duo Iris (autor e intérprete), y Tentaciones, de Roberto Novo, en la voz de Jayler Martí. La primera fue una de las mejores interpretaciones, a partir de una canción con matices que buscaban rendir tributo al héroe cubano José Martí, aspecto bien logrado según el criterio del jurado –integrado por prestigiosas figuras como Adalberto Álvarez, Beatriz Márquez y Edesio Alejandro–, que decidió de forma unánime otorgarle el segundo puesto.
La pieza de Novo, ganador en ediciones anteriores del certámen, es un tema cargado de poesía, recurso recurrente en este trovador cienfueguero. De él se pudo recordar en la gala parte de su obra, cuando subió a escena Diana Fuentes para interpretar Alguien quiere decirte cosas de amor, Gran Premio en la edición del Guzmán en 2007.
El Premio de la Popularidad recayó en el Dúo Saudade, que defendió su tema Pretexto, otra de las canciones más aplaudidas por el público, con un arreglo muy cubano a partir de un danzón. El reconocimiento lo alcanzaron Alejandro Ullía Forcelledo y Daniel Torres Corona, quienes lograron el respaldo del público al acceder a la final luego de estar en peligro de ser eliminados, gracias al voto popular en las redes sociales.
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Una de las mayores incógnitas al inicio de esta 15 edición del Guzmán era, sin dudas, cómo sería la puesta en escena de los programas televisivos, así como el sistema de competencia, aspectos que fueron perfeccionados a lo largo de las nueve semanas que duró la competencia.
La escenografía, montajes coreográficos –que pudieron tener mayor calidad–, diseño de luces, vestuario e imagen de los participantes, siguieron las pautas de las nuevas tendencias en materia de espectáculo televisivo. Sus realizadores, con Manolo Ortega y Lester Hamlet al frente, defendieron la tesis de que sería imposible calar en el gusto de los más jóvenes con el formato de los concursos de antaño.
El trabajo de las emisiones televisivas buscó –y logró en buena medida– desmarcarse de las dinámicas de propuestas similares, como Sonando en Cuba. Menos espectacularidad y más seriedad demanda el Guzmán, siguiendo el compromiso con aquellos espectadores que tuvieron el privilegio de disfrutar la época dorada de este certámen en los años 80 del pasado siglo.
Queda pendiente mejorar el sistema de competencia, del cual pudiera eliminarse el mecanismo de selección del público de aquellos en zona de peligro, y así dejar en manos de expertos la selección de esas canciones. Podría emplearse un sistema de eliminación directa, una especie de “todos contra todos”, manteniendo las calificaciones por puntos, donde se eliminarían los de menor puntaje al finalizar todas las primeras presentaciones, daría más paridad a la competencia.
De momento, volveremos a disfrutar del Concurso Adolfo Guzmán en 2020, un espacio necesario para cantautores y compositores cubanos, en aras de rescatar la canción y talentos en materia de composición que abundan en la Isla.
